Un joven de 20 años, de la ciudad japonesa de Himeji, fue bautizado por la prensa local como ‘okupa invisible’ o ‘ninja’ (por su capacidad para desaparecer), después de haber logrado residir en la casa de una mujer durante seis meses sin que ella se percatara de su presencia. O-O
La estancia del ‘huésped caradura’ llegó a su fin a mediados de mayo, cuando el hijo de su anfitriona, de 90 años, fue a visitarla para preparar la cena.
Durante su tiempo que estuvo en la vivienda, el hombre escuchó algunos ruidos extraños, que venían del segundo piso, y subió las escaleras para investigar. Cuando abrió la puerta de una de las habitaciones, se sorprendió al encontrar un joven durmiendo a pierna suelta en un futón (cama tradicional nipona). El joven era como Ricitos de Oro en casa de los tres osos. 😉 Y si me pongo terrorífico, me recuerda a la película En el silencio de la noche. ¡¡¡Miedo, tengo miedo!!!
En lugar de enfrentarse al intruso, simplemente cerró la puerta muy lentamente, y bajó las escaleras para preguntarle a su madre si sabía que había alguien echando un sueñecito en uno de los dormitorios. La anciana no tenía idea de lo que hablaba su hijo, por lo que llamó inmediatamente a la policía para denunciar el allanamiento, según publican varios medios.
El misterioso okupa fue esposado y trasladado a la comisaría, pero hasta ahora ha demostrado ser muy poco cooperativo, porque se ha negado a declarar. ¡¡¡En boca cerrada no entran moscas!!!
La investigación de los agentes reveló que el caballero había entrado por primera vez en la casa el 12 de diciembre de 2017, y que había estado viviendo allí desde entonces. La sordera de la mujer también ayudó a que el invitado sorpresa campara a sus anchas.
Lo más curioso del caso es que el individuo dejó sus zapatos en la entrada (una costumbre japonesa), un detalle que también le pasó inadvertido a la despistada viejecita. Ver para creer.
(Foto: Robbie Sproule – FLICKR)
que se venga a España y vote a Podemos
21 mayo 2018 | 18:24
Dice ser R, eres un gilipollas
21 mayo 2018 | 18:38
Entonces la señora, aparte de sorda, era también corta de vista. Menos mal que todo terminó bien, y el individuo no resultó ser un psicópata.
21 mayo 2018 | 20:45
mas gilipollas eres tu, que me llamas «dice ser R», cuando mi nick simplemente es R
21 mayo 2018 | 22:58
Siempre puede venir a españa y hacerse del PP, que tienen por costumbre vivir de los demás.
22 mayo 2018 | 1:15