Como en un cuento clásico de esos que empiezan muy mal y termina con «el fueron felices y comieron perdices«, un perro vio que cambiaba su destino porque alguien se dio cuenta del error. ¡¡¡Menos mal!!!
Un granjero de Virginia, en el este de Estados Unidos, cavó la tumba de su amada mascotas mientras el can observaba. Pero más tarde no tuvo que utilizarla porque el veterinario corrigió su primer diagnóstico y el animal no fue sacrificado. ¡¡¡Capricho de la fortuna!!! Lee el resto de la entrada »