Lo ha admitido la propia NBA. Los árbitros favorecieron a los Cavaliers en dos momentos clave del partido de este domingo ante los Warriors, propiciando así el triunfo de los actuales campeones por 109-108.
En primer lugar, la liga norteamericana afirma que los árbitros debieron penalizar la acción de LeBron James cuando quedaba algo menos de dos minutos de partido por colgarse deliberadamente del aro después de realizar un mate.
Pero el momento más polémico del choque se produjo en la última jugada, cuando Kevin Durant cayó al suelo después de una acción con Richard Jefferson en la que pudo haber un pisotón. Ello le impidió lanzar a canasta y la victoria se la llevaron los Cavs, y la NBA admite que debió señalarse la falta, lo que hubiera llevado a Durant, un gran tirador de tiros libres, a lanzar dos de ellos y, muy posiblemente dar la victoria a los Warriors (o, al menos, forzar la prórroga).