Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Pay per … parking

Ya somos como los ricos. Antes era bajar al centro de Madrid y veías como Velázquez, Juan Bravo, en fin, eran cotos donde los ricos no te dejaban aparcar el R-5 color burdeos. La cosa progresó, nos compramos mejores coches y nos agenciamos (se agenciaron) mejores alcaldes, más modernos, algunos dicen que hasta utilizaban el metro para fines protocolarios, sin duda un paso adelante respecto de aquellos alcaldes-marqués, y el coto pijo de la marisma se iba extendiendo.

Llegó Alberto Ruiz-Gallardón, un millón trescientas mil entradas en google, y extendió el cortijo a todo el interior de la M-30 que, para quien no conozca nuestra ciudad, es como el borde del lavabo que delimita la espiral de agua, para que no se salga y te salpique el suelo del baño. Es una autopista que recoge aguas, pelos, restos de barbas, y lo manda todo al desagüe interior del centro de Madrid, una trágala salvaje en la que te ves imbuído a entrar y por la que Gallardón pensó cobrar fiscalizando el horror de buscar sitio para dejar el coche. Fiscalizar un horror es, según mi filósofos de cabecera, maquillarlo para que te devore, pan para hoy, hambre….

Y en un tris de Mayo, la fiscalización llegó a mi barrio. No queda fuera de la M-30, ni de la M-40 (que no es el lavabo sino, digamos, el cuarto baño entero y alicatado del crecimiento urbano madrileño). Queda en un pueblo con muchos parques y muchas dotaciones y mucho burgués camuflado. Se camuflan en 4 variantes: venidos a más, venidos de Madrid a zonas de ‘a más’, jubilados que no entienden nada y votan a los de ‘a más’ y una amalgama de garrulos defensores del orden y en contra de los locutorios y las tiendas de los chinos, que ya me explicaréis qué tiene que ver la globalización de buscarse las lentejas con el orden. Es un pueblo de quiero y no puedo donde, bueno, un gobierno municipal de centroderechaizquierda (PSOE acomodado durante 4 legislaturas) había logrado mitigar y/o disimular los fantoches de las ciudades dormitorio, mucho colegio, mucho espacio libre, una balsa de aceite comparado con los demás gigantes de área metropolitana (a cambio de la renta IBI más alta de Madrid, etcétera).

Pero el equipillo alrededor de un tal García de Vinuesa ganó las elecciones municipales, perdiendo en todos los distritos del pueblo pero venciendo por goleada en la zona de urbanizaciones (La Moraleja). El tipo de la sonrisa de mentira, el noble marginado por sus hermanos de sangre roja y tinta azul como sus camisitas, ha pasado factura a esos barrios que no le apoyaron en masse. Nos ha regalado una extensión gloriosa de zonas O.R.A. Ya somos igual que los ricos, ya podemos dormir tranquilos. Comienza la broma de pagar por aparcar sin que te garanticen la plaza. Un impuesto más. Ahora habrá que ver las caras de los damnificados cuando lleguen de sus vacaciones jubilares serranas y se encuentren todo pintado y lleno de parquímetros.

«Es que el PSOE fue quien lanzó este proyecto», ah, claro. Curioso comprobar en la historia reciente. El proyecto que lanzó en semisecreto el partido socialista se extendía, supuestamente, a todas las zonas comerciales, incluyendo las de La Moraleja. La respuesta del partido neoconservador caciquil reduce las limitaciones en la urbanización mencionada y expande la tasación sobre el centro urbano, desorganizado, abigarrado y lleno de malas gentes como servidora, currantes, emigantes y demás purria.

Así que, corriendo a por la tarjetita. 30 nardos de impuesto. Cabrones saqueadores de pobres.

7 comentarios

  1. Dice ser Sylvie

    Igual un día de estos se les ocurre contarnos en qué lo emplean…En mi city también estamos ya plagaos de pintadas azules…pero es que con la alcaldesa «sacapastahastaporrespirar», no podía ser de otra manera.Del PP y elegida por mayoría absoluta, no digo más.Besitos.

    03 septiembre 2007 | 08:55

  2. Dice ser Bulderban

    A título de curiosidad… cuando el apagón bestia en Barcelona hace ya casi 2 meses lo único que funcionaba en toda la zona afectada eran los parquímetros. ¿suena a reputeo, no?Lo que no estoy de acuerdo es que los parquimetros sean solo cosa del PP…Barcelona, mismamente, sirve de ejemplo.

    03 septiembre 2007 | 09:46

  3. Dice ser cabesc

    Yo he optado por descentralizar la cosa: en Poblete podría aparcar gratis 10 coches míos enfrente de casa pero no los tengo. Al lado de esos 10 míos, los vecinos podrían colocar también sus ’10’.¿30 laurios? Menudo robo.

    03 septiembre 2007 | 14:14

  4. Dice ser Santi Palillo

    Por aquí pasaron hace tiempo y el cabreo fue monumental en algunos barrios pero la maquinaria puede con todo.

    03 septiembre 2007 | 18:01

  5. Dice ser Correoradelamuerte

    No, si la idea de las zonas azules es muy buena: diversificar… las iras.

    03 septiembre 2007 | 22:41

  6. Dice ser Rafa Porcar

    Suena a venganza de cacique vestido de impecable traje. Lo que más me gusta de esta entrada es que es una historia con Moraleja… Me parto ! (perdón por el chiste malo, ya se sabe, neuronas traumadas post vacaciones)Bienhallado, Spanjaard! 🙂

    04 septiembre 2007 | 11:45

  7. Dice ser Anonymous

    Vente pa Rivas, Luisito, que aquí no hay zonas azules [esto es más bien zona roja]. Un saludo,M.L.

    05 septiembre 2007 | 13:56

Los comentarios están cerrados.