Los niños se meten en política

Albert-Rivera-sorprende-ninos_MDSVID20160601_0229_8Se meten o, más bien, los meten. Aprovechando que las elecciones del 26-J están a la vuelta de la esquina, Telecinco se ha sacado de la manga un formato de entrevistas a los candidatos a instalarse en La Moncloa por parte de niños salados: 26-J, quiero gobernar. Los primeros en pasar por patio de colegio moderado por Ana Rosa Quintana han sido los candidatos más jóvenes, Pablo Iglesias y Albert Rivera.

Algunas de las preguntas de los pequeños entrevistadores a Iglesias no aparecerán en ningún programa electoral, como la de si tenía previsto quitar la Giralda de Sevilla en caso de llegar a la presidencia del Gobierno.

Otras sí que transitaron por terrenos políticos, como por qué se ha aliado con la izquierda más a la izquierda (la Unida) y no la del medio. Con Rivera fue tres cuartos de lo mismo.

Pero, más allá de la ternura o de la gracia que nos pueda hacer la situación, mezclar a menores sin derecho a voto y sin necesidad de estar en esa tesitura, con políticos en plena campaña ávidos de rascar votos por pantalla no es el ejercicio televisivo más pío del mundo, que digamos.

Esta ocurrencia tiene algo de perverso, inclusive. Nos quiere hacer digerir panfletos bajo el disfraz de la candidez. Con el añadido de utilizar a niños y encima disfrazar a dos pobres inocentes de mini-dobles de Iglesias y Rivera.

La Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) ya ha puesto en cuestión que menores aparezcan como entrevistadores y comentaristas políticos en este programa, y lo ha definido como «una forma de exhibirlos», casi «como mascotas». Cuanta razón.

‘Cuéntame’ otra

 

television cuentame como paso Ana Duato e Imanol Arias , en Cuéntame

television cuentame como paso Ana Duato e Imanol Arias , en Cuéntame

TVE ha desmentido que no vaya a renovar la serie ‘Cuéntame’ tras el escándalo de los ‘papeles de Panamá’ que ha salpicado a sus dos protagonistas, los actores Imanol Arias y Ana Duato.

Esta ficción de gran calidad podría, a todas luces, encarar su decimoctava temporada y tener continuidad. Ahora, de qué tipo, teniendo en cuenta que muchos de sus seguidores incondicionales se habrán sentido heridos por la ‘doble moral’ de Antonio Alcántara y Merche.

Habrá que esperar para ver si la audiencia le hace pagar al producto las sociedades ‘offshore’ de los dos principales valedores de esta saga televisiva. Pero una servidora ya avanza que, seguramente, será una de las que cambiará de canal.

Dicen los expertos en lo catódico y en lo humano que no hay que mezclar la realidad con la ficción, y tampoco las acciones individuales de los profesionales deberían empañar o penalizar su desempeño laboral. Reconozco que soy más de la escuela anglosajona, donde el que la hace la paga.

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Los verdaderos peligros de la isla

supervivientes-abre_gallery_aLos Supervivientes han de lidiar con situaciones extremas en Honduras, desde la escasez de comida o la falta de ella, al frío, la humedad, las picadas de mosquitos, las duras pruebas semanales, la falta de apoyos morales de familiares y amigos, el aislamiento, la soledad, problemas de salud sobrevenidos...

Pero lo que realmente les desquicia no es la supervivencia en condiciones extremas en la isla sino el tener que soportarse los unos a los otros.

La convivencia, vaya. Mila Ximénez es de las supervivientes más expertas, también en cuestiones televisivas, y tiene handicaps fruto de su edad o estado de forma.

Pero ese no es su talón de Aquiles. El suyo se llama Dulce, una presencia en el programa que la desquicia tanto que ha amagado con dejar la isla en más de una y de dos ocasiones en esta edición.

Su amigo y compañero de equipo Víctor Sandoval se llegó a ir en una lancha para volver segundos después.

En el grupo del Dioni tampoco están mucho mejor clavándose cuchillos continuos.

Se confirman pues dos cosas: que al ser humano no le basta con tener la vida complicada, que se la complica aún más con dimes y diretes en lugar de dedicarse a pescar y a hacer fuego, y que el gallinero ha saltado del plató a la isla. Y de eso no se come ¿O sí?

 

Perdón por un ‘gag’

josemotaTVE ha pedido disculpas por un gag protagonizado por José Mota que ha levantado críticas en las redes sociales.

