Elecciones generales, 20 de noviembre de 2011

El saber realmente útil

Por Elena Trius

Campus de la Universidad de Navarra (Europa Press).

A lo largo de la historia ha existido una selección intencionada de los saberes «útiles«: son los considerados esenciales, aquellos que se ofrecen en la universidad como carreras de prestigio. Otros, sin embargo, se mantienen en un segundo plano. Estos «saberes de segunda» acostumbran a pertenecer al campo de las humanidades.

En la actualidad, numerosas empresas patrocinan cátedras, grupos de investigación y becas específicas para los saberes que consideran rentables dentro del sistema capitalista y de consumo. La filosofía, las letras y las artes quedan relativamente aislados y tienden a desaparecer.
Preguntémonos, por tanto, ¿cuáles son los saberes realmente útiles para el ser humano? ¿Los que le convierten en productor/consumidor o los que le enseñan a vivir?

¿Decir palabrotas es signo de autenticidad?

Por Rocío Castejón

Una mujer gritando (Gtres).

Hace aproximadamente una semana leí en un diario un artículo que afirmaba que había una relación positiva entre blasfemia y honestidad. Defendía que el decir palabrotas era signo de autenticidad.

¿Es que tenemos que ser maleducados para ser auténticos? Yo creo que el asunto de las palabrotas va más ligado a la sensibilidad que a una muestra de honestidad. La autenticidad no solo se demuestra diciendo lo que se piensa si no que se demuestra haciendo lo que se dice.

La Rae define blasfemar como: “Decir palabras o expresiones injuriosas contra alguien o algo sagrado”. ¿Ofender a alguien es ser auténtico, honesto? ¿O es simplemente mala educación y una falta de respeto?

La realidad de los cuidados intensivos pediátricos en el Hospital La Paz de Madrid

Por Enfermeras de la UCIP del Hospital La Paz

Estimado Director General de Coordinación de la Asistencia Sanitaria, César Pascual:

Cuál fue nuestra sorpresa, como la de tantos otros compañeros, cuando ante la información sobre la problemática saturación de las unidades de críticos pediátricos por el aumento de la bronquiolitis (que usted bien reconoce y justifica que es como todos los años, pero por tanto, deberían tener en cuenta, y, proporcionar y administrar los recursos necesarios para esta situación, del tema de la falta de personal, ya hablaremos más adelante).

La Cadena SER publicó un comunicado el pasado 16 de diciembre en el que aparece su nombre y que apunta, cito textualmente: «[…] Cuando hay tantas fiestas seguidas como ocurre esta semana, como no está la plantilla de pediatría al completo sino que está sólo la de guardia, si hay camas libres en las UCIS meten bronquiolitis para que para que los niños estén más vigilados pero, en realidad, si hiciera falta la cama porque llega un niño grave, el niño con bronquiolitis se va a planta y se ingresa al que se encuentra en estado grave».

Desconozco el ámbito asistencial en el ejercicio de su labor como medico, pero evidentemente tendrá usted asistentes que le mantendrán informado de lo que sucede en las gerencias asistenciales de atención hospitalaria que se encuentran bajo su ámbito. Lo que usted dice es una inexactitud, una difamación y una absoluta falta de consideración hacia el trabajo realizado en las plantas de pediatría por parte del personal médico y de enfermería que durante esta época del año se encarga de niños que tendrían que estar en la UCIP, y lo hacen con menos recursos materiales y humanos.

En la UCIP pediátrica que estamos, actualmente más del 50% de los niños ingresados son bronquiolitis, todos menores de un año. Garantizamos que necesitan un soporte que no es viable en planta, tanto recursos materiales (respiradores, alto flujo…), como asistencia médica (medicaciones, necesidad de intubación, canalización de accesos vasculares centrales…) y de enfermería (aspiración de secreciones, fisioterapia respiratoria, manejo de dispositivos como monitores o respiradores…) que sólo es posible en unidades de críticos.

