Las filtraciones en Eurovisión han comenzado antes que nunca. Parece ser que la organización israelí del festival no lo va a tener nada fácil para controlar lo que sí, y lo que no, puede ver la luz antes de los estrictos plazos que marca la normativa.
Si vives al margen de los ‘eurofans’, lo de esta filtración puede parecer una tontería, pero en el reino paralelo de Eurovisión, y sus aledaños, una falla como esta en el sistema de seguridad puede ser el punto de partida de infinidad de conspiraciones.
Antes de ver el vídeo, me gustaría pedirte que leyeras este post hasta el final, y que tuvieras en cuenta que Eurovisión es un Festival en el que se trabaja mucho, y de una manera muy cuidada, cada uno de los detalles. Las delegaciones, antes de viajar a la ciudad que alberga el concurso, ya han visto cómo queda en cámara su puesta en escena gracias a los ‘dobles’ que durante días ensayan tanto coreografías como otros movimientos escénicos sobre el escenario para ir haciendo pruebas y correcciones de realización, fondos, luz, etc…
Esto que vamos a vas a ver es uno de esos ensayos. Con un cantante que no es Miki, unos bailarines israelíes, y todo muy en hilvanes.
¿Quién ha grabado el vídeo y con qué interés ha sido difundido? ¿Es esta realmente nuestra puesta en escena o hay algo más para crear el factor sorpresa? ¿Perjudicará esto a nuestro representante a la hora de recibir votos?
Sinceramente, creo que el hecho de que estas imágenes se filtren no consiguen que Miki, y su propuesta, pierdan votaciones. Creo que lo que se logra, en este caso, es que la delegación española se baje de la nube en la que llevan trabajando aislados desde hace meses y que, por primera vez, y antes de tiempo, puedan obtener un valioso feedback por parte de los seguidores mundiales de festival.
Este feedback, que en este caso no ha sido nada positivo, les debería dar las claves de lo que funciona, y lo que no, en Eurovisión. Porque pese a que RTVE se haya gastado un pastón en contratar a un reputado escenógrafo griego para nuestra actuación, esto no quiere decir que nadie sea poseedor de una certeza absoluta. Y, a la vista está, ¿a alguien le convencen esos fondos? ¿Esa huella dactilar orgullosa? ¿Y esa terrible iluminación de un Noche de Fiesta Deluxe de los noventa?
Por cierto, se me ocurren un par de ‘productos nacionales‘ muy seguidores del festival que podrían haber hecho una gran labor como escenógrafos y asesores de nuestra candidatura. Un año más, nadie les ha llamado. ¿Asumirá alguna vez el ente público que existe gente que sabe más de Eurovisión que ellos?
La Venda, la canción de Miki, la que todos deberíamos sentir como nuestra, es un tema de fiesta, de verbena, de jolgorio en la calle que parece que quieren convertir en una fiesta en casa de esas que hacen que los vecinos den con la escoba en el techo para finalmente acabar llamando a la policía.
Espero vuestros comentarios.