Una de las últimas críticas al periodismo especializado en la televisión española es la de sobredimensionar sus logros, eso de decir que cada nuevo estreno interesante es una revolución o una obra maestra. Si tuviera que decir qué series nacionales modernas me han parecido revolucionarias, me quedaría con Crematorio, por su manera de explorar conflictos muy patrios desafiando las fórmulas tradicionales que ya conocíamos, y con El ministerio del tiempo, que dio la vuelta a los temas y a los géneros para hablar de lo español en la pantalla en abierto. Lo que hacen las demás es dar pequeños pasos, ya sea en argumentos, personajes, premisas o formatos, pero que son realmente importantes. En ese apartado incluiría Vis a vis y Sé quién eres (y veremos si con el tiempo también La casa de papel): nos han enseñado que las series adultas, oscuras, de género, pero sobre todo con propuestas morales muy reprobables, tienen lugar en una industria antes solo dedicada a un genérico ‘para todos los públicos’.
Hace unos meses hablé de las virtudes de Sé quién eres que necesitábamos en la ficción española: la presencia de un protagonista que no se decanta entre el heroísmo ni la evolución villana; personajes femeninos fascinantes y contundentes como los de Blanca Portillo y Susana Abaitua; y el expertise de Pau Freixas (Pulseras rojas, Cites), logrado en gran parte en la televisión catalana, para plantear temas y escenarios locales sin resultar generalista ni falto de personalidad, y encima listo para su venta y exportación internacional inmediata: se emitirá en BBC. Lo suyo para Telecinco ha sido una apuesta de puro género (la historia de Juan Elías, un hombre amnésico, frío y calculador antes de su accidente, que no sabe si ha secuestrado o matado a su sobrina), tremendamente trepidante, que tiene la valentía de desplegarse a mitad de temporada, traicionando las expectativas de los espectadores en las complacientes series nacionales (y en el ser humano), como un cuento de terror sobre la familia y la manipulación.
SPOILERS! Si no sabes qué ha pasado en la recta final, no sigas leyendo.
Porque sí, Juan Elías era el malo de la película. La revelación demostró una excitante osadía por parte de sus creadores, pero también el cénit creativo de Sé quién eres. Después del episodio 10, que se planteó como final de temporada para una hipotética serie de dos (el resto se condensó en seis episodios para emitir sin descanso, una propuesta de la cadena que alabó el propio Freixas), la serie no sufrió solo el cambio de producción (hay un año entre el rodaje de una parte y la otra) sino también la transformación en las reglas del juego. Descubrir que Elías (grande Francesc Garrido) había secuestrado a su sobrina, que le vio matar a un hombre que le estaba chantajeando, nos mostró un personaje renovado, pero la ficción no estuvo a la altura. El protagonista perdió interés (así como cayó la atención hacia la sólida red de secundarios, con Eva Durán, Marta Hess y Alberto Giralt a la cabeza), y Blanca Partillo se echó a los hombres una recta final algo irregular. La tensión regresó, no obstante, con una intriga retorcida y podrida.
El último episodio de Sé quién eres es fiel a ese espíritu de riesgo que se les fue de las manos. Aunque la decisión climática estaba en manos de Ana Saura, decidir si confesaba la verdad o se quedaba junto a Elías y su futuro despreciable, prometedor, los guionistas decidieron seguir indagando en el intento de asesinato de Alicia Castro. Una trama muy emocionante (la segunda parte de la serie gira alrededor de la confianza entre la pareja protagonista, y lo consigue a la perfección) que no necesitaba 105 minutos más. Sea como sea, las implicaciones de las últimas escenas respetan el universo oscuro de Pau Freixas (Juan Elías mata a Eva Durán, y su esposa intuye que intentó hacer lo mismo con ella), manejando a la perfección conceptos como la identidad, la familia, la ambición y la convicción. Convertir ese entramado en un puzle inteligente, presentarlo de forma trepidante y apasionante, sembrando además las semillas de un autor característico, es una hazaña titánica, y Pau Freixas lo ha logrado.
¿Qué os ha parecido Sé quién eres? ¿Un sí o un sí?
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msn
Qué lástima. se casa su hija d…
Que gran atenuante? administración de justicia
ay, ay, ay unos y otros repugnantes-
Conoceréis las tinieblas, cerdos.
Amén!
03 mayo 2017 | 11:42 pm
Pues a mí la verdad me pareció mejor que la media española pero que le falta mucho para ser una gran serie. Lo primero la fiscal y la abogada, son muy malas actrices. No puede ser que Eva Santolaria haga el mismo papel que en Compañeros, con alguna diferencia claro está. Y la historia se enreda demasiado, sobran cosas como el lío de la abogada con el malo, la historia de los padres, el suicidio de la chica… Al final se trataba de enredar para tener excusas para cuadrar la historia. Y también llama la atención lo fácil que es convencer a la gente, un par de frases y les cambias la opinión. Y lo de la amnesia del protagonista es tan poco original que chirría.
Y el final tremendamente previsible desde hace varios capítulos. Pero bueno si uno está aburrido se deja ver.
04 mayo 2017 | 10:04 am
He seguido la serie con interés desde el primer momento. El interés ha ido menguando a medida que la serie avanzaba. Y ha avanzado demasiado, en mi opinión. Dieciséis capítulos para contar lo que ha contado me han parecido excesivos.
En cuanto al final, con un crimen que queda sin resolver, con un hermano en un hospital que apareció en los primeros capítulos y del que nunca se volvió a saber, con tantos temas no resueltos ¿dejan la puerta abierta para una segunda temporada?
Pues tengo claro que si hay una segunda temporada no la veré. No me ha merecido la pena esta pérdida de tiempo.
Hay series españolas buenísiimas, en mi opinión, como «Mar de plástico», por ejemplo. Pero esta me ha defraudado por completo.
04 mayo 2017 | 12:40 pm