Enhorabuena por ser capaz de simplificar un problema de salud tan grave como son las epidemias de bronquiolitis tanto para las plantas de pediatría como para las unidades de cuidados intensivos pediátricos. Sus comentarios no tienen desperdicio. Porque ya no sólo es la ausencia de sitio físico para atender estos niños, si no que añadimos la precariedad de la situación laboral en sectores sanitarios como el personal de enfermería por culpa de las políticas de contratación, como por ejemplo cubrir bajas por enfermedad a partir de un mes.

Llevamos cubriendo incidencias, desde hace meses, con la pérdida de días libres que supone (y para comprobarlo tienen los historiales de días trabajados, vacaciones y libranzas, hoy en día informatizados) y por tanto periodo de tiempo personal necesario para descansar, estamos en una situación general de agotamiento tanto físico como mental, lo que es un factor más a tener en cuenta al realizar nuestro trabajo.

Las condiciones actuales de trabajo nos ocasionan estrés, miedo e inseguridad sobre las tareas que realizamos, y ya no porque acabemos agotados, si no por el miedo de que a los niños ingresados les pase algo por un error, por un fallo durante la jornada laboral, que sería evitable si el entorno de trabajo fuera el adecuado.

Nuestra máxima preocupación es la seguridad de los niños. Por eso, queremos respaldar y defender nuestro trabajo y ya hemos puesto en conocimiento del riesgo para la seguridad de los pacientes a nuestros responsables superiores, y las posibles consecuencias de dichas situaciones como falta de recursos humanos, personal no preparado o trabajadores sobrecargados.

Hemos informado a todos, incluida la conserjería, porque sabiendo de esta situación, las responsabilidad ante posible situaciones de riesgo de los niños ingresados, la aparición de un evento adverso para la seguridad del niño, también sería compromiso de las decisiones tomadas en cuanto al personal contratado, el número por turno, y por tanto de quien toma estas decisiones.

Opinamos que es necesaria una remodelación de los tiempos de enfermería. Un nuevo enfoque, porque las circunstancias cambian. Es imperiosa una reserva de personal formado para determinadas unidades que, dada su complejidad (tanto patología del paciente como aparataje, necesidad de intervención rápida o procedimientos y técnicas), son necesarias habilidades, aptitudes y actitudes específicas. Además y por supuesto, que se tenga en cuenta no sólo el número de personal por turno, sino su capacitación para llevar niños de esta complejidad. Porque el eje de nuestro trabajo y profesión son las necesidades de los niños, su bienestar y por supuesto su seguridad.

Dr. César Pascual Fernández, trabajamos con personas, les curamos y cuidamos día a día, acompañamos, enseñamos, aprendemos, y también hay que decirlo, sufrimos y lloramos en ocasiones, son el eje fundamental de nuestro trabajo, hay conceptos como la humanización de los cuidados, la calidad de la asistencia sanitaria, la seguridad de los pacientes incluida en esta última y que gracias a personal insuficiente,se ponen en peligro día tras día.

Usted trabaja con presupuestos, estadísticas, proyectos, etc., labor que no se cuestiona. Pero sitúese en nuestro lugar, dé la cara con pacientes y padres, quítese el traje de chaqueta y póngase el uniforme de hospital y realice una guardia de 24 horas con los compañeros médicos que tienen que decidir qué niño ingresa y a cuál dan el alta, e informe después a los padres dando la cara.

Gracias de nuevo Dr. César Pascual Fernández, y a su superior, el titular de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, el Dr. Jesús Sánchez Martos, por su falta de conocimiento y poco respeto hacia el trabajo que se realiza en las unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos. Por supuesto, queda usted invitado a nuestra unidad, y que decida allí a pie de cama, a qué niños les da el alta para que ingresen otros.

 

Preventorios: «Te robaban los que tus padres te enviaban»

Por Carmen Morales Torres, de Madrid.

