Buceábamos ayer mi esposa y yo en las webs donde se intercambian hogares para vacaciones. El home swapping por el que puedes conocer modos de vida diferentes, ahorrate unos euros y entrar en un nuevo punto de vista sobre la privacidad propia y ajena. Según Home Exchange, una «fórmula alternativa de vacaciones en la que dos familias deciden intercambiar sus casas… «Está en mi casa mientras estoy en la suya.»» Incluso el amiguete Derrapes está dispuesto a pasar unos días en San Francisco mientras otros ocupan su casa levantina.
Y es ahí donde te topas con el meollón. Entres donde entres, las localizaciones y las viviendas de la gente son espectaculares. Las de Toscana, Cheltenham, la isla Reunion, ¡madre mía!. Superiores maravillas en las que llegas, babeas y te preguntas para qué quieren algunos irse de vacaciones a otro sitio. Acto seguido, el reflejo de intentar utilizar ese sistema tan noble, bienintencionado y virtual. Nacido de la Red y para una generación diferente. ¿Aceptar el reto?
Nosotros sí. Pero… ¿cómo anunciar un piso en una barriada popular en todos los sentidos, lejos de los monumentos, la vida cultural y valores paisajísticos de la zona?. No charm, no style. Family flat to dive yourself in a bizarre explosion of Spanish trash-culture. Bars open (5 to chose in 300yds), cheap food, high cholesterol rates, slow public transport, get to the extreme-right chunk of our elderly. Sunny, warmer than your place. Our apartment has no elevator (4th fllor), no dishwasher, my love just spoiled DVD player. And … be the block president for a while! Stress guaranteed. Creo que tiraremos de otros contactos para visitar países. No sé por qué deberíamos evitar a quienes se interesen en probar esa mezcla de «distinguida clientela de nuestro mesón» y lectores de la Razón y del Marca a partes iguales. Sociólogos comunistas, freaks urbanos, algún congreso de Lega Nord o una comuna de kikos. Quita, quita.
Vendo libros.
A 
New Handbook of Political Science, de Goodin et al. Amazon te lo deja usado por 30 y nuevo por 59. Mi precio es de 25,00€, y está prácticamente nuevo.
With contributions by 42 of the best political scientists worldwide, A New Handbook of Political Science analyzes the progress made in political science over the past twenty years in the context of historical trends in the field. (review en Amazon)
Joder, qué risa la descripción…(así fijo que no la intercambia ni el tate!!)…
pero ¿en serio que no tenéis lavadora???…venga, va…eso no me lo creo!!
besitos.
15 julio 2008 | 13:15
Premio para la madame y corregido. Ni con gazapos salís de las madrigueras..
15 julio 2008 | 14:19
Quizá lo hubieras podido arreglar con aquello del «local flavour» o venderlo como turismo experimental: http://www.latourex.org/ y con suerte cuela. Nunca se sabe
15 julio 2008 | 22:18
¿Tú estás seguro que con esa descripción no te lo quitan de las manos? Mete algo de Almodovar’s locations y se te rifan.
16 julio 2008 | 07:54
jajaja, excelente, amigo mío, excelente.
16 julio 2008 | 13:10
Déjate de rollos y vente a mi casa un par de días, si somos capaces de estar sin discutir hasta cuatro o cinco. Eso sí, esto está en el culo del mundo y para encender un cigarrillo hay que coger el coche o empezar a darle a lálpargata. Pregúntale a Pepo la descripción de como llegar a casa: «¿Has pasado las primeras putas que están a la derecha de la carretera,?. ¡Sí!. Pues en la segundas putas a la izquierda, giras, cuando llegues al algarrobo, te paras, ¡qué ya bajo yo a recogerte!. ¡Por cierto, descarga el coche que con los tormos que hay en la senda, fijo que te quedas sin bajos y sin tubo de escape!… Verídico.
17 julio 2008 | 07:45
Coño Garban, tú si que sabes vender tu nidito de amol.
17 julio 2008 | 08:17