Encurtidas y variantes

Si algún grupo punk anduviera buscando nombre y estuviera compuesto únicamente por chicas, yo que sé, como aquellas Vulpes, o las Killerbarbies, les prestaría el aguerrido título de esta entrada. Uno ha visto de todo; «Panadería Bollería«, «Sakeadores de Konventos«, «37 Hostias«, mi primo el de Cáceres y su «Atestados e Inconformes» hasta nuestro efímero «Doktor Tankrero y su puta Kabra«. Total, uno más. Pero no voy a eso, sino que encurtidas en mil batallas están las bestiajas de mis guerreras y siguen pidiendo guerra. Una, que si se empieza a entrenar ya para la carrera de la mujer de Madrid (recuerdo a los despistados que será de aquí a tres meses) y, otra, que se ha cansado de hacer la odalisca y perrear tras la San Silvestre y que habrá que apuntarse a algo. A algo no significa estrenar el bono de la piscina cubierta, ni de retomar los rodajillos y las carreras de distancias asumibles. Que va. La mua dice que se va a apuntar a carreras de 10km mínimo (la mua lleva sin correr desde el 31/Dic).

La mua, con la que tengo el placer de convivir, viajar, celebrar días de los enamorados, vísperas y tornabodas, digo yo que estaría en pleno proceso febril porque hablaba de apostarse con las otras el bajar de una hora en 10km, apuntarse a la Carrera del Agua y no sé cuantísimas barbaridades más. Inmediatamente bajé a la farmacia a por un anticatarral que le socavara los cimientos de la febrícula y el trancazo. Pero temo que tendría que darme contra otros cimientos: los de la valentía de una especie superior, indestructible, para la que no hay retos, que le permite parir, colarse en los mercadillos, atalantar el huerto, hacer limpieza general -incluye cortinas y armarios- una vez cada dos meses y soportar a sus compañeros de especie, nosotros. Nuestra homínida ibérica. Esa es ella.

Almacenado en: running