Yo estuve allí, lo tenía borrado de mi memoria, tenía unos siete años. Ahora tengo cincuenta y cinco. En mi casa se tenía buena situación económica, pero por otras causas se pensó que era lo mejor para mí. Fue horrible, me vienen tantos malos tratos a mi memoria….

Con el calor de un mayo horroroso nos tenían firmes y alineadas con el brazo tanto tiempo en el patio, que veías a niñas desmayarse. No te cambiaban la ropa, tampoco la interior. Te robaban los que tus padres te enviaban, los paquetes. Fui a al enfermería por comida en mal estado y no veías a tus padres hasta que pasaba el primer mes. Cuando me vieron, horrorizados, me sacaron. No recuerdo leer que me encantaba, solo rezar el Rosario y si te equivocabas las bofetadas eran continuas y porque sí. Y muchas  cosas más…

Por cierto estaba en la habitación morada, cada habitación tenía un color. Lo digo para aportar un dato y que se vea que era cierto.

Gracias ,aunque es duro volver a recordar lo olvidado.

Confrontación decisiva PSOE-PP (II)

La evolución del PP muestra desde 1989 una trayectoria ascendente bastante más regular que la del PSOE, mucho más oscilante, con ascensos y descensos bruscos muy pronunciados a veces.

El PSOE de una elección a otra puede perder un millón y medio de votos, el 16% (Gen2000) y en la siguiente (Gen2004) recuperarse al alza, recobrando más de tres millones de votos, un 40% más de votantes.

Estos bruscos movimientos han estado muy vinculados con la participación: su pérdida de votos en 2000 tuvo mucho que ver con el descenso de 1 millón 800 mil votantes en dichas elecciones mientras que su importante ascenso en 2004 hay que correlacionarlo con el aumento de la participación que arrastró 2 millones 800 mil votantes más a las urnas.

Un descenso brusco ahora en 2011 no rompería por consiguiente con esa lógica que ya se dio en 2000 a favor del PP. Por su parte ésta candidatura alcanzó su techo, 10 millones 300 mil votos, en 2000, un proceso electoral con muy baja participación (68,7%), el índice más bajo del último periodo, gracias a la cual obtuvo mayoría absoluta, 183 escaños con el 44,5% de los votos.

Hay que señalar que sólo en 3 elecciones se ha alcanzado la mayoría absoluta, el PSOE en dos ocasiones (1982 y 1986) y la ya mencionada del PP.

Aparte de la excepcional marea de votos que fluyó hacia el PSOE en 1982, la segunda mayoría absoluta socialista con 184 escaños la obtuvo también con el 44% del voto. Por lo tanto este porcentaje de voto parece ser el valor de referencia del que disponemos hasta la fecha para considerar a partir de que umbral de voto una candidatura puede lograr dicha mayoría.

Sin embargo en las elecciones precedentes el PSOE alcanzó un 43,9 % del voto y sólo logró 169 escaños, 7 menos que la mayoría absoluta.

Por lo tanto no sólo tal porcentaje de voto es necesario sino que el porcentaje de voto de la principal candidatura oponente baje notablemente. En definitiva, si el PP aspira a la mayoría absoluta necesita que el PSOE se debilite a si mismo (abstención) o debe “robarle” muchos de los votos de 2008, esencialmente en Cataluña y Andalucía (dos zonas que sumaron 1 millón 800 mil votos de ventaja del PSOE sobre el PP en las Generales 2008).

Confrontación decisiva PSOE-PP

Las condiciones en las se produce esta confrontación electoral no se han convocado muchas elecciones en España, ya que la gravedad y la amplitud de esta crisis, que afecta al sistema económico mundial, no tiene precedentes.

