“Soy una gran defensora de soñar a lo grande, con esa energía casi infantil de comerse el mundo, que para mí es lo mismo. Solo en esa extensión de tu deseo y ambición vas a poder abarcar lo que quieres”, cuenta Raquel Sánchez-Silva en una entrevista para el número de junio de Harper’s Bazar. A sus 43 años deja claro que está exultante de alegría, lo cual no era nada fácil, teniendo en cuenta lo que ha vivido en los últimos años/meses.
Y es que pese a que el forense italiano confirmó que Mario Biondo, marido de Raquel Sánchez-Silva, se suicidó, el caso aún colea. Raquel hace oídos sordos y jamás entra a decir una sola palabra sobre este tema tan delicado por el que la familia de Mario fue sentenciada por los ataques a Raquel. Pese a todo, Raquel Sánchez-Silva se muestra vitalista, tratando de centrarse en lo que tiene ahora y de dejar el pasado donde le corresponde: atrás. “Siempre estoy en permanente conquista o, por lo menos, en pequeños retos…”, cuenta en la citada entrevista.
Uno de los retos, dice, es el programa que tiene actualmente, Likes, que además le deja tiempo para estar con su familia. “Tengo dos bebés de nueve meses y necesitan estar conmigo, y yo con ellos. Pero además tenía muchas ganas de aprender, porque el género de la entrevista aún no lo domino. Los cambios tienen que ser así, aunque cueste dar el paso. Quien no arriesga, no gana”.
Concilia bien, por tanto, el trabajo con la familia: sus dos bebés de nueve meses y su pareja, Matías Dumont. Está muy feliz, como dejó claro en Instagram el día de su 43 cumpleaños: «Hoy llegan mis 43. Más años, más arrugas, más ilusión, más amor, más amigos, más razones para ser feliz, más personas buenas cerca de mí, más proyectos profesionales, más aprendizaje, más fuerza, más felicidad cada día. Gracias a todos por vuestras felicitaciones».
Ella tiene derecho, varios años después de la muerte de su marido, a pasar página, pero parece que hay quien no quiere permitirlo.