Correr este año en Sachsenring, un circuito corto, técnico y revirado, va a ser muy especial para mí. Primero porque el circuito alemán es uno de los trazados en los que aún se me resiste el triunfo, pese a que he subido al podio en varias ocasiones. Me gustaría quitarme la espina que tengo clavada, sobre todo, de las tres últimas temporadas, donde he sido segundo, y dedicarle un triunfo a todos mis seguidores alemanes en su tierra, aunque será difícil porque aún no estoy físicamente al 100% después de mi esguince de ligamentos. Y segundo porque después de la experiencia de Assen es el momento de intentar volver al podio para poder seguir metido en la lucha por el título de MotoGP. Soy consciente de que tanto Stoner como Pedrosa me lo pondrán muy complicado. En Sachsenring, el Mundial empieza de nuevo.
PD. Os dejo una foto comiendo algo con mi amigo Ricky.