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"Not in my house"

Archivo de abril, 2016

La chica glotona pillada por una ‘kiss cam’ y que se ha hecho viral

Por Edu Casado

La ‘kiss cam’ o cámara del beso es una de las tradiciones más divertidas de la NBA (y de otros deportes americanos). Ya saben: una cámara busca parejas entre el público, los pone en las pantallas gigantes del recinto y la pareja tiene que darse un beso.

En el pasado Atlanta-Boston, la cámara se puso en funcionamiento y captó a una joven pareja, que no dudó en darse un apasionado beso. Pero, ¿quién se fija en ellos cuando detrás hay una chica poniéndose morada?

Sí, una joven, ‘armada’ con una porción de pizza en cada mano, engulle sin parar mientras la cámara la graba. A pesar de que su amiga intenta advertirle de que 18.000 personas la están viendo en directo y que debe parar de zampar, nuestra protagonista sigue comiendo a dos carrillos.

La imagen se ha convertido en viral, claro.

30 años del día que «Dios se disfrazó de jugador de baloncesto»

MOISÉS MUÑOZ

20 de abril de 1986, hace justo 30 años, Boston, Massachusets, capital universitaria de los EE.UU. Segundo partido de la primera ronda de playoffs de la NBA.

Jordan ante Bird en 1986

Jordan ante Bird en 1986 (CHICAGO BULLS).

Por las venas de los bostonianos corre sangre verde, fruto de la veneración que profesan a su equipo de baloncesto: los Celtics. Los Celtics de Larry Bird. Herederos del equipo acaparador de títulos que fabricaran años atrás el empedernido fumador de puros Red Auberbach y la torre de ébano Bill Russell. Los aficionados, como es obligada costumbre en la ciudad, acuden en masa al Boston Garden, donde van a presenciar un recital que jamás podrán olvidar.

El equipo local recibe a los Chicago Bulls, que llegan liderados por un joven e insolente escolta que despuntó en su primer año y que en esta -su segunda- temporada apenas si ha podido jugar una veintena de partidos por una inoportuna lesión. Es Michael Jordan. Chicago, por entonces un equipo fuera de la nobleza de la NBA, parece una presa fácil de cobrar por los cazadores Larry Bird, Robert Parish, Kevin McHale, Dennis Johnson y Danny Ainge, el formidable quinteto inicial de Boston. Pero esa noche, la víctima va a ser casi inabordable.

El insolente Jordan defiende como un poseso, rebotea como si fuera un pívot nato, asiste y dirige el juego de su equipo como el mejor de los bases y, sobre todo, lanza a canasta con las manos del mismo Dios. El 23 de los Bulls, en una actuación memorable, la más grande jamás firmada en unos playoffs, se va hasta los 63 puntos. Tras dos prórrogas, Boston gana por 135-131. Pero el partido no pertenece a los viejos guerreros celtas, el partido es de Jordan. Ante las cámaras, asombrado por la lección que acaba de recibir en primera persona, Bird se confiesa impresionado: «Dios se ha disfrazado de jugador de baloncesto». Así fue el paso de Michael Jeffrey Jordan por el Boston Garden una noche de abril tres décadas atrás.

 

Curry se pelea con el reincidente Beverley en la primera victoria de los Warriors en los playoffs

Por Edu Casado

Steph Curry y Patrick Beverley tuvieron sus más y sus menos (EFE).

Steph Curry y Patrick Beverley tuvieron sus más y sus menos (EFE).

Stephen Curry, con 24 puntos, lideró la victoria de su equipo, los Golden State Warriors, en su primer partido de los playoffs de la NBA ante los Houston Rockets (104-78).

El base de Akron, no obstante, tuvo dos malas noticias: La primera, una torcedura de tobillo que le impidió jugar en el segundo tiempo. Aunque los tobillos son la parte más frágil del cuerpo de Steph, no parece que sea gran cosa. La segunda mala noticia fue al poco de empezar el partido, cuando tuvo sus más y sus menos con Patrick Beverley.

La vehemencia en la defensa del base de los texanos provocó un cruce de empujones y golpes que no pasó a mayores gracias a la intervención de los árbitros y otros compañeros.

Beveley tiene ‘antecedentes’ de juego sucio. Hace tres años, el jugador de los Rockets protagonizó un feísimo lance cuando se enfrentaba a Russell Westbrook, base de los Oklahoma City Thunder. El angelino regresaba a las canchas tras su grave lesión de rodilla y, en el primer lance del partido, Beverley le lanzó un empujón a Westbrook en su rodilla recién operada.

