La gente de Rosy Runrún La gente de Rosy Runrún

Corazón, corazón; corazón pinturero.

Risto Mejide y Cristina Pedroche, las redes sociales se les echan encima, ¿dos caras de la misma moneda?

Risto Mejide ha convertido la poesía que hace un año le dedicó a su pareja Laura  Escanes, ‘Mía’, en vídeo y las críticas le están cayendo a cuchillo. El resultado es algo así como un anuncio de ropa interior con el que ‘promociona’ a su chica, que además de blogger es modelo. A juzgar por las visitas el reclamo está surtiendo efecto.

Risto es un polemista nato, curtido en eso de ser un ‘outsider’. Él defiende que sus ideas van a contracorriente y se agarra al «yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así». Cuando alguien se expone es lógico que haya opiniones. Si Mejide hubiese escrito una carta privada a su novia solo ella sabría cuáles son sus pensamientos, cuáles sus reflexiones y sus códigos sobre como llevar adelante una relación, esos, que imagino, comparten.

Mía. Sólo mía. Miísima. Esa mía tan tuya de la que me he enamorado. Esa tuya tan nuestra que ahora siento sólo mía. Pero no es un mía de tenerte aquí atada conmigo. Es un mía que nada tiene que ver con la posesión. Porque contigo he aprendido que con la puerta abierta nadie se va. Porque contigo ya no soy lugar, sino destino. Porque mi máxima aspiración es convertirme en tu hogar, ese sitio al que siempre quieras volver. Aún cuando en la planta de tus pies traigas arena de otro mar. Mira que me lo advertí.

Pero Risto Mejide lo ha hecho público, lo ha dejado plasmado en un vídeo que devuelve a la actualidad este texto. Con el vídeo se reafirma en sus palabras y se sobrentiende que está más que orgulloso de cómo escribe y de lo qué dice. Lo mismo sucede con su novia y sus tutoriales de belleza que se mezclan con cartas que envía a su ‘yo del futuro’, quizá, porque es un ejercicio que ella recomienda a otras mujeres o quizá porque le gusta oír su voz.

No voy a ser yo quién entre a juzgar las formas de la escritura del que fue jurado de O.T,  ya lo han hecho muchos. En lo que sí me he fijado es en que las reacciones adversas que desata Risto en las redes son proporcionales a las que provoca Cristina Pedroche, que cada vez que habla sube el pan, especialmente cuando se refiere a su relación con su marido el chef David Muñoz. «David tiene mi vida en sus manos, y es así cuando me apetece seguir viviendo», confesaba Pedroche el pasado abril y le llovían tuits y e insultos por igual.

La diferencia es que la presentadora de ‘Pekín Exprés’ es más impulsiva y no parece pensar tanto en al repercusión de lo qué dice. Ella es más natural, más espontánea al expresarse, en cambio, en el caso de Mejide todo está más pensado y premeditado: no es lo mismo hablar con un reportero a escribir y publicar un texto o a editar un vídeo.

Tanto uno como la otra tocan temas socialmente sensibles, cuestionan la libertad frente a la posesión en las relaciones de pareja y  la autoestima de las personas. Muchos ven en sus palabras ataques contra el esfuerzo y la superación  y los consideran contrarios a todo avance que persigue la igualdad.

Una cosa es verter una opinión y otra adoptar directamente una postura cruel y despiadada que parte del insulto y de agravios que atentan contra la dignidad. Una defensa bien argumentada no debería ser nunca un ataque contra nadie, porque esto potencia el descrédito del que emite el juicio, ¿no?

Si ellos son felices viviendo en un mundo a su medida, con su reglas de pareja y sus estructuras, a los demás no debería importarles tanto. No es necesario tomarlos como ejemplo y no creo que tampoco recaiga sobre estas dos personas el peso de adoctrinar a una sociedad. Simplemente el hecho de no compartir sus opiniones debería ser el motor para mirar hacia otro lado, con consciencia y constancia de que lo que ellos hacen no lo queremos para nosotros.

Creo que tanto a Risto como a Pedroche las críticas que vienen de fuera no les importan mucho. Así que desde aquí les apoyo a que sigan fieles a sí mismos, nadando a contracorriente, diciendo y escribiendo ‘tolreato’ o que su vida no tiene sentido sin el otro. Con un poco de respeto todo es posible y también más llevadero.

**Videos: Youtube.com

9 comentarios

  1. Dice ser Starfucker

    El, un vividor y ella una desconocida, se lo montan bien ambos.

    11 agosto 2016 | 19:10

  2. Dice ser aramis

    A Risto lo veo de tronista

    11 agosto 2016 | 19:23

  3. Dice ser aun

    «Aún cuando en la planta de tus pies traigas arena de otro mar»
    Hablando en plata, cuernines.
    Cambiando de tema, me da la sensación de que ese «aún» es sin tilde, no lo tengo claro. ¿Alguien de letras?

    11 agosto 2016 | 23:44

  4. Dice ser Cirujano

    ¡Cuanta envidia hay por el mundo! …. dejar disfrutar a la gente de su momento …… la mayoría seguro que no los ha vivido.

    12 agosto 2016 | 08:33

  5. En mi pueblo dirian «mi nana pa mi tata» lo que significa, tal para cual.

    15 agosto 2016 | 23:02

  6. Dice ser Ventura

    Ambos nos proporcionan entretenimiento, la fama se la hemos dado para que nos entretengan.

    16 agosto 2016 | 19:30

  7. Dice ser jArrL

    Respecto a la duda sobre el adverbio «aun / aún», todo apunta a que no lleva tilde. Para entender la diferencia, he aquí uno de los mejores ejemplos, de fácil comprensión:

    Aún enfermo, decidí preparar el examen >>> Estando todavía enfermo…

    Aun enfermo, decidí preparar el examen >>> Incluso estando enfermo…

    En el primer caso se trata de una acotación temporal (adverbio de tiempo), mientras que en el segundo caso se incide en la situación en la que me encontraba (adverbio de modo).

    17 agosto 2016 | 17:48

  8. Dice ser aun

    Disipada la duda, gracias.

    24 agosto 2016 | 00:48

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