Desde ya voy diciendo que soy fan de Mark Zuckerberg. Sí, me resulta atractivo, qué pasa. Pero no, no soy fan por su físico ni tampoco por el hecho de que haya creado Facebook, que una es más de contacto físico que de la realidad virtual. Soy fan desde que me enteré que el ínclito creador de la red social se encontraba en una reunión de trabajo con un millonario para llegar a un importante acuerdo y de pronto miró el reloj y le dijo: «Me tengo que ir». Y se fue.

Mark recibió ayer este regalo por parte de un fan

¿Sabéis por qué se tenía que ir? Porque le tocaba estar con su mujer y con su hija. Hay ciertos valores, explica Mark Zuckerberg, que no son negociables para él. El tiempo con su familia, por ejemplo. Y es que tienen un acuerdo de pasar un mínimo de horas a la semana. Pero vayamos al titular de este post. No, no es broma: si no provoca más expectación que celebridades internacionales como Lady Gaga poco le falta. Para empezar, tiene 52.123.006 seguidores en Facebook. Y me cuentan que los paparazzis le han perseguido en Barcelona todos estos días como si de una auténtica estrella se tratara.

Una familia feliz

Aunque parece que a su hijita, Max, a la que conocemos bien pues su papá la ha dado a conocer repetidamente en su red social, se ha quedado en buenas manos en EE UU, su esposa, Priscilla Chan, bióloga y pediatra con la que se casó en 2012, ha viajado con él y con sus muchos guardaespaldas.

Así disfrazó a la nena con ocasión del estreno de Star Wars: el despertar de la fuerza

Ohhhhh

El sábado por la noche se les vio cenando en el restaurante Caelis un menú degustación de 130 euros por cabeza, que fue el que eligieron ellos. Por supuesto, entraron por una puerta privada y tomaron asiento protegidos de los «cazafotos».

Aquí dejo algunos de los platos que tomaron para los curiosos gastronómicos.

Aquí uno de los menús del restaurante Caelis.

Cada vez que aparecía por los pasillos del Mobile world congress se formaba un revuelo digno de una actriz de Hollywood o de una cantante de renombre internacional. Bueno, causó revuelo menos en una ocasión:

Hay que reconocerlo: la imagen da miedo

Y quienes le vieron el pasado domingo bien temprano haciendo running por esas calles de Barcelona se quedaron boquiabiertos: ¿Es él?, ¿no es él? Sí, era él.

Ver a Mark Zuckerberg haciendo running a tu lado no es algo que suceda todos los días. ¿Os parece sexy? 

«Buenos días Barcelona. No hay mejor manera de ver una ciudad antes de una reunión que con una carrera alrededor de la Sagrada Familia hasta el Castillo de Montjuïc”, escribió junto a esa foto en la que le veía todo sonriente y feliz.

El tío, millonario y célebre, ha dejado las discotecas por la vida sana: subir al Montjuic no es moco de pavo (¡16 kilómetros!).

Y él lo demostró en un reportaje gráfico que no necesita palos selfies: se sabe que su fotógrafo particular también está en plena forma. Pero lo mejor no ha sido que luzca sus piernas o esa sonrisa cándida que a unas les parece irresistible y otros no soportan, sino que ha promocionado Barcelona a lo bestia: repetimos, le siguen en su página más de 50 millones de personas.

Llegando a la cima

Running junto a la Sagrada Familia

Desde todos los países, por cierto, le hacen ilustraciones y regalos. Como a las estrellas. No en vano, es uno de los hombres más millonarios del mundo.

Mark Zuckerberg se apunta a la moda del running: recordad que empezó el año proponiendo a sus seguidores correr una milla al día. «Al final del año, habremos corrido 365 millas», escribió. Y así empecé yo, poniéndome mis zapatillas de deporte y echándome a la calle. No tengo remedio: Duré cinco días y medio.