Curiosamente, después Beverley sufriría una grave lesión de rodilla. ¿El karma?

Sea como sea, no parece que Houston tenga mucho que hacer ante los actuales dueños del récord de victorias-derrotas de la liga regular de la NBA.

Os dejo con dos vídeos: uno, el rifirrafe de esta pasada noche y, debajo, el incidente entre Beverley y Westbrook:


La despedida perfecta que Kobe merecía

RAÚL RIOJA

Un animal competitivo como él no se podía retirar de otra manera. Tenía que ser algo inolvidable, único, que no se hubiera visto a ningún jugador antes. Una actuación para la historia. Así es Kobe, y así quiso que le recordáramos. Como uno de los más grandes de siempre.

Despedida Kobe Bryant

Despedida Kobe Bryant (EFE).

El ‘24’ de los Lakers lleva varias temporadas en las que los años y las lesiones le pesan, esta incluida. No puede ya soportar el peso del equipo como tantos años hizo, y la retirada es lo más sensato, hasta él ha tenido que admitir que ya no puede más, ha tenido que decir basta. Pero su último lienzo hará que los amantes del baloncesto lo añoren, da igual que sea lo más sensato.

Con su actuación de ayer, se convirtió en el jugador de más edad (37 años y 234 días) en meter al menos 60 puntos en un partido de la NBA. Y lo hizo ante una de las mejores defensas de la NBA, la de Utah, y aunque el partido era intrascendente para ambos, no para la historia. Kobe logró que todos le recordemos metiendo 60 puntos en su despedida, lanzando 50 veces a canasta, no fallando ni un tiro en los minutos finales para dar la victoria a su equipo (101-96).

Bryant llegó a la NBA con 18 años recién cumplidos, después de que Los Angeles Lakers dieran al pívot yugoslavo Vlade Divac a cambio de ese prometedor escolta que tanto se parecía a Michael Jordan.

Su obsesión por mejorar y por su ídolo le convirtieron en un clon del mítico ‘23’ de los Bulls, y junto a Shaquille O’Neal, dominaron la NBA durante tres temporadas. Su relación, más de odio que de amor, se acabó rompiendo, y tuvo que esperar a tener a otro escudero de lujo, Pau Gasol, para llevarse otros dos anillos.

En todos esos años, la NBA disfrutó con su voracidad a la vez que dejó enemigos en cada pabellón, pues así es él. Su competitividad no hace amistades.

Kobe hace ya varios años que no es Kobe, culpa a partes iguales del paso de los años y de las lesiones, y sus últimas temporadas no han ayudado demasiado a los Lakers, con un salario desorbitado (el más alto de la Liga) que ya no merecía. Pero su última función borra cualquier recuerdo negativo. Él es uno de los grandes y como tal le recordaremos.

Adiós, Kobe: último partido, un vídeo del odio y la emotiva despedida de Pau

R. RIOJA

Kobe Bryant se nos va del baloncesto para siempre. La temporada ha sido un continuo (y cansino, sí) homenaje a su figura, y hoy, a las puertas del último partido de su carrera (ante los Utah Jazz, 4.30 hora española) , nos llegan los últimos.

Mi favorito, el vídeo que le ha hecho la marca de zapatillas que le patrocina sobre el odio que despierta en jugadores y aficiones rivales (atención al guiño a Pau Gasol).

También ha querido despedirse de él su gran amigo y excompañero en los Lakers Pau Gasol, que le dedicó un emotivo mensaje en twitter y una carta de despedida en Sports Ilustrated.

Estas han sido las mejores frases de Pau:

En mi primer día con los Lakers, me reuní con el equipo en el Ritz de Washington y a las 1.30 de la mañana alguien llamó a mi puerta. Más tarde descubrí que Kobe no duerme mucho. Me senté en la cama y él se sentó en la mesa al lado del televisor. Me dio la bienvenida al equipo y me dijo que era el momento. Él sentía que yo podía llevarle a la cima de nuevo y quería asegurarse de que yo lo sabía. ‘Esta es nuestra oportunidad’, dijo. Fue poderoso y significativo. Encajamos perfectamente. Nuestra relación funcionó desde el principio. Ambos sabíamos que nos necesitábamos para alcanzar el éxito.

Todos los días son una prueba de por qué los grandes son tan grandes. No es por accidente. Es una obsesión llegar a ese nivel y permanecer a ese nivel. La dedicación, el compromiso, es algo único. No es algo que se vea. Él me inspiró a ser mejor, a ver el juego de una manera más detallada.

