A falta de policías buenos son los maniquíes para ‘proteger’

El periodista argentino Fernando Tocho publicó, en su cuenta de Twitter, un curioso vídeo que podría perfectamente encabezar un ranking de ‘caza talentos’. Lo digo por la persona, agente, mando policial al que se le ocurrió semejante idea, no por la calidad de la pieza.

En un puesto de vigilancia de la ruta provincial 215, la Policía de Buenos Aires colocó un maniquí con chaleco naranja y gorra simulando ser un agente. ¡¡¡Maravilloso!!! Casi como cuando Homer Simpson dejó un palo de escoba con un cubo controlando la central nuclear.

¡Trabajo muy duro!

En pocas horas, el vídeo grabado por Tocho fue compartido rápidamente por decenas de usuarios de la red de microblogging con todo tipo de comentarios. Me imagino que con los ojos como platos al ver las imágenes, según publica un medio local.

«Pobre, no tiene piernas«, dijo un tuitero. «Al que le tocaba la guardia aún lo están buscando en el bar más cercano«, añadió otro. Opiniones para todos los gustos para este claro ejemplo de absentismo laboral.

PD. De regalo os dejo otras historias protagonizadas por maniquíes.

Se disfraza de maniquí para espiar a las chicas en el baño

Fuente: xmangel (Flickr).

Fuente: xmangel (Flickr).

Una fuente que quiere ocultar su identidad (respetaré tus deseos, Willy), me ha hecho llegar una noticia que os pondrá los pelos como escarpias: la historia del muchacho salido de Birmingham. ¡Tacháaaaaan (onomatopeya)!

La primavera está lejos, pero las hormonas ya revolotean a sus anchas en un campus de la Universidad de Birmingham, la segunda ciudad más poblada de Inglaterra. Allí, un muchacho ha perpetrado una fechoría muy por encima de sus posibilidades. Tanto, que le ha acabado saliendo rana.

Un estudiante universitario de 22 años del que aún no ha trascendido su nombre tuvo la feliz ocurrencia de espiar a sus compañeras féminas en el baño. Para ello, suponemos que tras muchas noches de vigilia dándole vueltas a la máquina de pensar, decidió disfrazarse de maniquí. ¡Qué alarde de imaginación! Parece un recurso demasiado utilizado, puesto que también se emplea en robos. ¿No hubiera sido mejor dedicarse a la investigación e inventar algún ungüento que le convirtiera en hombre invisible? Lee el resto de la entrada »

Un ladrón se hace pasar por maniquí para que no le detengan

Si algo hemos aprendido desde el 13 de noviembre de 2008 hasta ahora es que ser ladrón no es cosa fácil. En estos 1.325 días hemos visto pasar por el blog a rateros de todos los colores, excusas de todo tipo, situaciones cómicas y algunas incluso patéticas. Pues bien, hoy, un nuevo caso se une al club de los ladrones con poco ingenio: el protagonista llega desde Argentina, como aquel que entró a robar en una tienda y terminó dejando dinero de su bolsillo.

Os cuento la historia que me hizo llegar @juancmarti, el genial viñetista mexicano. El ladronzuelo entró a una óptica de Rosario para hacerse con un botín suculento que le permitiera darse un respiro en esta crisis que nos asfixia. El problema es que nuestro muchacho tenía poca vista (quizás por eso eligió la óptica) y no fue lo suficientemente hábil como para huir a tiempo. Cuando quiso darse cuenta ya era tarde y la Policía había llegado al local e iluminaba la estancia en busca del responsable del robo.

«¿Qué hago, qué hago?», debió pensar el pobre. Una de las opciones era, como decía Mortadelo, andar hacia atrás para ver si la Policía creía que llegaba, y la otra, inspirada en Soy leyenda… fingir que era un maniquí. Supondréis del título que optó por la segunda opción: quedarse quieto e intentar pasar inadvertido entre los… ¿múltiples maniquíes que pueblan las ópticas del mundo? Sí, amigos, ¿quién no ha visto varios maniquíes dentro de una óptica?

Lo mejor de todo (o lo peor), es que logró su objetivo en un primer instante. Cuenta la prensa local que los agentes dieron por bueno el objeto hasta que uno de ellos iluminó la cara del muñeco con la linterna. A esas alturas y con esa luz en el rostro, era bastante evidente que se trataba del ladrón y no de un figurante esperando el rodaje de una película. Lee el resto de la entrada »

Arrestado por ‘enamorarse’ de un maniquí

Bueno, aquellos que siguen al pie de la letra los titulares tal vez se sientan defraudados por el mío de hoy, ya que Eddie Campbell no fue detenido exactamente por enamorarse de un maniquí, sino por una consecuencia derivada de ese amor difícil (que no imposible).

Os cuento la historia, para que os vayáis haciendo una idea y la valoréis en su justa medida. Resulta que Eddie Manuel Campbell, de 61 años, se enamoró de un maniquí (o eso prefiero pensar yo), pero bien sabéis que el amor puro es muy difícil. Alguna conexión tendremos por ahí (Pilar Cristóbal lo sabrá explicar mejor que yo) que nos obliga a carnalizar nuestro cariño.

Evidentemente, Manuel (vamos a llamarle por el segundo nombre, que es más nuestro), no era excepción. De modo que se llevó al maniquí a un parque y decidió demostrarle su amor allí mismo.

Claro, el problema está ahí, en que uno no puede bajarse los pantalones en mitad de un parque, como si aquello fuera una playa nudista. Aún así, la pasión de Manuel no entiende de sentimientos y allí estaba él, con una mano en el maniquí y otra mano… bueno, os hacéis una idea, me temo. Lee el resto de la entrada »

Normal que se fuguen: ¡el vigilante de la cárcel es un maniquí!

Estamos en crisis. ¿Lo habíais oído? Fijo que no. Igual que seguro que tampoco sabéis quién es Belén Esteban, o que Iker besó a Sara tras ganar el Mundial. Llevamos tiempo repitiendo las mismas cosas y en eso también yo tengo parte de culpa, pero entenderéis que hay veces que es inevitable decir… ¿esto pasaba antes de la crisis?

Bueno, yo os cuento y vosotros me decís. Dos presos se han escapado de una cárcel argentina porque les vigilaba un maniquí. Sí, muchachos, tal y como os lo leéis. Mientras en Estados Unidos tienen que tatuarse el plan para huir en la espalda (bueno, igual sólo en Prison Break), en España nos dedicamos a hacer jolgorios y en Argentina… en Argentina ponen a Wilson a vigilar (Gabriela, algo falla). Lo de Wilson, por cierto, es por el amigo de Tom Hanks en Náufrago.

Los fugados son Walter Pozo y Andrés César, y nos hemos enterado gracias a que una fuente penitenciaria se chivó a un diario regional. Las cámaras de seguridad no funcionan desde hace meses y no hay personal, de modo que en la cárcel alguien debió de tener la estúpida genial idea de poner a un muñeco. Me imagino la escena… Lee el resto de la entrada »

(Foto: Fernando Tocho – TWITTER)

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