La diseñadora orensana, nacida en Celavente, Orense, ha justificado al cierre del desfile las sonrisas de las modelos que han lucido su ropa en la Pasarela Cibeles: «Sonríen porque se sienten felices con mi ropa, porque no se sienten agarrotadas ni enfadadas como les ocurre con otros». Una amiga le ha dado un codazo, pero esta mujer es natural como la vida misma… Genuina, como sus diseños, increíbles.

Lo cierto es que de un tiempo a esta parte muchas modelos tienen prohibido sonreir a los fotógrafos. Hay a veces hasta carteles en los que se les recuerda expresamente. Hace algunos años cuando no patrocinaba el premio a la mejor modelo una firma de cosmética eran los fotógrafos quienes las votaban, y los últimos días los guiños, los gestos provocativos y las sonrisas de oreja a oreja proliferaban. No había miedo a las regañinas.

Eugenia Volodina, top model, se ha cargado un vestido de Kina al pisar el bajo, pero ella se lo ha perdonado.

También estaba Silvia Jato, presumiendo de padre y con un increíble vestido de Loewe. La capelina también era de la firma.

Fotos:Jorge París