Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

Un pacto para no matarnos y un exilio para recordar

Aunque corro el riesgo de que me tomen por masoquista, hoy he llegado tarde al trabajo por oír a Rubalcaba en la tele. No, no me he vuelto loco. Me estaba acabando el último sorbo de café, de pié en la cocina, cuando le oí decir:

«Con la Constitución hicimos un pacto para no matarnos».

Y allí me quedé, clavado, hasta que terminó su argumentación sobre el pacto necesario para aprobar el Estatuto de Cataluña. Este Rubalcaba no tiene un pelo de tonto y se explica bien. Pero me quedé atrapado también por las intervenciones cruzadas de dos grandes periodistas de Antena3: Monserrat Domínguez y Nativel Preciado.

Sobre la mesa de la cocina tenía El País, abierto por la última página de Cultura (que reproduzco aquí al lado), dedicada a un homenaje al ex presidente mexicano Lázaro Cárdenas, quien dió cobijo en su país a miles de republicanos españoles. Este era el título:

Guerra: «La mejor forma de rechazar los exilios es recordar el nuestro».

Alfonso Guerra (uno de los dos principales artífices de esta Constitución «que hicimos para no matarnos» junto con Fernando Abril) citaba a Luis Cernuda diciendo:

«Recuérdalo tú y recuérdalo a otros».

Sigo su sabio consejo y lo recuerdo aquí mismo.

Pero ahora leo los comentarios en nuestra web y oigo a algunos colegas opinar sobre la cuestión catalana y, a veces, se me ponen los pelos de punta.

Tengo la impresión de que nos enfrentamos a un momento político extraordinario y no veo florecer líderes extraodinarios capaces de resolver estos conflictos con nobleza, con generosidad y con altura de miras.

Y recuerdo, no sin cierta nostalgia, los días y las noches que precedieron al pacto constitucional de 1978 entre Alfonso Guerra y mi maestro y amigo Fernando Abril Martorell. Cada vez que yo le decía a Fernado Abril -en aquel despacho suyo que fue de Carrero Blanco («y de Azaña» -me añadía él) que aquel proyecto de Constitución era fruto del miedo, de un miedo razonable, el vicepresidente del Gobierno me respondía que en ese acuerdo entre los españoles de la transición:

«había más nobleza y generosidad que miedo».

Y ahora digo yo como Cernuda:

«Recuérdalo tú recuerdalo a otros»


2 comentarios

  1. Dice ser Mozart

    Hoy creo que hay mucho más miedo que nobleza. Quizá porque los encargados de meternos miedo no tienen ni la menor brizna de nobleza. Me encanta que desde tu blog señales a diario quién siembra el miedo y con qué finalidad.

    06 octubre 2005 | 18:19

  2. Dice ser Ramonet

    cierto palabra por palabra. Pero había deseos de conseguir un marco estable para el futuro. ¿Con esta propuesta la hay?

    06 octubre 2005 | 18:37

Los comentarios están cerrados.