Cuando hace poco más de un año, en septiembre de 2015, supimos la noticia de que Netflix adquiría la serie británica Black Mirror, la alegría fue generalizada. Tras dos sorprendentes pero breves temporadas y un último episodio de Navidad, emitido a finales de 2014, apenas se sabía nada de una posible renovación por parte de la cadena Channel 4 hasta que la plataforma líder del vídeo bajo demanda anunció su adquisición. No solo es que Netflix quisiera rematar con el aclamado título de Charlie Brooker un catálogo cada vez más generalista y extenso, sino que se comprometía a producir doce capítulos más con los creadores originales, cuando en su emisión original solo habíamos llegado a ver la mitad de esa cifra.
Noticia positiva, sí, ¿pero y si Netflix se ha venido demasiado arriba encargando tantos episodios y fracasa en esta resurrección seriéfila? Pronto conoceremos el resultado. El canal ha mostrado hace unos días el tráiler de la tercera temporada de Black Mirror, y apenas unas horas atrás, Annabel Jones, productora y mano derecha de Charlie Brooker, ha confirmado en los screenings de la serie que está en marcha la creación del resto de episodios (según han confirmado medios como Radio Times). A nadie le pilla por sorpresa, pues el propio creador ya anunció a través de Twitter que cada nueva entrega tendría seis capítulos, pero ambas noticias forman parte de la maniobra de hype de cara al estreno, el 21 de octubre.
Reconozco que no he querido ver las imágenes del tráiler, pero lo comparto para los más viciosos. Netflix se ha cubierto las espaldas a la hora de crear expectación, con nombres como Joe Wright (Expiación) y Dan Trachtenberg (Calle Cloverfield Lane) en la dirección y Bryce Dallas Howards (Jurassic World) y MacKenzie Davis (Halt and Catch Fire) en el reparto, pero, ¿no estará la plataforma quemando demasiados cartuchos? No es que no confiemos en su equipo, pero Black Mirror es una serie que en la incertidumbre halla su mejor marketing, y hablar con tanta libertad de su futuro, por no comentar el hecho de comprometerse con doce nuevas historias, puede jugar en su contra. Esto es solo una opinión. Tengamos fe en Netflix.