La gente de Rosy Runrún La gente de Rosy Runrún

Corazón, corazón; corazón pinturero.

El show de los premios T de Telva

El Teatro Real de Madrid se vistió este martes de tiros largos para celebrar una de las fiestas más importantes del año: los premios T de Telva. “Jo tía, todo ‘superchachiguay’”. El rancio abolengo de la ‘socialité’ española estaba de fiesta. Marichalar, Cari Lapique, Caritina Goyanes, Alejandra de Rojas… disfrutaron como solo los nobles saben disfrutar. Aquello parecía una boda de la realeza… ¡Aburrimiento máximo!

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Pero no quiero hablaros de la fiesta, sino de los modelitos que por allí se dejaron ver. La primera en suspender es Mar Flores. A ella, que casi siempre consigue aprobar, se le fue de las manos y arriesgó en exceso con ese vestido con cortes varios y mangas de pieles. ¡Te has pasado, cariño mío! Esas mangas no había quien las defendiera. Pero a su favor tengo que decir que es tan agradable y tan educada siempre que me da lástima meterme con ella.

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La que no me da ninguna lástima es Ana Botella, que presumió todo el rato de ser superamiga ‘chachi guay’ de Olga Ruiz, directora de la revista. Vestida de negro con traje de madrina de boda de pueblo, cosa que siempre hace últimamente, no dejaba de darle la mano a Olga Ruiz para demostrar lo mucho que ella apoya la moda y lo muy amiguitas que son. ¡Qué me perdone dios, pero no la soporto! Pues… para lo mucho que te gusta la moda, Anita… tienes muy poca idea.

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Pero no todo fue antigüedad y poco gusto. A dios gracias, invitaron a la actriz Leticia Dolera y volvió una vez más a darnos una lección de gusto e inteligencia. La actriz catalana lució un vestidazo de la firma Jesús del Pozo que los dejó a todos muertos. No solo destaco su exquisito gusto, sino que me reconcilia con el mundillo de la moda, porque demuestra que se puede ser normal, de carne y hueso, y sin embargo acertar con sus apuestas estilísticas. ¡Bravo!

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Lo mismo tengo que decir de Alejandra Osborne, que tuvo todo el valor del mundo con este diseño del sevillano Roberto Díz. ¡Bravo! Hay que tener cuerpo y valor para atreverse, pero ella lo hizo y triunfó.

Triunfadora también fue la propuesta de Ana Rujas con ese palabra de honor sencillo en blanco con el que dejaba todo el protagonismo a su belleza.

De Caritina Goyanes y de su madre, Cari Lapique, no diré ni media. ¡Qué antigüedad! O de la exmodelo Judit Mascó, con ese vestido negro de Guess… Tampoco diré nada.

Yo solo les daré un consejo a mis amiguitas de Telva, hay que renovarse o morir.

 

FOTOS: GTRES

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1 comentario

  1. Dice ser ana

    Para Rosi Runrún: puedo coincidir más o menos con sus comentarios y sus gustos sobre el estilismo de los demás. Como no tengo el gusto de conocerla personalmente, no puedo opinar sobre usted. Me gustaría saber si pertenece a algún grupo de supermegaguais de la muerte mortal, que visten todos los días de alta costura, de modelos exclusivos, que opina en los foros más exclusivos y expertos sobre moda y tendencias, por sus comentarios me inclino a que de eso nada de nada. Tengo el orgullo y el honor de ser de pueblo, de un pueblo pequeño, en el que hace muchos muchos años no se ve una madrina vestida de negro. En las bodas de mi pueblo, que se celebran en torno a unas 6 +- al años (en 2014 para ser exactos: 4 bautizos, 7 bodas (la próxima el 6/12), 3 bodas de oro y varias celebraciones más. Me refiero a esa madrina vestia de negro que usted relata con tanto desprecio. Le damos sopa con onda, a gente como usted, que vive de criticar a los demás, con saña y con desprecio. Cada uno viste como puede y quiere. Por eso una mujer de pueblo como yo, le dice a alguien de «»capital» como usted: se dedique a otra cosa mas honorable que despreciar al semejante es indignate.

    04 diciembre 2014 | 09:53

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