Por Edu Casado
Otra derrota más. Dicho así parece que son muchas, pero no, sólo son cuatro. Los Golden State Warriors mordieron el polvo por cuarta vez en lo que llevamos de temporada. Fue en la cancha de Detroit (113-95).
Los Pistons tuvieron una motivación extra: antes del partido, fue retirado el dorsal 3 del mítico Ben Wallace, posiblemente uno de los mejores defensores de la historia reciente de la NBA. Fue uno de los pilares del anillo que los de Michigan lograron en 2004 ante los Lakers de Kobe Bryant, Shaquille O’Neal y Karl Malone.
Además de por el buen hacer de Caldwell-Pope y Reggie Jackson, la victoria de Detroit se cimentó en su capacidad de descentrar a los californianos, que se llevaron tres técnicas en el partido, incluida una a Stephen Curry. La de esta noche es la peor derrota de Golden State en los últimos dos años con Steph sobre la cancha.
Evidentemente, las cifras de los de Oakland siguen siendo un escándalo, ya que acaban la primera mitad de la temporada con un balance de 37-4, pero hay algunos aspectos que indican que Golden State está en su primer bache de la temporada: han perdido dos de los últimos tres partidos. Y la próxima madrugada se las ven de nuevo con Cleveland.
Aún así, y aspiraciones por el título aparte, Golden State conseguiría el mejor balance de la historia en caso de repetir la proporción victorias/derrotas de este primer 50% del año.
Marc vuelve a ser el que era
La noche NBA nos deparó también un duelo español entre los Grizzlies de Marc Gasol y los Knicks de Jose Calderón.
El pívot de Sant Boi logró su segunda mejor marca anotadora de su carrera (37 puntos, sumados a ocho rebotes y tres tapones) en la victoria de 103-95 sobre los neoyorquinos. Calderón, por su parte, anotó 8 puntos y capturó tres rebotes.