Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Me han comentado que me compre estas Nizumo

Si, ni zumo te daba yo a tí. Total, para lo que corres‘, pensó el malvado vendedor de cualquier tienda de cualquier centro comercial. Se le había acercado un joven entrado en carnes y gafas y con incipiente calvicie así por esas pendientes que tiene la cabeza apepinada y rubia. Tenía aspecto de querer comenzar a correr y el muchacho, sin duda leído y preocupado por la salud de sus pies y que había entrado de todas todas en estos foros de internet o comprado la Runners o Corricolari, el novicio digo que ahí estaba plantificado. Serio. Sudaba ya como preludio de un titánico cambio de vida. Rubio y con los diecisiete pelos que le quedaban en el frente popular ladeados y ya agotados.

El vendezapatillas, o tendero en formación, o subempleado o quizá esa persona que ‘está hecha de deporte’, a la fond de la forme, dudó entre meterle con calzador y por el culo el modelo más caro de Mizuno o aconsejarle como Dios mandaba. Así que, en paralelo al chascarrillo más sobre la capacidad de aprendizaje del novato, tragó saliva y le miró fríamente a los ojos. Era el momento ideal. Acababa de pasar por el pasillo central el director de zona con el encargado de área de calzado de running.

Novedad: COMPLETA TÚ LA CONTINUACIÓN DEL RELATO.

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