La actriz Úrsula Corberó revolucionó Málaga ayer domingo © Gtres
Las fans de Málaga son más fans, gritan más, se vuelven completamente locas cuando ven a un famoso, como sabe Mario Casas, que llegó este sábado a la Costa del Sol para hablar de Palmeras en la nieve y que fue el que más gritos, alaridos y suspiros se llevó de todos los actores del solar patrio. No es la primera vez. Mario es un clásico de este festival canalla en el que todo puede pasar. El récord de suspiros lo tienen él y Miguel Ángel Silvestre. No olvidaré jamás aquel año que estaba yo como periodista infiltrada y vi con estos ojos míos que Dios me ha dado cómo una chica de catorce años trepaba por la pared de un hotel tratando de llegar a la habitación donde el entonces archiconocido Duque tomaba copas con sus amigos actores.
Selfies y desesperación en la llegada de Mario Casas el sábado © Gtres
Sigamos. El momentazo que no olvidaremos jamás de esta edición, que arrancó el viernes pasado (¡18 años ya!), fue el de la aparición sobre el Teatro Cervantes de Silvia Abascal, “heroína invencible” en palabras de Asier Etxeandia, co-presentador de la gala. Qué grande. Qué valiente. Qué maravillosa es Silvia Abascal, que vio las garras de la muerte hace cuatro años cuando se maquillaba para pisar ese mismo teatro y que ha luchado como no está escrito por vivir, por salir adelante, por tener una vida buena y digna. Ejercicios de recuperación diarios, visualizaciones, entrenamientos, el amor y una fe inmensa en su recuperación la han salvado. Lo merece todo. Y estaba preciosa con su mono de Stephane Rolland, aunque mi preferida de la “red carpet” inaugural fue María León, por la que siento debilidad. ¿Cuál fue vuestra preferida?
Silvia Abascal, de Stephane Rolland, y María León, de Stella McCartney © Gtres
Carolina Bang y Manuela Vellés © Gtres
Belén López y Silvia Marsó © Gtres
El otro momentazo nos lo dio el mismo domingo Úrsula Corberó, que jugó con los fotógrafos haciendo que todo el mundo lo pasara bomba. Está feliz. Como para no estarlo: presentaba película, se encontraba en Málaga con un tiempo de escándalo y cada dos por tres le manda cariñosos WhatsApp su novio-bombón Andrés Velencoso. Así cualquiera da saltos de alegría, ¿no os parece?
Úrsula Corberó, a su llegada al Festival. © Gtres
Úrsula Corberó y el equipo de «Cómo sobrevivir a una despedida», dirigida por Manuela Moreno. © Gtres
Más momentazos: los protagonizados por Paco León. El actor se lleva de calle muy merecidamente a todo el mundo: es cercano casi como su hermana (él es un poco más tímido), se ríe hasta de su sombra y se atreve a hacer locuras. “Tengo ganas de experimentar, y si hay que cagarla se caga. Me da más miedo ponerme importante y no arriesgarme a hacerlo mal. Eso es más peligroso”, declaró anoche, que fue cuando recibió el Premio Eloy de la Iglesia del Festival.
En su paso por el festival nos ha enseñado los regalitos con los que la organización sorprende y agasaja a sus invitados cuando llegan al Hotel AC Málaga Palacio y con los espetos que se zampó, plato que devoran cada día en los chiringuitos de la playa los miles de extranjeros que han hecho de la Costa del Sol su paraíso particular.
Regalitos para todos. IG: ©pacoleon
Terminamos con los party-momentazos de Raquel Infante. Esta actriz malagueña, muy popular en Andalucía y a la que muchos conoceréis por su trabajo en Amar es para siempre, pertenece a la pandilla de las actrices más locas y divertidas. Digo locas y divertidas de verdad: no sólo de cara a la galería. En este grupo de actrices desprejuiciadas que se comen la vida y la disfrutan al máximo entra perfectamente María León y también Belén López, amigas y compañeras de fatigas de Raquel Infante, de la que me declaro fan y que nos ha regalado en su cuenta de Instagram estas dos fotos que se alejan de las formalidades del photo call.
Raquel Infante, que mira a cámara, pasándolo bomba con sus amigas Belén López, Cuca Escribano y María León
Muchos periodistas han buscado desesperadamente dónde se celebraban las verdaderas fiestas de Málaga (querían bailes, desfase, ¡cachondeo!), pero éstas normalmente son secretas, entre otras cosas porque nuestros actores son muy listos y saben que sólo pueden divertirse de verdad donde no haya flashes ni intrusos indiscretos que luego pueden irse de la lengua. Muchas veces las copas se alargan en una habitación hasta el amanecer. Otras veces se hacen a puerta cerrada en el Málaga Palacio. Pero lo que está claro es que en Málaga, cada año, suceden cosas que no se ven, que no se cuentan. Y está bien que así sea.
¡Besos a tod@s y hasta mañana!
Rosy