Fue como un hermano mayor y dio la cara por mí. En un momento dado, le dijo a los Lakers: ‘Si vais a traspasarlo, hacer lo que tengáis que hacer y traspasadlo. Si no es así, dejadle en paz y dejadle jugar’.

Cuando estaba decidiendo si dejar los Lakers en 2014, llegó a mi casa en Redondo Beach. Dijo que quería que me quedara en Los Angeles, luchar a su lado y terminar nuestras carreras juntos. Esas fueron sus palabras. Yo le dije que estaba en un momento en el que necesitaba un cambio en mi corazón. Necesitaba un cambio de aires. Fue una de las cosas más difíciles que he hecho, cuando le dije: ‘He decidido no volver a jugar contigo’.

No he sido capaz de gana otro título (en Chicago). Le extraño mucho. Echo de menos su presencia. Echo de menos esa actitud. No muchos jugadores la tienen.

Tal vez estoy desanimado porque sé lo que se siente al ganar y me encanta esa sensación. Cambia mi estado de ánimo. Me afecta. Creo que ganar alargará mi carrera y me motivará a hacer más. Estar cerca de Kobe tuvo un impacto en mi vida. Voy a ser un agente libre este verano y por eso pienso en eso ahora. Quiero aprovechar al máximo los años que me quedan. Quiero ser parte de algo especial otra vez.

 

Así es el espinoso camino que le espera a los Warriors para tratar de batir el récord de los Bulls de Jordan

Por Raúl Rioja

La sorprende derrota ante los Timberwolves ha dejado sin margen de error a Golden State Warriors, que necesitan ganar los cuatro partidos que le quedan para superar el récord de partidos ganados en temporada regular en poder de los Bulls de Jordan (72 victorias y 10 derrotas).

Curry anota ante Parker en un Warriors - Spurs (EFE).

Curry anota ante Parker en un Warriors – Spurs (EFE).

La primera gran prueba la tienen este jueves por la noche (4.30 hora española), cuando Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y compañía reciban a los San Antonio Spurs. La gran duda es si Popovich decidirá reservar a varios de sus mejores jugadores, como en él es habitual en los finales de temporada, o si sacará a todas sus estrellas para ‘fastidiar’ el récord de su rival y tratar de lanzar, de paso, otro aviso de cara a los playoffs, donde se podrían ver las caras en las Finales de la Conferencia Oeste.

El sábado, los Warriors visitarán Memphis, un rival a priori asequible pues las numerosísimas bajas que tienen los Grizzlies (mención especial para Marc Gasol y Conley) les han llevado a perder 6 de sus últimos 7 partidos.

Un día después, otro enfrentamiento ante los Spurs, esta vez en San Antonio. Sin duda, el gran desafío que le espera al conjunto dirigido por Steve Kerr.

El último partido de la temporada regular de los Warriors será, en el Oracle Arena de Oakland, de nuevo ante Memphis Grizzlies.

Los Celtics dejan en 54 la racha de victorias en casa de los Warriors

Por Edu Casado

Thomas pasa un balón ante la mirada de Thompson y Curry (EFE).

Thomas pasa un balón ante la mirada de Thompson y Curry (EFE).

Tenía que ser uno de los equipos clásicos de la NBA. Fueron los Boston Celtics los que, tras 54 victorias consecutivas de los Golden State Warriors en el Oracle Arena, rompieran la racha de los campeones. El resultado, 106-109. Uno de los culpables fue Isaiah Thomas, con 22 puntos.

Los californianos no perdían en casa desde el 27 de enero de 2015, cuando fueron los Bulls los que se llevaron en gato al agua.

Y eso que casi no lo logran, ya que Curry falló un triple a poco más de cinco segundos del final que podía haber llevado el partido a la prórroga.

Aún así sigue siendo la mejor racha en casa de un equipo NBA, y además siguen con el mejor balance en Liga (68-8). Tienen, además, a tiro de cinco victorias el récord de los Bulls de 72-10 (1996). Quedan seis partidos, así que sólo se pueden permitir un patinazo más.  Esto es lo que les queda:

  • Portland (casa)
  • Minnesota (casa)
  • San Antonio (casa)
  • Memphis (fuera)
  • San Antonio (fuera)
  • Memphis (casa)

Todo parece indicar que la clave estará en el doble duelo ante San Antonio Spurs.