Estoy dramatizando Estoy dramatizando

"... no me despiertes, si duermo, y si es verdad, no me duermas". (Pedro Calderón de la Barca, 'La vida es sueño')

Archivo de septiembre, 2014

Clichés así, sí

4estrellasSmiley, una historia de amor

Hablaba hace unos días con R. de cómo a veces se exige más a quien más vale o a quien más da. Cuando eres el criticado, claro, esto te parece muy injusto, y maldita la gracia, pero cuando eres el crítico, no siempre puedes evitar juzgar con ese doble rasero…

Curiosamente, Smiley, el montaje que más he disfrutado en lo que va de temporada, es también al que menos me ha costado sacarle los defectos. A saber:

Ramón Pujol en 'Smiley'

Ramón Pujol es Álex en ‘Smiley’.

– El texto, de Guillem Clua, recurre a infinidad de clichés: están el vasco, el argentino, el gay con pluma, el gay musculado y, en general, muchos de los estereotipos que se atribuyen a la comunidad homosexual masculina o, como lo llama L., al ‘gremio’.

– Un comienzo inverosímil, en el que se supone que uno de los protagonistas consigue dejar un mensaje de varios minutos en un contestador automático. Además, cuenta cosas que el supuesto receptor del mensaje ya sabe.

– Un final bastante previsible.

– Que Ramón Pujol parece incómodo en el monólogo inicial. Que Aitor Merino está titubeante en su papel principal.

– Una iluminación errada. No sabría precisar si por una cuestión de planteamiento o por un fallo técnico puntual.

Sin embargo, decía, es con diferencia el montaje que más he disfrutado en lo que va de temporada.

Aitor Merino en 'Smiley'

Aitor Merino es Bruno en ‘Smiley’.

– Porque el texto refleja todos esos clichés con una frescura y naturalidad maravillosas, y sin tapujos. Porque los pasajes discursivos están bien planteados e hilados. Porque trata una cuestión universal, aplicable, como aquí, a una pareja formada por dos hombres o a cualquier otra. Porque hacer hermoso lo sencillo es delicioso y tiene mucho mérito.

– Porque Pujol se suelta enseguida, gana en verosimilitud y marca muy bien los momentos cómicos del texto. Porque Merino se desdobla con soltura en varios personajes y los resuelve sin problema.

– Porque la dirección, también de Guillem Clua, es ágil.

– Porque reírse, qué narices, sienta fenomenal.

Y si se reserva con antelación, se pueden conseguir entradas a partir de 10 euros. No se la pierdan.

Título original: Smiley. Una història d’amor.

Autor y director: Guillem Clua.

Reparto: Ramón Pujol y Aitor Merino.

Escenografía: Guillermo García-Hoz.

Iluminación: Daniel Navarro.

Sonido: Andrés Belmonte.

Producción ejecutiva: Nicolás Belmonte.

Sala: Teatro Lara (sala off), Madrid.

Una bloguera contra un Nobel

3estrellasEl largo viaje del día hacia la noche

En la producción de El largo viaje del día hacia la noche que se representa estos días en el Teatro Marquina encontrarán un clásico… El clásico montaje de un texto al que no le ha sentado bien el paso del tiempo pero que salva el trabajo de un actor. De dos, en este caso.

No va esta humilde bloguera a intentar defenestrar a un Nobel de Literatura, Eugene O’Neill (Nueva York, 1888 – Boston, 1953), y menos aún atreverse a desmerecer el título por el que recibió, póstumo, su tercer Pulitzer y que se considera su obra maestra. Reconozco la solidez de sus personajes, la brillantez de su estructura, lo apropiado de sus referencias culturales, la magia de sus imágenes… Me gusta en particular cómo el verdadero drama detrás de los Tyrone es el hecho de que se consideran culpables de sus desgracias los unos a los otros.

El largo viaje del día hacia la noche

Una escena de ‘El largo viaje del día…’.

