José Ángel Esteban. Señales de los rincones de la cultura. Y, por supuesto, hechos reales.

Caras y caras

Mira aquí, mira, mantén la pose, mira a cámara. La atronadora colección de fotos de la Lubianka, un archivo estremecedor de ejecutados, con esa obsesión de colección de fetiches que tienen los crueles, los implacables, y que ayer publicaba EPS, hace encajar a la perfección la definición de fotomatón. Retratos antes de la muerte, fotografías mínimas, en su inexorable burocracia, lo que el objetivo, el obturador, el disparador puede hacer con un rostro.

Pues, rastreando, y para reforzar el envío que me hace una amiga sobre la situación de los detenidos palestinos en Israel (enlace), encuentro en un rincón un impactante trabajo callejero de fotografìa: un proyecto para colocar en las paredes, en los muros más comprometidos enormes retratos de judíos y palestinos de oficios idénticos, ejecutando el mismo gesto, exacta actitud, una mueca parecida. Cara a Cara, arte callejero, radical, inteligente, lo que se puede hacer con la fotografía y que, dándole la vuelta, recuerda al Shakespeare de El mercader de Venecia, que, dándole otra vuelta, vale para cualquier parte del mundo: «Nos nutrimos con la misma comida, nos herimos con las mismas armas, estamos sujetos a las mismas enfermedades, nos preocupan las mismas cosas, nos entibian y enfrían el mismo invierno y el mismo verano y nos matan los mismos venenos (…) Si nos pinchan, ¿no sangramos? Si nos hacen cosquillas, ¿no reímos? Si nos envenenan, ¿no morimos? � Si nos tratan mal, ¿no nos vengaremos�» Cualquier parte del mundo y de la historia.

1 comentario

  1. Dice ser Sakkarah

    Da tristeza ver esas fotos del principio, pensando de donde provienen…Un beso.

    19 marzo 2007 | 3:36

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