Por Rocío Castejón
Hace aproximadamente una semana leí en un diario un artículo que afirmaba que había una relación positiva entre blasfemia y honestidad. Defendía que el decir palabrotas era signo de autenticidad.
¿Es que tenemos que ser maleducados para ser auténticos? Yo creo que el asunto de las palabrotas va más ligado a la sensibilidad que a una muestra de honestidad. La autenticidad no solo se demuestra diciendo lo que se piensa si no que se demuestra haciendo lo que se dice.
La Rae define blasfemar como: “Decir palabras o expresiones injuriosas contra alguien o algo sagrado”. ¿Ofender a alguien es ser auténtico, honesto? ¿O es simplemente mala educación y una falta de respeto?
Una cosa es soltar un cabreo y otra andar continuamente lanzando palabrotas. La asiduidad en la utilización de esas palabrotas también debería entrar en la ecuación. Y que no me diga nadie que nunca ha soltado una, que ir de puros y desmemoriados no es bueno ni positivo.
Cuando algo te salga mal y pienses una palabrota, pues… te lo preguntas. Luego puedes sonreír. Es la mejor cura darse cuenta de lo brutos que en ocasiones somos.
21 enero 2017 | 19:49
Lo que es una falta de respeto es que esto tan simple sea publicado y sea de tan facil acceso en un medio nacional, teniendo otras tantas opiniones de mucho mas peso y criterio, amen de estar mas trabajadas, explicadas y elaboradas. Asi va el mundo.
21 enero 2017 | 21:00
NO creo que es falta de educcacion y respeto …
22 enero 2017 | 21:36