¡HERMANA! DESHOJÁBAMOS NUESTROS CUERPOS ARDIENTES
¡Hermana! Deshojábamos nuestros cuerpos ardientes
en una profusión sin fin y sin sentido…
era otoño y el sol -¿te acuerdas?- endulzaba
tristemente la estancia de un fulgor blanquecino…
Luego -los ojos grandes como carbones rojos-
te arreglabas la toca, el velo… y sin ruido
te ibas, como una sombra, a la capilla aquella
perdida entre opulentos rosales amarillos…
Venían días tristes en que te recogías…
mi amor se hacía más inmenso y más sombrío
y cuando tú surgías, más pálida que el agua,
encontrabas mi pecho como un pájaro el nido…
Tú creías que Dios te miraba… En las tardes
de huracán y tormenta temblorosa de frío
ibas, los ojos bajos, pegada a las paredes,
con el corazón asustado como un niño.
Este es uno de los poemas que se incluyen en Libros de amor, un volumen de poesía sensual, erótica, que Juan Ramón Jiménez no llegó a publicar en vida para no ofender a su mujer, Zenobia Camprubí, y que se presentó el mes pasado.
Está dedicado a la monja Pilar Ruberte, una de las hermanas del sanatorio del Rosario, donde estuvo el autor de Platero y acabó expulsado por su relación con tres novicias.
«Hermana Pilar, ¿tienes aún tan negros tus ojos? ¿Y tu boca tan fresca y tan roja? Y tus pechos… ¿cómo tienes los pechos? Ay, ¿te acuerdas cuando entrabas en las altas horas en mi cuarto, cuando me llamabas como una madre, cuando me reñías como a un niño?».
Sí, menudo elemento J.R.Jiménez; me refiero a su vida, claro, no a su obra. La Camprubí lo hubo de sufrir.Pero no podía ser de otra manera: sin una vida sustanciosa y nutricia… Aunque algunos individuos poseen portentosa imaginación.Estoy deseando leer ese librico. Ha de ser… ¿Curioso?Las monjitas, qué lindas, ¿no son mujeres? Pues eso.
30 noviembre -0001 | 0:00
me viene a la memoria ese chascarrillo, un tanto misógino, que dice; «las monjas se casan con dios…porque no hay dios que se case con ellas». y eso me lleva a pensar en el verdadero sentido de «ese matrimonio» antinatura de un ser humano y un dios que indudablemente tiene que llevar, o a la frustración, o al desequilibrio mental. pero sí, hay mucho de erotismo latente y oculto en el tema de las monjitas y lo que ocultan sus hábitos….salú.
30 noviembre -0001 | 0:00
Las monjas son mujeres y los curas son hombres.Ambos practican la hipocresía sexual. Pero si de religiones hablamos, la hipocresía ya va intrínseca…
30 noviembre -0001 | 0:00
Se ve que el tal Juanra se cepillo a unas cuantas monjitas…¡que envidia!
16 julio 2007 | 9:02
el Juan ramón utiliza la palabra «amor»; porqué no pensar que de eso se trata?si está dedicado a UNA monja, no está dedicado a 3 monjas, es que si está dedicado a UNA monja y utiliza la palabra amor,entonces no mola para artículo, y hay que incluir al menos a otras 2 ?parece que lo certificado es UNA monja con nombre y apellidos, lo de las otras dos puede ser o no ser cierto, pero desde luego resulta mucho más polémico y por ende más «publicable» porque así se vuelve al arquetipo del «macho» que tanto gusta describir en estos foros y que tanto juego dá para poner a parir al «macho» en general, que «sólo piensa en follar»,etc,etc
16 julio 2007 | 9:27
Me parecen unos poemas preciosos…estoy deseando de tener ese libro entre mis manos!.Parece ser que Juan Ramón también se soltó la melena y era menos serio de lo que parecía.A mi me gusta que se publiquen cosas así, porque humaniza mucho su figura y le dá una faceta tierna, más cercana a la gente de a pie.Vivan las pasiones y el «pecado»!.Besos a tod@s!!
16 julio 2007 | 10:58
joermenudo jachondo el juanray las monjitas ni te cuento…jejejejejbesicos
16 julio 2007 | 11:52
Cuando se presentó el libro en la Residencia de Estudiantes de Madrid, las actuales monjas del sanatorio del Rosario, que está en la calle Príncipe de Vergara, enviaron una protesta por haber incluido los amores de la monja Ruberte. No sé qué pasaría después, porque el libro ya está comercializándose.Las historias de amores de monjas me dan mucho morbo, será por los recuerdos de cuando iba al colegio de pequeña que las veía como unos seres asexuados. Y claro, son mujeres que se pueden enamorar y echarse una canita al aire. Bueno, creo que de esto último hay poco.
