Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

A por la fama, a tomar por saco

He decidido inscribir este blog en el concurso de idems del diario gratuito 20Minutos. Calculo que no andará muy lejos para estar seleccionado entre los de deportes, que dicen que hay una categoría para eso. Claro que lo mismo le da a la blogosfera por girar en sus planteamientos y convierten las churris y las pelis porno en educación física y deportes. Es como intentar convencer a mi suegra que correr es sano. Mira, lo mismo admite que unas tipas retorcidas y con las corvas subidas a la nuca mientras se las trajinan dos tipos en un sandwich sudoroso, es más deporte que salir a las 10 de la noche a correr por polígonos industriales vacíos.

Dan 3.000 rulos. Y estatuillas. Ambas dotaciones me vendrían bastante bien. Unos para tapar agujeros y otras para tapar un desconchón que dejé un día haciendo estiramientos en el aglomerado de una mesa, milagros de la carpintería de los primeros 90 (los años del pino oscuro y del contrachapado). Luego ya lo de trascender, lo de que la gente entre a leerte, que te critiquen, picarte con el moñas que entra al blog de uno a insultar, es lo de menos. Lo hacemos habitualmente sin darnos apenas cuenta. Le montamos la marimorena a uno porque nos ha meneado las hojas del periodico en el tren, le miramos con las comisuras de los labios para abajo y pensamientos homicidas para olvidarnos después de 20 segundos cuando aparece, en ese diario 20Minutos que Dios conserve en su gloria, que el alcohol preserve y a cuyos detractores el demonio confunda, una noticia sobre atletismo, sobre carreras populares, o sobre marchas por la sierra. Y ojo que he escrito Dios con mayúscula y eso no lo hago ni con los vivas a la república.

Loores al periódico que nos mandará a la fama. De un empellón. Hala.

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