En este chiste, el cómico manchego interpretaba a un médico que ha de dar un diagnóstico a un enfermo terminal que aún no sabe que lo es, y que ante su petición de sinceridad «al 66%», y menguando a medida que fluye la conversación, le acaba diciendo al paciente que está «como una rosa».

Esta ocurrencia televisada, prácticamente blanca, recuerda la volatilidad del humor, y cómo este siempre juega en terreno resbaladizo, pues ha de lidiar con todo tipo de sensibilidades al ser emitido en un medio de comunicación generalista.

Mota suele ser más hiriente con los políticos y con la actualidad social que con los ciudadanos, y desde luego que su carrera no se caracteriza por reírse a costa de los demás sino por hacer reír a los demás.

Mota no tuvo una buena ocurrencia, es cierto, al estilo de los chistes algo pesados que cuenta todo hijo de vecino, pero que no ven millones de personas de golpe ¿Pero de verdad que tal nimiedad necesita de una petición de perdón pública?

Hay imágenes, películas o noticias emitidas que son infinitamente más dañinas que un gag desacertado.

 

 

‘Mi casa es la tuya’

Ramirez-Fabiola-Martinez-Bertin-Osborne_109250966_2454308_1706x960Había morbo por saber si el aterrizaje de Bertín Osborne en Mediaset (Telecinco) cambiaría sustancialmente los cimientos de su programa de entrevistas desalojado de TVE de un día para otro.

Y por la primera entrega (la que pudo haber sido vetada por el ente) y con Pedro J. Ramírez y Ágatha Ruiz de la Prada de anfitriones, estamos ante la misma fórmula. Queda por saber si la chispa que no surgió entre Bertín y la ecléctica pareja es por simple casualidad o fruto de la mudanza de casa.

Las paredes maestras del formato son las mismas, y no nos salvamos de presenciar las apariciones de la mujer de Bertín, Fabiola, tan poco productivas a nivel televisivo, pero tan necesarias para que los niños se vayan a hablar con los niños y las niñas con las niñas cuando la cosa va de parejas.

No hubieron ni grandes exclusivas ni frases incendiarias de Pedro J., aunque Bertín tampoco lo intentó mucho, parecía absorto.

Y vimos cómo Ágatha imprime su estilo hasta en el vestuario de la asistenta. Por lo demás, nada nuevo respecto a TVE, el programa sigue aportando cierto voyeurismo de interés a la parrilla.

Ahora, el lío con el nombre del programa ya es doble ¿La mía o la tuya?

 

 

‘Vergüenza Ajena’ a la española

mbaka_oko_luis_fernandez_y_corina_en_la_presentacion_en_madrid_de_verguenza_ajena_made_in_spainMTV adaptará al público y gusto español el programa de vídeos de mamporros Vergüenza Ajena (originalmente para el espectador estadounidense Ridiculousness) presentado y dirigido por  el skater profesional Rob Dyrdek, quien se acompaña en el plató por  Sterling Steelo Brim y la supermodelo y ángel de Victoria’s Secret Chanel West Coast, que aporta la visión inocente  y blanca a los ácidos comentarios de Steelo y Dyrdek.

Tras la idea está La Competencia Producciones, responsable de los programas y series Gipsy Kings, Alaska y Segura,Cabo Vadillo, Pequeños gigantes, Granjero busca esposa o Gym Tony.

La versión española la presentará el actor Luis Fernández, con Corina Randazzo y Mbaka Oko como colaboradores, y se llamará Vergüenza Ajena. Made in Spain.

Se estrenará en las próximas semanas. De momento, existe un aperitivo en forma de avance en el que vemos una copia casi calcada a la original. Los
vídeos son los mismos.

El presentador se mueve y se viste igual que Dyrdek, Oko es primo hermano de Steelo y Corina tiene  una risa falsa que asusta.

Esperemos algo verdaderamente made in Spain.

Tu vida en los fogones

La cuarta temporada de Masterchef ha arrancado con fuerza, conscientes como son de que se prestará tanta atencióna los fogones como a los jueces, que aún se resienten del atracónde críticas por el sucesodel León-Come-Gamba (el ecce homo de la cocina descubierto por el espacio).

masterchefLa culpa no fue del trío Pepe, Samantha y Jordi, sino de los responsables de casting que permitieron concursar al creador del desaguisado.