16 julio 2007 | 18:21
Yo fui algúna año a colegios de monjas , ya en la pubertad . Unas eran bastante progres , otras algo menos .Una de las chicas más monas de la clase , y no solo mona si no con buen carácter y encantadora, se hizo monja . Nos quedamos todas de pasta de boniato . Con los años la vi en el metro de BCN . Era ella , igualita, clavaíta, pero sin evolucionar : mismo peinado y con hábitos de estos discretitos . Evidentemente mucho menos atractiva .Pensando en ella cómo no se va a creer una estas historias . Son de carne y hueso y es lógico que más de una vez se les rebele la carne y se les revolucione el alma , que además muchos de ellos/as seguro que deben ser muy románticos por lo de la espiritualidad .Lo antinatural es lo contrario : someterlos a la tortura de la castidad obligatoria . También sé de historias de curas que después de una jartá de años dedicándose a Dios han visto el cielo con una mujer . Pero la Iglesia es poderosa y no los suelta así como así . Si puede los recupera para la vocación y tapa el escándalo trsladándolos donde no los conozcan . En fin, un sinsentido.Procuraré hacerme con el libro . La verdad es que morbo causa, y la calidad seguro que está asegurada .¡ Ay , pobre monjita ! Sobre todo en aquellos tiempos …
16 julio 2007 | 18:39
Un gran poema. Qiero recomendaros también a Luis Cernuda, Fernando Pessoa, Claudio Rodríguez, Pablo Neruda.La poesía y la novela mezclan normalmente experiencias de amor.En novela me gustaría recordar a Almudena Grandes (Castillos de cartón, Los aires difíciles), Ray Loriga (El hombre que inventó Manhattan, Trífero), Espido Freire (Melocotones helados, Diabulus in música).Y desde luego os agradecería mucho si pudiérais comprar el libro que he publicado, se llama ICONOS, el autor Alejandro Lorente. Se puede encargar en El Corte Inglés y creo que en la Casa del Libro. Lo ha publicado la editorial Entrelíneas de Madrid. Trata sobre una historia de amor y una serie de asesinatos en un mundo gobernardo por tres ministros. Muchas gracias a todos por colaborar en esta difícil tarea de escribir un libro, publicación, distribución, venta… Saludos a todos.
16 julio 2007 | 19:39
Menudo Don Juan era. Me parece bien que intentase no ofender a su mujer, cosas así han pasado siempre pero antes estaba muy mal visto separarse o divorciarse, es más no estaba aprobada la ley.A mi también me llama mucho la atención todo lo que sea de monjas y me gustan mucho las historias de conventos. Yo estudié siempre en colegios de monjas y además de las de toda la vida, esas que se escandalizaban por todo. Pobre de tí como alguna te viese remangada o con algún botón descosido, eso sí que era genio y figura.
17 julio 2007 | 9:13
En mi colegio había una monja que a mí me caía muy bien, porque era bastante abierta de mente y no te imponía las cosas porque sí, como las otras. Años después de salir del colegio me enteré de que se había salido de monja y que se había casado con un antiguo novio, y me alegré mucho por ella.
17 julio 2007 | 13:12
Ante todo quisiera hacer una puntualización a 20minutos, cuando dicen que no publicó el libro por no herir a Zenobia. Por lo que he leído, Zenobia era una mujer muy inteligente, con muchos conocimientos y muchas posibilidades de desarrollo intelectual, desafortunadamente lo dejó todo por dedicarse a su maridito, que, también lo he leído en una biografía, era un egoísta de cuidado que sólo pensaba en él y dependía enormemente de ella. Por lo que después de saber esto yo diría más bien:JUAN RAMÓN NO PUBLICÓ EL LIBRO PARA QUE ZENOBIA NO LE DEJARA, PORQUE ERA CÓMODO TENER SIRVIENTA.Ya sé, ya sé, que ella se metió en la boca del lobo, pero la educación y su alrededor lo favorecían enormemente.
17 julio 2007 | 15:31
Aprecio la belleza de los versos inspirados por una mujer. Al margen de eso, ¡cómo tendría que sentirse Zenobia!
17 julio 2007 | 18:50
¡ Vaya por Dios ( y nunca mejor dicho ) !Ya pensábamos que había hecho Ud. como Mr. Admirador pero sin despedirse . Alegra verlo de nuevo por aquí 🙂 …Y digo yo : ¿ qué no tendría a su vez Zenobia ( precioso nombre ) un padre o confesor que le ayudara a pasar las cuentas del rosario ???
17 julio 2007 | 19:29
Yo empezaba a pensar lo mismo. Pero ya veo que no es una huida en masa, bueno, a pares.Besos a todos
17 julio 2007 | 22:04
Chapi,a todos nos ha afectado la despedida de Admi, espero que vuelva por aquí. A ver si nos ponemos todos las pilas y seguimos como siempre porque a todos nos gusta tu blog.Besos
18 julio 2007 | 10:12
Preciosos versos. ¿Seguro que no son fantasía?Zenobia era lo que son muchas mujeres traicionadas.Atrevido Juan Ramón por escribirlos y atado a su entorno por no publicarlo (¡qué escándalo!, arruinaría su vida a todos los niveles)En cuanto a las razones por las que no dejó a Zenobia, deben ser las mismas por las cuales muchos hombres no abandonan a sus mujeres engañadas…
19 julio 2007 | 23:34
Uñitas: gracias, guapa. Me da mucho ánimo que estéis ahí.Besos
19 julio 2007 | 23:44
Ya no podré leer los versillos del Platero sin morbo. Gracias.
08 septiembre 2007 | 6:41