Esta crisis ya ha hecho caer varios líderes y varios gobiernos en Europa y ahora parece que llega el turno de España. Al menos es lo que parece desprenderse de la generalidad de las encuestas. La duda reside menos en la posibilidad clara de que se repita la alternancia que se produjo en 1996 y que alzó al poder al PP, sino en la intensidad de un posible cambio. Y también si se produce dicho cambio cuales serían los factores que más lo explicarían: la abstención de parte del electorado del PSOE, los desplazamientos de votantes desde la orilla electoral izquierda a la orilla derecha, algo que durante muchos años apenas se ha producido en España, o ambas cosas a la vez.

La historia electoral de nuestro país desde 1989, año de la “refundación” de AP, que tomó el nombre de PP, ha sido una historia cada vez más dominada por la bipolaridad entre un PSOE hegemónico desde 1982 y un PP que inició un lento ascenso, favorecido por la desaparición del CDS, y que empezó a competir seriamente con la candidatura socialista en las Generales de 1993.

El PP logró en 1996 una primera victoria, con muy poca ventaja sobre el PSOE, pero luego la consolidó, obteniendo mayoría absoluta en 2000, en buena medida favorecido por el gran flujo abstencionista en las filas del electorado socialista.

Llegadas las elecciones de 2004 el PP no mantuvo sus posiciones, su voto regresó al nivel precedente mientras se producía una fuerte movilización de votantes socialistas que se mantuvo en 2008.

El trazado de la curva de evolución del PP muestra de todas formas una trayectoria ascendente bastante más regular que la del PSOE, mucho más oscilante, con ascensos y descensos bruscos y muy pronunciados a veces.

Un descenso brusco ahora en 2011 no rompería con esa lógica que ya se dio en 2000 a favor del PP.

¿Una nueva oportunidad para IU/IC?

Izquierda Unida ha sido la tercera candidatura más votada a escala estatal desde las Generales de 1989. Esta coalición encabezada por el PCE y que se presentó con tal denominación a partir de las Generales de 1986, llegó a superar los dos millones y medio de votos en las elecciones de 1996, cuando el PSOE perdió las elecciones frente al PP.

La trayectoria del voto PCE en una primera época, IU en una segunda, muestra una línea de evolución que traza prácticamente como muestra el cuadro la gráfica invertida de la evolución del PSOE.

Esto significa que han existido a lo largo del tiempo trasvases de voto entre PSOE-IU e IU-PSOE. En los momentos de fuerte desgaste del PSOE, IU se ha visto favorecida por el desplazamiento de votantes descontentos con la política socialista, y en los momentos en los que el PSOE ha sido el referente del voto de izquierdas o progresista, como fue en 1982 o en 2004, ha ocurrido lo contrario.

En la etapa más reciente, IU ha venido sufriendo una pérdida progresiva de votos desde su momento más álgido de 1996, experimentando una fuerte crisis electoral en las precedentes generales de 2008 que le llevó a la mínima expresión en el número de escaños de su historia (1 IU en Madrid y 1 IC en Barcelona).

Si nos referimos a los escaños, esta candidatura ha ofrecido a lo largo de su trayectoria unas oscilaciones enormes, acercándose en algunas elecciones de los 20 escaños o incluso superándolos (en 5 de las 10 Generales celebradas así fue) y descendiendo a menos de la mitad en el resto.

Por lo tanto, no es la ley electoral solamente la causante de que IU en determinadas elecciones obtenga pocos escaños, ya que con la vigente ley esta candidatura obtuvo 23 en 1979 y 21 en 1996. Todo depende del porcentaje de votos y en ese sentido IU o bien ha obtenido porcentajes cercanos al 10%, logrando entre 17 y 23 escaños, o bien ha caído a niveles situados alrededor del 4% o 5%, en cuyo caso sus escaños han oscilado entre los 2 y los 8.

En estas próximas elecciones, si consideramos que una parte, que está por ver, del electorado PSOE podría refluir hacia IU, esta candidatura lograría salir de su actual marginalidad parlamentaria si su porcentaje de voto superase el 5%.

