"El deseado bien último se alcanza mejor mediante el libre comercio de ideas".(1919) Juez O. Wendell Holmes del Tribunal Supremo de EE UU

El caso de la niña Alba

Los malos tratos a menores forma parte de lo más abominable, Y no faltan casos de este tipo. El de la niña Alba, que ingresó en estado de coma en un hospital de Barcelona hace más de cuatro meses es de los últimos conocidos. Hace unos días el Defensor del Pueblo de Cataluña, Rafael Ribó (un veterano político procedente del viejo PSUC) emitió un informe que asignaba, acusaba en realidad, a los poderes públicos de desatención y de falta de diligencia en este caso.

Sin entrar en detalles no mayor conocimiento del informe del Defensor pensé entonces que se trataba de un endoso desmedido de responsabilidad al sector público, a un Estado protector e hiper-responsable que puede llegar a ogro filantrópico. Pero conocido el Informe no salgo del asombro y la pena, lo que describe pone de relieve que el funcionamiento de los servicios públicos es ineficiente y deplorable.

Y me llama la atención que tras ese informe no ha pasado nada, no parece que alguien se haya puesto a la tarea de evitar que algo semejante vuelva a ocurrir. Desde hace dos años el caso de la niña Alba estaba detectado como delicado, alarmante. Los ingresos en hospitales con síntomas evidentes de malos tratos y con la percepción de los sanitarios de que la madre de la niña no decía la verdad, deberían haber servido de algo.

Lo que es peor, el 4 de enero pasado, el juzgado de guardia ordena una investigación a los mozos de escuadra mediante oficio enviado por correo ordinario que tarda ¡18 días! en llegar a su destino; luego el expediente es trasladado a la Policía Nacional, competente en el caso.

¡Dos semanas y media para que una orden del juzgado llegue a la policía! ¿En manos de que gente estamos? ¿No es asunto que se puede resolver en pocos segundos con algo tan sencillo como el correo electrónico del que disponen el 35% de los españoles y el 70% de los coreanos?

Pero no pasa nada, los señores del Consejo del Poder Judicial siguen en sus guerras partidistas y cobran todos los meses.

5 comentarios

  1. Dice ser Javier

    Hola Fernando,Si tuviera su dirección, le enviaría un mensaje por correo electrónico para que corrija el título, o un SMS.Ya veo que cuando escribía usted en periódicos le editaban bien sus textos, porque me da la impresión de que tiene los dedos tan patosos y la disgrafia tan acentuada como yo (que pongo mucho cuidado). Arsenio le va a reñir.Es preocupante que el Estado se meta en algunas cosas. Y lo peor es que pretenda meterse y lo haga de forma ineficiente.Me gustaría tener un buen debate, que alguien me ayudara a pensar, sobre hasta dónde puede o debe inmiscuuirse el Estado en la relación padres-hijos.Me parece que la enseñanza obligatoria es un intrusión que se debe cuestionar. También la regulación del aborto, o del trabajo infantil y por qué no, la forma de educar al hijo y de tratarlo.Los malos tratos me espantan, del mismo modo que me hace llorar ver a los niños trabajando con 7 años o pidiendo en las calles.Pero, ¿solucionamos el problema cuando asume el Estado tareas, obligaciones, que «corresponden» a los padres? ¿Corresponden a los padres?En fin. Los liberales teóricos hablan muy poco de estos asuntos de la niñez. De los «sujetos» no adultos. El pensamiento liberal sólo está bien estructurado cuando se refiere a adultos.A mi juicio la responsabilidad de los niños debe ser enteramente de los padres. Y el Estado no debiera inmiscurse. Algo así como «Nosotras parimos, nosotras decidimos».Si defendemos que el Estado no debe inmiscuirse en si las madres matan a sus hijos mediante el aborto, tendremos que defender que durante los primeros años de vida del niño la libertad de los padres para decidir también tiene que ser amplia. ¿dónde está el límite? A mí me parece que algunos «Derechos de los niños» son una intromisión inaceptable en la libertad de los padres para decidir.Un saludoJavier

    09 mayo 2006 | 10:28

  2. Dice ser P. Jknn

    pero…¿que me estás contando?mucho lloriqueo por los niños que trabajan, pero a la mierda sus derechos?no sé si lo he entendido bien…como bien dices, querías un debate, y por mi parte, estaría encantado de participarte dejo mi dirección: kuerrvo@hotmail.com

