Mil historias de sexo y unas poquitas de amor Mil historias de sexo y unas poquitas de amor

Mil historias de sexo y unas poquitas de amor

Archivo de noviembre, 2009

Fantasía sexual con una scort

Qué pesadito está este hombre desde que sabe que una amiga suya conoce a una chica que tiene una agencia de scorts, y le ha contado que es una mujer abierta, culta y muy interesante.

Él lo llama así, pero en lenguaje casero es una agencia de prostitutas de alto standing. Vamos que lo de llamarlas scorts no les quita ni un gramo de lo que son, ni ellas tampoco lo quieren.

Este buen hombre intenta enrollarse con la jefa de la agencia, de la que sabe de sus cosas a través de esa amiga común. Le encanta su nombre, las cosas que dice y está empeñado en meterse en su cama sin pagar, porque no quiere ser un cliente sino un amigo íntimo para empezar.

De momento, no hace más que soñar dormido con ella y tener con frecuencia sueños húmedos. Y cuando está despierto se pone a pensar en fantasías sexuales que la tienen a ella como centro de su universo.

Hace poco otro amigo me contó que sentía fascinación por estas mujeres. Se entiende que por las que se dedican a esto porque quieren, lo dejo claro. Y dice que no le importaría mantener una relación de pago.

Me extrañó porque una buena parte de los hombres que conozco nunca pagaría por tener sexo.

¡¡¡¡300 orgasmos!!!!

Unas tanto y otras a verlas venir, aunque lo hagan siete veces a la semana.

Cuando leí esta noticia no daba crédito:

Michelle Thompson hubiera dado lo que fuera por bajar de los 300 orgasmos al día. Pero ya no, ya está contenta porque ha encontrado la horma de su zapato: Andrew, un vecino divorciado, capaz de satisfacer su voracidad.

La chica tiene una enfermedad poco frecuente llamada síndrome de excitación sexual persistente. Una anomalía que hace fluir más sangre de la debida hacia los órganos genitales, propiciando el clímax y la excitación sexual.

Durante años ha intentado buscar una cura para su trastorno. Ahora no. Ahora está más o menos satisfecha: «Si alguien viniera y me quitara para siempre mis orgasmos, creo que quedaría devastada».

Hasta ahora Michelle había sobrellevado su trastorno entre la alegría y la desolación. Alegría por el trajín repentino y constante que le late en la entrepierna. Desolación por no poder encontrar un hombre dispuesto para satisfacer todo ese furor.

«Todos acababan cansados de mí», dijo en un paeriódico británico, «pero cuando se lo dije a Andrew se rió y me dijo que él acabaría conmigo primero».

Michelle y Andrew viven en la misma calle pero en casas distintas y de vez en cuando cruzan de acera para satisfacer sus deseos. «Yo podría hacerlo las 24 horas del día y él también, normalmente cruzo la calle hasta su casa para tener sexo. Y lo hacemos al menos 10 veces al día», dice.

Un traqueteo que ha disparado la calidad de vida de Michelle, sumida en una insatisfacción continua por culpa del trastorno. Y no sólo en el plano personal sino también en su puesto de trabajo: tuvo que dejar su empleo en una fábrica de galletas porque el ruido de las máquinas le provocaba orgasmos continuos.

Andrew es el primer hombre que está a la altura del reto de Michelle. Y no porque ella no se haya detenido a buscar. Por su cama han pasado muchos hombres. El primero aguantó sólo unos meses, incapaz de seguirle el paso. Hubo uno que aguantó cinco años pero también tiró la toalla. «Cuando rompimos, estaba exhausto, era un hombre derrotado», dice ella.

Nada que ver con Andrew, que trabaja como limpiador en una empresa cercana a Nelson, la pedanía del condado de Lancaster donde residen los dos. Antes, Michelle buscaba una cura para sus orgasmos. Ahora no. Dice que le basta con Andrew.

Con llegar a la mitad de la mitad del hábito de una amiga, que se echa unos cuatro o cinco al día, me basta y me sobra.