El voto nacionalista

Es sabido que el voto nacionalista/regionalista es una fuerza electoral que tiene cierta relevancia en la España periférica, aunque en algunas zonas más que en otras.

En la España interior también tiene o ha tenido alguna presencia en ciertas circunscripciones, como CHA o el PAR en las de Aragón, como la UPL en León o en La Rioja el Partido Riojano, pero aquí su incidencia es mucho menor y sobre todo en escaños.

Su peso e incidencia en los últimos procesos celebrados se puede observar en la tabla incluida, en donde figuran las candidaturas que han conseguido algún escaño en alguna de las tres elecciones anteriores. Se puede ver que no es un voto estable como algunos a veces comentan, ni mucho menos.

En su conjunto, en 2000 y 2004 absorbió cerca del 11% de los votos y 33 escaños, es decir el 9,4% de los escaños. Sin embargo, en 2008 este tipo de voto
sufrió un notable descenso
, retrocediendo hasta el 7,7% de los votos. La pérdida de escaños fue aún más notable, ya que pasó de los 33 escaños hasta los
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, una pérdida de casi el 30% de su presencia parlamentaria.

Como vemos, esa caída fue en gran parte motivada por la crisis de las formaciones nacionalistas catalanas, de CIU pero sobre todo de ERC, que registró la pérdida de más de lamitad de sus votos y escaños conseguidos en 2004. Ahora bien, también es posible constatar que prácticamente, exceptuando Nafarroa-Bai o el BNG, todas las candidaturas de esta tendencia sufrieron una sangría de votos en las anteriores generales.

En total, retrocedieron casi 800.000 votos, perdiendo en conjunto más de la cuarta parte de los votos.

En definitiva, el voto nacionalista experimentó en las generales de 2008 una de sus peores crisis electorales en Cataluña, pero también en el País Vasco, en
Canarias, en Andalucía o en Aragón.

En estas elecciones del 20-N 2011 es una incógnita prever el comportamiento que tendrán estas candidaturas y, sin duda, la mayor es el nivel que alcanzará Amaiur, la candidatura radical vasca después del anuncio de la banda terrorista ETA.

El voto de las minorías: la incógnita UPyD

En las anteriores elecciones generales, de 2008, se presentó una candidatura nueva: la de UPyD, que estuvo presente en todas las circunscripciones aunque con desigual fortuna. Propulsada por Rosa Díez, antigua dirigente del PSOE, buscaba un espacio entre los dos grandes partidos, PSOE y PP, y consiguió al final un único escaño para su líder. Su discurso sigue incidiendo en contra del bipartidismo y en la necesidad de la reforma de la actual ley electoral, de la cual esta candidatura se considera una de las principales víctimas.

Rosa Diez aparece en las encuestas como uno de los líderes políticos de ámbito nacional más valorado. No es la primera vez que en las Generales se presenta una formación al servicio de una personalidad influyente en la opinión pública, recordemos la candidatura de Ruiz-Mateos, que obtuvo 219.883 votos (1,07%) en las Generales de 1989, más que HB o que el Partido Andalucista, o  la de GIL, 72.162 votos en las del 2000.

Estas candidaturas despertaron la atención en su momento, pero su vida política electoral fue breve.

Con la de UPyD, tan estrechamente vinculada a la persona de Rosa Díez, podría pasar lo mismo ya que la imagen, la valoración de un líder o el apoyo mediático que reciba, aunque importante, no se traduce automáticamente en votos. Por otra parte hay que franquear un umbral mínimo, no solo el 3% que marca la ley electoral para poder optar al reparto de escaños, sino bastantes más para ser considerada una opción relevante y útil electoralmente. Y aquí aparece la incógnita del futuro de UPyD ya que su reciente y escaso pasado plantea fuertes interrogantes.