Pero también me parece que, a pesar de su juventud —70 años en la historia de la literatura no son nada—, El largo viaje… se ha quedado desfasado. Tal vez porque trata un conflicto muy específico de una clase social, un lugar y una época, por una parte; y, por otra, porque esa acumulación de tragedias, ese ir descubriendo fatalidades al lector o espectador una tras otra, hoy en día le resta credibilidad. En mi función, de hecho, algunas de las escenas de mayor tensión, algunos de los pasajes de mayor carga dramática, algunas de las acusaciones más duras que vierte un personaje sobre otro obtuvieron risas como respuesta por parte de varios espectadores. En efecto, pienso que, a pesar de la afinada versión de Borja Ortiz de Gondra, este desfase puede explicar que parte del segundo y, sobre todo, del cuarto acto se hagan largos.

Y, con todo, si este El largo viaje… vale la pena —en mi opinión, la vale—, es gracias a Mario Gas y Vicky Peña. Él da vida a James Tyrone con una naturalidad tal que resulta odioso. Me imagino a otros actores viéndolo y preguntándose por qué lo hace parecer tan fácil. Ella, que no deja de ir a más durante la representación, borda a Mary. Creí que no se podría superar como la señora Lovett en Sweeney Todd o como María Moliner en El diccionario y, sin embargo, me fascinó aquí con esa falsa serenidad, con esas miradas perdidas, con esas cadencias de voz que sabe manejar a la perfección. Definitivamente, Peña sostiene la función, y da tanta fuerza a la sentencia final de Mary Tyrone que casi hace olvidar lo tedioso que ha podido resultar el texto.

Debo aplaudir igualmente la iluminación de Gómez-Cornejo, así como el vestuario —fetén— y la escenografía, de Elisa Sanz… salvo por las proyecciones. No pude dejar de recordar las de El crítico, en la que Sanz también trabajaba con Juan José Afonso en la dirección. Si aquellas me desagradaron, estas más. ¡Qué manera de echar a perder con un soporte tan obvio la magia de los juegos de luces y sombras que ellos mismos crean con los tejidos! (Sí, detesto las proyecciones cuando considero que no vienen al caso. Les tengo auténtica manía. Soy consciente.)

Total: vayan por ver a Gas y Peña; descártenla si coetáneos como Arthur Miller o Tennessee Williams no son de su agrado. Creo que este O’Neill ha envejecido peor.

– Título original: Long Day’s Journey into Night.

Autor: Eugene O’Neill.

Versión: Borja Ortiz de Gondra.

Dirección: Juan José Afonso.

Elenco: Mario Gas, Vicky Peña, Alberto Iglesias, Juan Díaz, Mamen Camacho.

Escenografía y vestuario: Elisa Sanz.

Iluminación: Juan Gómez-Cornejo Sánchez (A. A. I.).

Producción: Iraya Producciones.

Sala: Teatro Marquina, Madrid.

Más sobrecogedor que un asesinato

3estrellasExcítame: el crimen de Leopold y Loeb

No ha arrancado nada mal esta temporada teatrera. No, señor. En parte, gracias a Excítame: el crimen de Leopold y Loeb.

Curiosamente, lo que más me atrajo de la obra cuando leí sobre ella es también lo que más desencantada me ha dejado: en el aspecto musical la encontré monótona. Las canciones de Stephen Dolginoff me parecieron apropiadas, un par de ellas incluso me engancharon, y no puedo decir que me llegaran a cansar, en absoluto. Pero apenas se sale de un par de ritmos y melódicamente es bastante lineal, así que eché en falta más variedad.

Excítame

David Tortosa y Alejandro de los Santos en ‘Excítame: el crimen de Leopold y Loeb’

Por el contrario, me atrapó aquello que a priori menos me había llamado la atención: el suspense. En muchas de las reseñas de Excítame destacan que el asesinato, que forma parte de la trama (aquí he intentado sintetizar su argumento), “no es el conflicto dramático principal”. ¡Desde luego que no! En este sentido, Dolginoff firma un trabajo brillante: dibuja con tanta precisión a los dos personajes y, sobre todo, su destructiva relación, que esta sobrecoge más que el crimen en sí mismo. El nivel de sometimiento que está dispuesto a aceptar Nathan por amor a Richard lo retrata con un realismo aterrador, y pone la guinda con lo que los estadounidenses llamarían “a twist”; lo que viene siendo un giro inesperado hacia el final de la trama, vaya.