Susurros de amor con voz de hombre

«Lo que más me pone de este hombre es su voz grave, que parece que te está diciendo: ven acá pequeña que conmigo vas a estar segura y te voy a susurrar guarrerías al oído».

Este gusto de mi amiga me lo recordó ayer un programa de la SER, en el que hablaban de la importancia de la voz en las relaciones sexuales.

Independientemente de las preferencias que manifestaban los oyentes, dos expertos ponían el acento en la biología: la mujer busca un hombre con voz grave, que asegure la reproducción y aporte seguridad a las crías.

Y los hombres buscan a mujeres de voces agudas, porque significa juventud, fuerza y salud. O sea que la perpetuación de la especie -decían- acaba saliendo siempre.

Un estudio publicado hace dos años en la revista científica Biology Letters por C. L. Apicella, C. R. Feinberg y F. W. Marlowe lo ponía de manifiesto.

Dice que los hombres con voz grave son los que tienen más hijos y sugiere que, desde un punto de vista evolutivo, la selección de pareja por parte de la mujer ha favorecido a quienes tienen lo que se llama «voz de hombre».

La investigación confirma algo que pasa en el mundo animal: las señales acústicas del macho, que vienen a dar información de una buena calidad genética, son preferidas por la hembra. «Si nuestros antepasados siguieron un proceso parecido –señala Feinberg–, ésta podría ser una razón de por qué las voces de hombres y mujeres suenan tan distintas».

¿Cómo te despiertan?

Lleva muchos años solo, pero aún echa de menos que lo despierten cada mañana como se despierta a un amante, con besos, con caricias, con amor o con un polvito.

Lo dice siempre. Lo que más le gusta de estar-vivir con una mujer es la hora de despertarse por la mañana, aunque tengan que levantarse para ir a trabajar, esa media hora de ronroneo y devaneos tan placenteros.

Pero claro, él tenía unos despertares muy románticos y también muy lujuriosos, que iba intercalando. Y no todo el mundo los tiene así.

Otro amigo mío se queja amargamente de que en cuanto suena el despetador, su novia se levanta como un rayo, con una actividad que le da vértigo, mientras él intenta retenerla, sin ningún éxito, para quererla un poquito. Nada, la otra se pone en marcha y para cuando él se levanta 15 o 20 minutos después, ella ya está casi lista para marcharse.

Hay quien es despertada con besos todos los días y hay quien se conforma con el sonido de la radio, porque, salvo en contadas ocasiones, no tiene a nadie que lo rescate del sueño.

También conozco a una mujer que pasa de que la quieran por la mañana, porque pierde mucho tiempo y tiene que aprovechar cada minuto del día. ¡Toma romanticismo! Prefiere las noches para el amor y los arrumacos.

Esto de los despertares es un mosaico como el de los colores.

¿A ti cómo te gusta despertarte?

Sexo muy satisfactorio

Un estudio para la detección de disfunciones sexuales, que se publicó hace poco, decía que para tres de cada diez españoles el sexo es lo más insatisfactorio de su vida.

Al hilo de esta información, una chica que acaba de comenzar una relación con un hombre que le dobla la edad, me decía que hasta ahora no había sabido lo que era sexo del bueno, acostumbrada como estaba a tenerlo con veinteañeros, su edad, sin sentir ni enterarse de nada.

Cuando la escuché decirlo, no me sorprendió. Supuse que, por la edad, no lleva mucha carrera en esas lides y que al principio le cuesta a todo el mundo aprender, más a ellas que a ellos.

Pero al poco tiempo, otra mujer de mi edad me dijo lo mismo del sexo que mantenía con un hombre algo más joven, que le había enseñado a sentir lo que su marido no había hecho en 20 años.

Salvo los casos en que es una enfermedad la causa de la insatisfacción, he escuchado más casos de mujeres insatisfechas que de hombres, bien por la impericia, por la actitud del hombre que tienen al lado o porque ellas tampoco pondrán de su parte, digo yo.

El caso es que últimamente he conocido algunos ejemplos más de mujeres que con el cambio de pareja han decubierto el ‘supersexo’. Vamos, que según ellas, casi ni se habían enterado de lo que es bueno hasta que han sido más mayores y han tenido otras experiencias.

