2006 años de diplomacia continuada han creado escuela en la Iglesia Católica. Blazquez habla en el País Vasco, Martínez Sistach habla en Cataluña y Cañizares habla en Castilla. Tres corrientes en un sólo discurso.
Hoy me ha sorpendido (y alegrado) la reacción airada del arzobispo de Barcelona sobre lo que dice su propia emisora.
El País le dedica media página y titula a tres columnas:
El arzobispo de Barcelona dice que se siente «ofendido» al escuchar la COPE
Y lleva este sumario:
La cadena «crea defección hacia la Iglesia», opina Martínez Sistach
Ha tardado mucho en manifestar su queja, pero algo es algo.
Yo me acuso, padre, de escuchar de vez en cuando la COPE. Hay días que la confundo con una emisora de humor pero hay otros en los que la COPE se muestra en todo su esplendor odio y crujir de dientes.
Gracias, monseñor, por separarse un poco de sus fieras.
¡Qué alivio!
Para empezar, la noticia es del País. Paradigma de imparcialidad donde los haya. Te dedicas a ver cómo los distintos periódicos adulteran las noticias pero ésta del País directamente la tomas por cierta y relevante… Muy objetivo también, ¡si señor!.El que alguien como tú, JAMS, se alegra de lo que haga o diga un obispo católico no es prueba más de que la iglesia católica en España está perdiendo el rumbo…La COPE últimamente tiene una forma de expresar las VERDADES quizás demasiado descarnada y ácida, lo que provoca ampollas en determinados sectores. Sin embargo, no creo que ésto vaya en contra de las enseñanzas del Maestro: «no está la vela para meterla debajo del celemín».En determinadas regiones españolas, la iglesia, apoyándose en no se qué precepto cristiano, ha abrazado los nacionalismos excluyentes, de manera que cualquier opinión contraria a los nacionalismos hace sentir incómodo a más de un integrante del clero.¿Pruebas de esto? Muchas. Desde la «épica» defensa y ocultación de terroristas por parte de párrocos en País Vasco, hasta la actitud de no ataque a los terroristas y no defensa de las víctimas encabezada por el Obispo Setién. Todavía recuerdo cuando se prohibió a la familia de Miguel Angel Blanco (asesinado por ETA) ofrecer una misa por su alma en Bilbao por motivos políticos.Esto apena y avergüenza a muchos millones de católicos infinitamente más que cualquier opinión (o broma a Evo Morales) que pueda emitir la Cope.La actitud cristiana ante la mentira y la manipulación, el asesinato, el sufrimiento de las víctimas, el chantaje y la opresión,los nacionalismos excluyentes y egoístas, y otras «plagas» que nos afectan estos días no es el silencio. Y eso, es de catecismo de primaria.
30 noviembre -0001 | 00:00