Sí, estoy barajeando las posibilidades que me da el calendario para entretenerme una nochecilla por ahí. Nada de pelandruscas ni ristras de metros de vasos de gintonic en una barra. Sería una cosita casera, quizá tomando el último tren o el último metro, atravesar bajo la tierra la gran ciudad, y atravesarla en dirección a casita, culebreando, por la superficie de la ciudad que se pira de parranda.
Un festivo, una noche, sus luces y calles engalanadas, y sus 40 o 50 kilómetros. Hasta llegar a los churros a mi casa. Sería una cosa quizá con fotos, quizá con copas… no sé. Esste final de año es un año raro. No hay quedada en la Pedriza, no hay seis horas nocturnas en pista, tja, jonge.
Mientras le doy un par de tientos os paso la simpática grafía del daguerrotipo que repartiremos por las calles de la Sierra, preparando al personal para Las 6 horas de Fresnedillas. Si queréis lo podéis guardar o colocar en los blogs como cartel anunciador o referencia a esta prueba.
Tiene buena pinta eso de corretear por los Madriles por la noche. Pero egggque tu, si no haces cuarenta o cincuenta kilómetros no te mueves joio. Bueno, seguro que se puede recortar. Estaré atento.
Felices fiestas para tí y los tuyos.
23 diciembre 2009 | 09:17