Por ello, el programa ha echado el resto, presentando a más aspirantes a concursantes que nunca, y mostrándonos sus vidas más que nunca, para que el reality suba enteros con respecto al concurso de cocina.

Solo en el primer programa ya vimos a Eva González llorando porque una amiga suya no entraba. Asistimos a cómo Pepe Rodríguez le regalaba un equipo de electrodomésticosde cocina a otra aspirante que no pasó la criba y que no tenía recursos económicos.

Y entre los 15 escogidos, nos topamos con rolesque cocinan bien, pero que además aportan un relato televisivo mejor y típico: dos gemelas, dos guaperas, el empollón, el ama de casa entrañable, la hiperactiva, el moderno, el teenager

Como diría Jordi Cruz: «rock & roll».

 

‘Allí abajo’ viaja al norte

706La sombra de Ocho  apellidos vascos sigue siendo alargada en el caso de la serie Allí abajo (Antena 3), que en su segunda temporada sigue explotando los tópicos alrededor de los andaluces y los vascos que tantas alegrías les ha deparado tanto al director Emilio Martínez Lázaro como a los actores Dani Rovira, Clara Lago, Carmen Machi y Karra Elejalde.

Pero así como en el caso de la película, la segunda parte, la rodada en tierras catalanas, fue un desacierto de dimensiones colosales, en el caso de esta serie el hecho de trasladar la acción de la Giralda a la playa de la Concha supone un soplo de aire fresco para la ficción, que gana enteros con este intercambio cultural.

Además, se acerca a otro éxito de la televisión vasca, el programa de humor Vaya semanita de ETB, con el que comparte actores, muy buenos, por cierto.

La pareja formada por María León y Jon Plazaola, ahora novios formales, no tiene chispa y firman interpretaciones correctas pero planas si de lo que se trata es de soltar la carcajada a base de topicazo. Mejora el dúo Carmina Barrios como la vecina, quien con su arte te hace amar el sur.

Cintora pisa la calle

euros-economia-sumergida-Espana_MDSVID20160314_0245_17 Jesus-Cintora-entrevista-ciudadanos-trabajo_MDSVID20160328_0205_8Jesús Cintora se marca un Salvados de ir por casa en Cintora, a pie de calle (Cuatro). En la entrega del pasado lunes, titulada Trabaja y paga, el periodista soriano se pateó las calles españolas y alemanas para acercarnos más, si cabe, a la cruda realidad de quienes sobreviven entre paros y contratos  precarios sin fin.

La rúe le sirve al programa para organizar desde tertulias informales de patio de vecinos alrededor de un micrófono a charlas con expertos al abrigo de una terraza o de una plaza pública.

Y da cabida a la cámara oculta, como cuando Cintora se adentra en un bar cuyo dueño ofrece repartir comida a domicilio en horario abusivo, con seguro solo para la moto (el trabajador, que se encomiende a los santos) y pagando calderilla.

Esta propuesta de periodismo de proximidad televisado pretende llegar al fondo de las cuestiones pero se queda muy lejos de ello, al menos a partir de lo visto.

No aporta un valor añadido al espectador respecto a un reportaje bien armado de un telediario o de un magacin. También se sitúa a años luz de la marca Évole. Sigue intentándolo, Cintora.

‘El Caso’, primer número

La máquina del tiempo de TVE vuelve a arrancar con su nueva ficción española, El Caso. Crónica de sucesos.

Este thriller con dosis de comedia es una idea del actor Fernando Guillén Cuervo, que se pone en el papel protagonista de un ex policía reformado en periodista de investigación para la cabecera más famosa de los sesenta,img.rtve.es El Caso.

El semanario de sucesos que marcó una época de la España franquista revive en una serie en la que la actriz Verónica Sánchez es una colega del diario debutante en el oficio y que ha de lidiar con el machismo del sector y de la época.

El estreno del martes pasado dejó entrever un producto de buena factura y que promete, sin ser brillante, un regreso a nuestro pasado desde una óptica diferente, truculenta, pero políticamente correcta.

Guillén Cuervo y Sánchez están a la altura, pero acartonados y poco dotados para el humor. Y el papel del inspector Camacho (Antonio Garrido) y del director del medio (Fernando Cayo) funcionan.

Pero el resto de reparto renquea, y algunas escenas con voluntad de ser humorísticas viraron hacia una película mala de Pajares y Esteso. Han de ensayar más la risa.