Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Red bag (the bloody travelling bag)

Voy a contaros una bonita historia.

Era que se era una criatura angelical que iba allá y acá con su bolsita roja. No tenia caperuza, ni recolectaba flores. Como podéis suponer no era Caperucita Roja aunque, si le damos dos o tres vueltas, acabaría teniendo sus paralelismos. Tampoco tenía cestita; lo que llevaba sin descanso era una bolsa roja. Bolsa deportiva de esas con compartimentos por los que asoman las zapatillas por una rejillita. Como los doberman en los BMW o los perros perdigueros enjaulados por toledanos sin escrúpulos ni IQ conocido.

Bien. En la mencionada bolsa roja siempre iba metidito un pantalón corto, y mira que los compadres le decían «que te taaaapes las piennas, que te vaaaas a enfriar«. Nada, ni pantalón de chandal ni mallacas gordas. Pantalón corto. Junto al pantalón iba un set de emergencia formado por la imprescindible camiseta técnica (puaj) y un rollete de calcetines tal y como se empaquetan en casa. Sí, eso de ponerlos como dos pimientos asados estirados, en paralelo, y tomar las puntas de abajo en mondonguillo a rosca hasta llegar uniendo el coyunto calcetineril por la gomilla de la bocana exterior. Además, ya digo, cual perro de pelea enjaulado, cual mascota con billete de bodega de Spanair, la rejilla dejaba asomar un par de ojillos de acordonado de crucetita. Ahí iban siempre dispuestas a saltar y rebrincar las zapatillinas de correr. Con su curvatura como si de un pene se tratara. Con una plantilla que se curva aún más y se mueve hacia el talón. Vaselina por si los lobos feroces y un chubasquerillo que cada día hedía más y más.

Pues bien. Ahí va y viene la japuta la bolsa conmigo. Buscandonos y mirándonos que vamos, como dos enamorados, de la manita. Buscando un hueco para salir a correr o encontrar un simca 1000 o un hueco en el monte del Pardo o un cacho de algo.

Pero nada. Es que hay semanas que no mojamos. Y se hacen de un largoooo….

1 comentario

  1. Dice ser Guille

    Buenísimo, ¡tienes una gran inventiva! Y esta vez casi me entero de lo que dices (no llegaré a lo que quieres decir)

    17 marzo 2010 | 18:56

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