Cuando se alcanza cierto estatus en el mundo del fútbol ya no hay ni que levantarse de la mesa para ligar. Es el caso de Sergio Ramos y Torres, ambos defensas del Real Madrid, practicantes del ataque pasivo. Los dos futbolistas acudieron la semana pasada al local de copas El Ene, muy cerca de la madrileña plaza de la Paja. Situados en un privado cercano al servicio junto a dos amigos, no paraban de llevarles jovencitas a la mesa. Aquello parecía la espera del confesionario. Torres, vestido con una camiseta rojiblanca, estaba mucho más guapo que su colega, un auténtico muestrario de moda deportiva andante.

Fran Rivera es un hacha para los negocios. El diestro, que también se dedica a la cría porcina y a la producción de jamón ibérico en Extremadura junto a su primo Miguel Bosé, ha abierto un restaurante en Ronda, el reino de taifas taurino donde él es el sultán. Al diestro le ha cambiado el carácter desde que sale con Blanca Martínez de Irujo, la prima de su ex, Eugenia. Fran, antaño tan estirado, se subió incluso al escenario junto a su colega Curro Díaz para arrancarse por el cante con Diego Carrasco y Manuel El Moraíto.