Si nos atenemos a sus resultados en las anteriores Generales, UPyD sumó 306.078 votos en toda España, el 1,19% de los votos válidos, un porcentaje irrelevante. Se objetará que obtuvo el mismo porcentaje a nivel estatal que el PNV, o más alto que ERC, BNG o CC. Pero con una diferencia fundamental, y es que esas formaciones nacionalistas, allí en donde se presentaron (País Vasco, Galicia, Cataluña o Canarias), es decir, en su ámbito electoral específico, obtuvieron porcentajes importantes. Por ejemplo, si CC a escala estatal sacó el 0,68% de los votos, en Canarias su voto alcanzó el 17,5%, (29,2% en Tenerife, con lo cual en esa circunscripción le sobraban votos para conseguir 2 escaños). Lo mismo puede decirse de las otras formaciones nacionalistas, que tienen un peso importante en ciertas circunscripciones.

En cambio, UPyD fue una candidatura marginal en todas las circunscripciones, en las de diez CCAA no alcanzó ni siquiera el 1% de los votos, en otras seis superó por poco el 1%. En otras palabras, en todas las circunscripciones de España, menos en una, UPyD quedó excluida al no superar el mínimo legal del 3 %. La única en la que el voto UPyD tuvo importancia fue Madrid, en donde superó los 100.000 votos, el 3,7%, lo que le supuso obtener el único escaño que consiguió. Madrid aportó en 2008 el 43,2% de los votos de UPyD, lo cual convierte a esta candidatura en una fuerza regional madrileña, siendo un voto marginal en el resto de España.

Con estos antecedentes, a pesar de los resultados en las municipales de los que no se puede extrapolar para las Generales, los resultados de Madrid en estas elecciones determinarán casi exclusivamente el futuro de esta candidatura minoritaria.

Los llamados a decidir el domingo 20-N

En las elecciones, se suele poner más el acento sobre los protagonistas de lo que la ley llama el sufragio pasivo, es decir, los candidatos a recibir los votos, que sobre los que ejercen el sufragio activo: dicho de otro modo, los que dan sus votos, los electores.

Trataremos aquí de dar una breve pincelada sobre las características de la población que decidirá en breve quién va a gobernar los próximos cuatro años.

 En estas elecciones gozan del derecho político de elegir democráticamente a sus representantes 35.776.615 ciudadanos españoles, unos 700.000 más que en 2008.

De ellos, 1.479.314 residen fuera de España, un 4%. Este último colectivo no suele influir apenas en los resultados, y recordaremos que en las Generales anteriores su participación se limitó a un tercio, al 32%.

El censo de los que residen en España, repartidos entre 52 circunscripciones, ha crecido desde 2008 en 429.000 electores, que es el saldo ligeramente positivo entre los nuevos electores que llegan, los jóvenes que desde las anteriores Generales han alcanzado la edad de votar, 1.519.397, y los electores que han desaparecido, en su mayoría por fallecimiento y algunos pocos por emigración.

Dado el problema tan grave del paro juvenil en nuestro país, será importante conocer en primer lugar el comportamiento de estos jóvenes de cara a la participación/abstención, teniendo en cuenta que en estas elecciones 1 punto de participación absorbe 357.766 votos, lo que quiere decir que el segmento de los más jóvenes, los nuevos electores, podría mover arriba o abajo la participación o la abstención hasta 5 puntos, lo que puede tener importantes consecuencias sobre todo de cara al PSOE, que es la candidatura más sensible a los flujos más o menos participativos.

En cuanto al conjunto de electores jóvenes, no sólo los que ahora llegan a la edad del voto, sino de todos los que tendrán el 20-N entre 18 y 29 años, este colectivo alcanza la cifra de 5.384.352 electores, el 15,7 % del censo electoral.

Si nos situamos en el extremo opuesto, el colectivo de electores más mayores, los que superan los 65 años, éstos llegan casi a los 8 millones, el 23,3 % del total.

Para acabar nos referiremos al dato de sexo, señalando el peso electoral importante de las mujeres, que arrojan una cifra de 1 millón superior a la de electores hombres.