    09 mayo 2006 | 16:12

  3. Dice ser Posible despiste

    Sr. Urbaneja: Veo que escribe este interesante artículo, no lo niego, el dia 9 de mayo de 2006, al dia siguiente se conocerse una sentencia de grandísima importancia para la salvaguarda de las libertades democráticas en España. Se ha condenado a una serie de policias que habian detenido- retenido ,sin motivos ,a unos ciudadanos que en su dia fuereon demonizados por los medios afines al actual Gobierno socialista. Parece ser ue su único delito fué estar en la manifestación en la que se increpó ( no se agredió ) al entonces ministro de Defensa , Sr. Bono, que fué lloriquenando de televisión en televisión en su calidad de víctima «gravemente agraviada». Verdaderamente sí habian cometido un gran delito las dos personas detenidas: eran militantes del PP, el partido mayoritario de la oposición, que , para unos gobernantes que a veces dan muestras de vocación totalitaria,eso parece ser que constituye un delito.Algunos hicimos en su dia comentarios en la misma línea de la actual sentencia y nos alegramos que haya actuado la justicia.Es este un caso de gran relevancia para la defensa de las libertades democrátricas. ¿No le parece , Sr. Urbaneja?. ¿ Merecerá esto un artículo suyo o de sus comapeñeros de 20 miuntos?.Seguramente, en su caso, se trata de un posible despiste.

    09 mayo 2006 | 16:45

  4. Dice ser O noso

    Sr. Urbaneja: decirle que lo que el informe del sr. Ribó seguramente se queda corto. La mayoría de los servicios públicos funcionan mal en general, aunque existen notables diferencias dependiendo de la «realidad nacional» en que le haya tocado vivir a cada uno. Para más escarnio los que peor desempeñan su cometido son los básicos, en los que los ciudadanos confiamos que se gasten nuestros dineros y el esfuerzo de las administraciones: sanidad, servicios sociales, justicia, educación, seguridad…Algunos privilegiados sólo nos damos cuenta y nos indignamos cuando nos toca de cerca o cuando salen en los medios de comunicación masiva casos como el de esta niña(curiosa expresión esta de «medios de comunicación masiva». Tiene su punto inquietante de manipuladora uniformidad ¿no?)Javier: preguntas interesantes las que planteas. Decirte que el Estado si se mete, como no, en el asunto del derecho al aborto y existe una legislación muy hipócrita al respecto.La familia tradicional, de momento, es considerada el àmbito idóneo para el cuidado y la formación de los niños. Por eso es una institución a la que la gran mayoría damos mucha importancia y que encarna los valores en los que se fundamenta nuestra sociedad y garantiza su supervivencia.Sin embargo, la sociedad debe proteger y asegurar sus derechos a los niños, como seres humanos vulnerables y como bien común, para que tengan la posibilidad de convertirse en ciudadanos y, como decía, garanticen la supervivencia de la propia sociedad.¿La función del Estado en todo esto? A pesar de casos como el de Alba, el Estado debe intervenir siempre que la salud física o mental del menor sea puesta en peligro por la familia o por cualesquiera circunstancias.Creo que también debe proporcionar los medios para que tengan una buena educación que no dependa exclusivamente de las posibilidades económicas de la familia. En mi opinión una educación básica debe ser obligatoria para no cercenar las posibilidades futuras del niño.Para mi estas cuestiones están claras.Entiendo que tu reflexión va más allá; a la esencia de la legitimidad del Estado para inmiscuirse en asuntos digamos domésticos. Si se profundiza en esta cuestión nos lleva a discusiones propias de la filosofía… No sé, lo cierto es que formamos parte de una sociedad, a mi entender más justa y libre que otras formas de convivencia, que nos otorga derechos y garantías y nos exige deberes y cesiones.

    09 mayo 2006 | 18:19

  5. Dice ser Javier

    Hola O noso,No sé si es una discusión propia de filosofía o de política o de filosofía del derecho o de todo junto.Sobre la educación, puedo plantear la cuestión en los siguientes términos.Educamos porque con educación hay más libertad para elegir. Más conocimiento da más libertad (Discutible, pero ese es al menos el objetivo)Pervertimos el objetivo para el que educamos cuando obligamos a ser libres. Obligamos a estudiar.Es una contradicción en los términos obligar a ser libres. Al obligar a las personas a ser educadas, estamos educando muy mal. Ese sería la conclusión.Pero a mi juicio hay más cuestiones pendientes ¿Debe tener el Estado el Derecho a decidir, con prioridad ante el padre, si un hijo debe trabajar o no, estudiar o no?No me gusta que los hijos trabajen. Pero tampoco me gusta que vayan a misa, por ejemplo (Que incluso se puede considerar como un trabajo) ¿´Debe tener Derecho la mayoría a decidir si un padre lleva o no lleva a misa a sus hijos?No tengo respuestas. Sólo sé que las declaraciones universales de los Derechos Humanos o de los Derechos del niño no son las tablas divinas de la ley (Que no existen). No tienen por qué dictar los comportamientos de comunidades que libremente decidan adoptar otras normas de convivencia.Javier

    10 mayo 2006 | 23:06

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