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Choque de trenes en el PSC

Pere Navarro deja de ser primer secretario del PSC tras menos de tres años en el cargo y tras cosechar los peores resultados electorales de los socialistas en unas elecciones autonómicas y europeas. Una de sus banderas ha sido defender la reforma federal de la Constitución como el único camino para «evitar el choque de trenes» entre Catalunya y el resto de España. Pero, la moraleja ha acabado siendo que ahora renuncia a liderar el proyecto socialista catalán en medio del auténtico choque de trenes interno que vive (y vivirá) su partido.

Navarro se va asegurando que quiere favorecer «cambios profundos», pero, mientras el llamado sector crítico reclama ya «una refundación» del PSC y su alineamiento a favor de la consulta catalana, el sector más pro-PSOE se decanta por mantener una posición centralista que, sin embargo, no parece que le haya dado resultados electorales. Por lo tanto, lo que se van a jugar los socialistas catalanes en el Consejo Nacional de este 14 de junio y en el posterior Congreso Extraordinario no es solo la elección de su nuevo líder, sino acabar de una vez por todas con ese choque de trenes. La incógnita es saber si los dos convoyes (críticos a favor de derecho a decidir vs el ala más próxima al PSOE) llegan, finalmente, a un consenso y siguen juntos con una estrategia común o bien se separan definitivamente y siguen cada uno su camino por vías (y partidos) diferentes. Para ello, tendrán que echar más carbón a alguna de las locomotoras y quitarle a la otra. En este sentido, hay que tener en cuenta varios frentes abiertos:

La pugna Girona-Barcelona. Buena parte del sector crítico del PSC está afincado en Girona, con los exconsellers de la Generalitat, Marina Geli y Joaquim Nadal, al frente. Una de las cosas que ha impulsado Navarro es el proceso de primarias para elegir a los candidatos a alcaldables o a las elecciones europeas. Pero, tanto en Girona como en Barcelona, ha dado algunos problemas. Además, es en el socialismo gerundense donde se da más apoyo al derecho a decidir. Y el PSC no puede aspirar a volver a sus niveles de representación en Catalunya sin contar con los votos de Girona. Casi lo mismo ha pasado en Lleida, donde finalmente el alcalde Àngel Ros no se ha enfrentado del todo al aparato barcelonés, pese a estar muy alineado con muchas de las tesis de los críticos.

Pere Navarro

Pere Navarro, anunciando que deja de ser el líder del PSC. RAFA GARRIDO/ ACN

Barcelona ciudad. Jaume Collboni, el alcaldable socialista que ganó las primarias en Barcelona, no puede presentarse a unas elecciones municipales en 2015 con el PSC dividido. Tras el castañazo en las europeas, donde los socialistas perdieron mucho terreno en los 10 distritos barceloneses a favor de ERC, Navarro tenía una presión añadida para seguir siendo el líder socialista.

El Área Metropolitana de Barcelona. El montillismo y el corbachismo aún tienen peso en el PSC, pero la fuerza que a Montilla y Corbacho les daban los votos del llamado «cinturón rojo metropolitano» barcelonés se ha ido diluyendo en los últimos comicios a favor de Esquerra, Iniciativa, Ciutadans o, incluso, Podemos. Tan solo Cornellà, L’Hospitalet o Santa Coloma de Gramenet se mantienen como feudos más consolidados del socialismo. Navarro ha hablado de que hay «muchas personas» que «quizás ahora no las conocemos» que se pueden postular para liderar el PSC. Si se quiere garantizar ese centralismo perdido, deberían salir de algún alcalde o alcaldesa que aún no ha sido derrotado, aunque ya se intentó esa operación con Navarro (exalcalde de Terrassa) y no ha salido bien. Si se quiere pensar en una línea mucho más pro-PSOE, Carme Chacón ahora está libre. Y si se prefiere evitar una escisión y dar más protagonismo a los críticos, Montserrat Tura (exconsellera y exalcaldesa) aún está a tiro. Otra opción sería rescatar a exlíderes de Barcelona ciudad, como el exalcalde Jordi Hereu o el exprimer secretario del PSC en Barcelona, Carles Martí, que ha acompañado a Navarro durante su rueda de prensa de renuncia al cargo.

Los Maragall. Sin duda, la imagen de Pasqual Maragall apoyando a su hermano, el exconseller Ernest Maragall, en las últimas elecciones europeas, en las que se alinearon con ERC, ha sido una de las grandes estocadas al socialismo, sobre todo, por todo lo que ha significado el exalcalde de Barcelona y expresidente de la Generalitat para consolidar, en su momento, el partido en la capital catalana. Pero, Maragall, después de aquella operación del «Estatut recortado» en Madrid, se ha ido alejando del aparato del partido, más dominado por Montilla y el socialismo metropolitano. Muchos de los críticos del PSC son maragallistas, puesto que formaron parte de su Gobierno tripartito. Y, para poner más leña al fuego, Oriol Amorós, candidato a las primarias de ERC para ser alcaldable en Barcelona, acaba de proclamar que su modelo de ciudad es el de Maragall.

El PSOE y el derecho a decidir. El proceso soberanista está provocando cambios profundos en todos los partidos catalanes. Y el PSC no ha estado al margen de ello. Navarro ha tenido que lidiar con los llamados «diputados díscolos» de los socialistas en el Parlament. Pero, con su dimisión, vuelve a poner en el aire la línea a seguir que trazarán ahora los socialistas. Si se imponen las tesis pro-PSOE, Tura y compañía ya han anunciado que crearán otro proyecto socialista catalán al margen. Si, en cambio, los críticos se imponen, el que quizás se separaría es el PSOE del PSC. Navarro fue elegido primer secretario, en su momento, derrotando ampliamente al exalcalde de Vilanova i la Geltrú, Joan Ignasi Elena, que es pro-consulta y del sector crítico. Pero, eso fue en diciembre de 2011 y, desde entonces, muchas cosas han pasado en la política catalana. Y lo malo para el PSC es que se le acaba el tiempo, ya que, tras el verano, aún se van a suceder más los acontecimientos con la incógnita de lo que pasará con el referéndum del 9N.

En las próximas semanas, los socialistas no solo elegirán a quién debe conducir la locomotora del tren del PSC, sino que deberán decidir si de ese tren se separan algunos vagones más y quién va en esos vagones. Y esto no será cuestión de un Cercanías, sino que todo el proceso están obligados a completarlo en AVE. El tiempo se acaba.

 

2 comentarios

  1. Dice ser trabajoserio

    El PSOe se ha desmembrado desde luego, no solo en Cataluña…

    Lastima, porque daban cierta sensacion de equilibrio

    12 junio 2014 | 07:49

  2. Dice ser jose

    Vaya, que van a votar «Sí» al referendum de independencia, y «No» al referendum de la monarquia. Que bonito !!!.

    17 junio 2014 | 18:32

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