También sobresaliente, por impecable, es el trabajo de José Luis Sixto en la dirección. Consigue que ni un instante de la función quede vacío, una tarea nada fácil en una obra con solo dos actores. En el papel de Richard, nosotros vimos a David Tortosa (se alterna con Marc Parejo), que saca partido sobre todo del lado maquinador del personaje. Alejandro de los Santos, por su parte, da mucha credibilidad al genio subyugado que es aquí Nathan. En la faceta vocal, poco exigente, cumplen ambos.

En el lado técnico, vestuario, iluminación, sonido y escenografía son más que correctos para una producción de estas dimensiones y contribuyen a crear esa atmósfera de thriller que pide el texto. Eso sí, servidora, que se merendó Excítame después del dramón de El largo viaje del día hacia la noche (dejo pendiente la entrada sobre ella, pero os adelanto que también vale la pena), el cajón de la congoja lo tiene suficientemente llenito por ahora y la próxima semana pretende volar hacia los cielos de la comedia…

–          Título original: Thrill me: The Leopold & Loeb Story.

–          Autor: Stephen Dolginoff.

–          Elenco: Alejandro de los Santos, David Tortosa.

–          Voces en off: Pedro Casablanc, Adolfo Fernández, Miguel del Arco.

–          Director de escena: José Luis Sixto.

–          Director musical: Aday Rodríguez.

–          Pianista: Aitor Arozamena.

–          Escenografía: Asier Sancho.

–          Iluminación: Juanjo Llorens.

–          Sonido: Sandra Vicente.

–          Vestuario: Silvia de Santiago.

–          Adaptación: Pedro Víllora, Alejandro de los Santos.

–          Sala: Teatro Fernán Gómez (sala Dos), Madrid.

Los musicales que llegan

Por lo que a musicales respecta, el arranque de temporada se presenta bastante variadito.

'Excítame'

Imagen promocional del musical ‘Excítame’. (Foto: Javier Naval)

El primero que tengo yo anotado en mi agenda teatrófila es Excítame: el crimen de Leopold y Loeb, un espectáculo de pequeño formato que se estrenará el próximo día 11 en la sala Dos del Teatro Fernán Gómez. Este thriller musical del estadounidense Stephen Dolginoff se basa en la historia real de Nathan Leopold y Richard Loeb, dos alumnos de la Universidad de Chicago que en 1924, con la intención de cometer el crimen perfecto, secuestraron y asesinaron a un adolescente de 14 años. Con el título de Thrill me, la obra se estrenó en el Off-Broadway en 2005. La versión en español contará con Alejandro de los Santos y David Tortosa o Marc Parejo, además de las voces en off de Pedro Casablanc, Adolfo Fernández y Miguel del Arco, y José Luis Sixto en la dirección de escena. De la adaptación al castellano se han encargado Pedro Víllora y Alejandro de los Santos.

Priscilla, reina del desierto

Una producción de ‘Priscilla, reina del desierto’ (Foto: Joao Caldas Fº/5D II)

Sé que tampoco me resistiré a la primera gran producción de la temporada, Priscilla, reina del desierto, que llegará al Nuevo Teatro Alcalá el 2 de octubre. Con libreto de Stephan Elliott y Allan Scott, se basa en la película homónima de 1994, sobre dos drag queens y una transexual que recorren Australia en un desvencijado autobús. La banda sonora del espectáculo incluye temas de Tina Turner, Madonna, Village People, Gloria Gaynor, Cindy Lauper… El musical se estrenó en Australia en octubre de 2006, y ha podido verse ya tanto en el West End londinense (cuya puesta en escena original será la que se vea en Madrid) como en Broadway. En la versión española intervendrán 40 artistas, con Jaime Zatarain como Mitzi, Christian Escuredo como Felicia y Mariano Peña como Bernadette. No soy yo especialmente fan de los musicales con canciones ‘ajenas’, pero, entre otras cosas, los 23 cambios de escenario, los 500 trajes y las 200 pelucas prometen. En la dirección artística estará Ángel Llácer, y en la musical, Manu Guix.