Anda que estar años y años con el mismo hombre y nada de nada… Qué desesperación.

P.D. A ver, no he dicho, ni mucho menos, que los hombres sean los malos ni las mujeres, las buenas. He contado dos ejemplos recientes. Y he apuntado que las causas también están en las mujeres. Lo digo para los que opinan directamente sin leer. Y no seais tan susceptibles, que no es para tanto, coño.

Los 10 lugares mejores para tener sexo

Los lugares ideales para mantener sexo, aemás de la cama, son aquellos que reúnen adrenalina, sorpresa y sexo salvaje.

Lo dice un estudio realizado en Estados Unidos, para el que preguntaron a hombres y mujeres por el lugar en el que han vivido sus máximas experiencias de placer. Eligieron estos:

1. Escaleras de un edificio: Las mejores son las escaleras de emergencia de los edificios grandes de oficinas y hoteles. Son más oscuras, no son visitadas, no hay cámaras y dan sensación de peligro.

2. Coche: Si llueve, se empañan los cristales y no se ve nada de quién y qué se hace dentro. Pero si lo gusta el riesgo, un día sin lluvia, por la noche o a la luz del sol, en una calle o un lugar apartado.

3. Piscina: Tener sexo en una piscina puede ser uno de los momentos más eróticos. La lubricación aumenta y la fricción en el agua facilita el orgasmo en ambos. El único inconvenientees que el condón y el agua no se llevan y el preservativo puede salirse.

4. Cine: Por la oscuridad, los sonidos y la privacidad de las últimas filas, si no es un estreno. Las mejores sesiones, las del horario matutino o muy tarde, cuando el cine esté vacío, o en una película aburrida.

5. Autobús: En un viaje largo, en los asentos del fondo y si no hay mucha gente, claro, o los que hay están dormidos.

6. Probadores: Sobre todo los probadores mixtos o en los que apenas divide una pequeña puerta, son los ideales para tener sexo mientras decenas de mujeres y hombres se prueban prendas. Hay espejo, espacio, asiento, luz y peligro.

7. Parque: Tener sexo al aire libre da oxígeno a la relación. Si hay muchos árboles, uno se puede esconder e los paseantes.

8. Baño de un bar: o de las discotecas, donde hay música demasiado alta, desorden y no se sabe si alguien va o viene.

9. Mar: Un sitio apropiado para el vaivén del sexo. En una playa tranquila, no muy llena de gente. Se puede aparentar que se disfruta del mar abrazados.

10. Cualquier rincón: Al final, el mejor lugar será el que se te ocurra espontáneamente, el que desarrolle tu imaginación, el que permita pasarlo bien y con la adrenalina por delante.

Esto es lo que dicen los consultados por el estudio, pero les falta, por ejemplo, el baño de un avión o de un tren y la oficina, donde se pasan muchas horas.

¿El vuestro cuál es?

Hacerlo con mujeres mayores es un chollo

19 añitos y se acaba de liar con una mujer casada de 34.

Más bien lo enrolló ella y él se dejó querer, y de qué manera. Desde hace una semana no han dejado de estar juntos un solo día; y, por el momento, no tienen intención de parar.

Ella está encantada, porque llevaba tres años de sequía por problemas matrimoniales y este vapuleo juvenil le está viniendo muy bien. Cuenta que, a pesar de su juventud, el chico es un fuera de serie.

Él dice que está ella está muy buena y que se lo pasan muy bien. Ninguno de los dos piensa en nada más que en el sexo, porque, por distintas razones, es lo único que quieren del otro.

Y como lo tienen tan claro y no hay malos rollos, lo practican cada minuto que tienen libre. Se encuentran casi a escondidas y con mucho secreto y eso, según dice él, le da más morbo a sus encuentros y los hace más deseables y más emocionantes.

Es con la primera mujer mayor que está. Y le gusta la experiencia, porque no tiene que comerse el coco. Ella sabe lo que quiere y cómo lo quiere y se lo hace más fácil, y él, de paso, aprende con ella.

Es un chollo, dice, porque ella, que ya tiene su vida, no es como las otras, las de su edad, que al segundo polvo se enamoran y lo echan todo a perder.

Qué clarito lo tiene el niño.

P.D.: Se entiende que hablo de una mujer bastante mayor que el chico.

Con los jefes bien follados da gusto

Lo dije en un post hace cuatro años y lo sigo manteniendo: Los convenios deberían incluir una cláusula que obligara a los jefes (léase genérico: hombres y mujeres) a que vinieran de casa bien follados, a que follaran más, más seguido y mejor.

Así no estarían después todo el día con cara de vinagre y haciéndole la puñeta al personal, se reirían más, que eso es muy sano también en el trabajo, aunque está mal visto en según qué sitios, y serían mejor aceptados por la plebe.

Ya sé que hay jefes para todo, pero a la mayoría de los que yo he conocido les pasa eso, que no lo hacen regularmente y si lo hacen, lo hacen muy malamente. Llevan el cartel pegado en la frente.

Cuando escribí sobre esto me pusieron verde, porque, como siempre en estos casos, algunos entendieron que hablaba sólo de hombres, y claro, eso es pecado mortal.

No, hablaba de hombres y de mujeres, que también hay cada una tan mal follada que da pena verla. Lo que pasa es que son menos.

Ya que hay una reforma laboral en marcha, lo podían tener en cuenta. No es ninguna tontería.

Quiero un gran amor

Ella está en un momento muy malo y necesita mucho cariño. Ese momento de las mujeres maduras que las hace tan dependientes de un amor, que por lo general, en esa etapa de sus vidas o no existe, o ha desaparecido o no se ve.

En el caso de esta mujer, el amor se ha desvanecido, como se desvaneció hace tiempo la pasión que dio paso al cariño como ocurre en cualquier pareja que lleva tantos años como lleva ella.

Y a ella no le basta. NO quiero vivir así, porque dice que le falta el aire. Aunque los niveles cambien con la edad, ella quiere una pasión en toda regla. Un gran amor que le haga vibrar como antes.

Su hombre la quiere a su manera, está pendiente de ella, mantiene una convivencia agradable, pero no le sirve. Ella quiere tensión, fuego, pasión y eso a una determinada edad, con años de convivencia a la espalda y mucha vida es , no imposible pero casi.

Pero no se resiste. Cuando le dices que se eche un amante, contesta que no piensa complicarse la vida, que ya lo tiene en casa, que lo que debe hacer es abrirle las ganas, porque lo que quiere es que él se despierte de una vez, que parece que esta aletargado.

No quiere amantes, quiere un gran amor. Como el que tuvo hasta hace muy poquito. Pero ese no sé si vuelve.

La masturbación, mejor con manos limpias

El ultraderechista sindicato de funcionarios Manos Limpias ha presentado una denuncia contra la Junta de Extremadura por la campaña sobre masturbación, dirigida a adolescentes y jóvenes, «El placer está en tus manos»

Tratándose de masturbarse, el nombre del sindicato le viene al pelo al asunto. Porque en cuestiones de autoexploración sexual, las manos, mejor pasadas por agua y jabón.

El tema daría para bromas, ironías y juegos de palabras si no fuera por lo ridículo del planteamiento del denunciante.

La denuncia va dirigida contra Laura Garrido, presidenta del Consejo de la Juventud de Extremadura, por un presunto delito «contra la integridad moral»; contra Carlos Javier Rodríguez, responsable de la Consejería de los Jóvenes, por la «concesión de una subvención de 14.000 euros; y contra las propietarias de la tienda Los placeres de Lola -que han sido contratadas como educadoras sexuales- por intrusismo».

Los de Manos Limpias creen que se ha generado un «estado de alarma social» por la concesión de los 14.000 euros y que se ha cometido un delito penal, porque los destinatarios de los talleres sobre el uso de juguetes eróticos, masturbación o placer, son menores de edad, amén de delitos de provocación sexual, corrupción de menores e intrusismo. Tela.

Qué vena se les habrá hinchado ahora a esta panda que ni masturbarse tranquilo le dejan a uno. Con lo que cuesta aprender.