Ya más entrado el otoño, a partir del 24 de octubre, intentaré dejarme caer por Barcelona para ver la adaptación española de Sister Act, otro musical basado en una película. El Teatre Tívoli de la capital catalana acogerá esta comedia con banda sonora de Alan Menken que incluye temas disco, gospel y blues. Mireia Mambo Bokele dará vida a Deloris, la joven cantante metida forzosamente a monja; y la acompañarán Angels Gonyalons, Fermí Reixach y Silvia Abril, entre otros. La versión escénica de Sister Act que llegará a Barcelona se estrenó en Londres en 2009 y también ha podido verse en Broadway.

Vosotros, ¿a cuál os apuntáis?

¡Al rico estreno teatral!

Septiembre supone para los teatrófilos el comienzo de una nueva temporada escénica, y siempre viene acompañado de un buen número de estrenos. Este año, servidora ya ha echado el ojo a unos cuantos de la cartelera madrileña que no tiene intención de perderse. He aquí los tres primeros:

Jugadores

Una escena de ‘Jugadores’. (©FotoMarieta)

Jugadores
Estreno: está en cartel desde el 27 de agosto.
Sala: Teatros del Canal (sala Verde).
¿Qué me atrae de ella? Su género: comedia negra. Su argumento: cuatro hombres próximos a los 60 se embarcan “en un juego mucho más peligroso” cuando aparentemente juegan una simple partida de cartas. Y, por supuesto, su reparto de primera: Luis Bermejo, Jesús Castejón, Ginés García Millán y Miguel Rellán.
¿Algo más?: Firma el texto y dirige Pau Miró (Barcelona, 1974), autor también de Llueve en Barcelona o Sonrisa de elefante. La obra se estrenó (con otro elenco) en el Teatre de Salt de Girona en 2011 y en 2012 se programó en el barcelonés Teatre Lliure. Ya ha sido adaptada al italiano, para el Piccolo Teatro di Milano, donde obtuvo un Premio Ubu.

Smiley. Una historia de amor
Estreno: 5 de septiembre.
Sala: Teatro Lara (sala Off).
¿Qué me atrae de ella? La fenomenal acogida que le dispensaron crítica y público en Barcelona, donde se estrenó en noviembre de 2012.
¿Algo más? Esta comedia romántica gira en torno a dos enamorados, Álex y Bruno, que forman una pareja a pesar de lo poco que tienen en común. Guillem Clua (Barcelona, 1973), autor del texto, conocido también por La piel en llamas, ejerce asimismo de director. En Madrid la protagonizarán Ramón Pujol y Aitor Merino.

El largo viaje del día hacia la noche

Mario Gas y Vicky Peña. (Iraya Prod.)

El largo viaje del día hacia la noche
Estreno: 4 de septiembre.
Sala: Teatro Marquina.
¿Qué me atrae de ella? El texto: obra maestra del premio Nobel de Literatura Eugene O’Neill (Nueva York, 1888 – Boston, 1953), fue reconocido con un Pulitzer en 1957; es un drama familiar que transcurre un día de agosto en el Connecticut de 1912 y que tiene al actor de teatro James Tyrone como personaje principal. Y, de nuevo, el elenco: con Mario Gas y Vicky Peña, entre otros.
¿Algo más?: Completan el reparto Alberto Iglesias, Juan Díaz y Mamen Camacho. Dirige Juan José Afonso. Ralph Richardson protagonizó la versión cinematográfica de Sidney Lumet (1962), en la que Katherine Hepburn interpretaba a su esposa.

 

Estas, como decía, son solo las primeras. En cuestión de un par de semanas llegarán Petit Pierre, con Adriana Ozores y Jaume Policarpo, al Teatro de la Abadía; la versión teatral de El hijo de la novia, con Juanjo Artero, Álvaro de Luna y Tina Sáinz, al Bellas Artes; la tragicomedia de Vargas Llosa El loco de los balcones, protagonizada por José Sacristán, al Teatro Español…

Si no la pudisteis ver el año pasado en las Naves del Matadero, por cierto, no dejéis pasar Feelgood, una genial comedia política de Alistair Beaton con Fran Perea y Manuela Velasco, muy bien adaptada y que se representa hasta el próximo día 28 en el Infanta Isabel. (En la web que enlazo encontraréis el calendario completo de gira.)

Pronto os cuento qué musicales tengo apuntados ya en mi agenda…