Moisés Muñoz
«Si me quitas mis odios, me jodes la vida», escribía con tino Iñako Díaz-Guerra (@InakoDiazGuerra) en El Mundo, en una muy recomendable columna de opinión apoyada en el incidente Rossi-Márquez en la que hace apología del derecho a disfrutar del deporte a través de la animadversión hacia el rival. Y la cita viene a cuento porque yo me aficioné a la NBA no por mi adicción a todos los deportes, ni por la admiración que siento por la superioridad física de esas fieras de ébano, ni por la emoción que despierta en mí el juego, sino porque odiaba profundamente a Los Angeles Lakers de los ochenta.
En aquella época fingí ser de los Celtics de Larry Bird -¡oh capitán, mi capitán!-, pero luego fui sucesivamente fanático de los salvajes Pistons de Thomas, Dumars, Rodman y Laimbeer; de los Bulls de Jordan y nadie más (abstenerse los Pippenliebers); de los Rockets de Olajuwon; de los Spurs; de los Blazers; otra vez de los Celtics; otra vez de los Spurs y, por supuesto, de LeBron y cualquier-equipo-del-mundo-al-que-quiera-llevar-su-talento. El denominador común de todos estos equipos es que ganaban y evitaban que los Lakers lo hicieran.
Yo no me he asomado jamás a la NBA para ver ganar a nadie, sino para ver perder a L.A. Odiaba a los Lakers en la victoria y los sigo odiando ahora mientras me regocijo con sus derrotas. Aborrezco su indumentaria morada y amarilla -púrpura y oro la llaman ellos, presuntuosos-. Odié a Magic Johnson y el feísimo gancho de Kareem Abdul-Jabbar. Me caía fatal Nick van Exel, me revolvió las tripas el fichaje de Shaquille O’Neal y, más aún, el de Pau Gasol. Pero nadie elevó tanto mi nivel de repulsión como Kobe Bryant, quien era al baloncesto lo que Holden Caulfield a la literatura, un irreverente con ínfulas de saberlo todo… sin haber alcanzado los 20 años.
¡Qué tipo tan deliciosamente aborrecible es Kobe! O era, porque hace un par de noches, mientras paladeaba la enésima derrota laker de los últimos tiempos a manos de los insípidos Denver Nuggets, el maquiavélico Isiah Thomas le llamó viejo y a mí se me acabó súbitamente el odio como, me temo, se me acabarán algunas noches en vela pendiente del Staples Center. «El baloncesto es un deporte para jóvenes», dijo Isiah con el dardo pegado a su lengua mientras casi deletreaba la apostilla: «not for old men». El adorno para tan indisimulada crítica era una sonrisa perversa después de resaltar el pobre partido de un Bryant limitado a 11 puntos en algo menos de 30 minutos en la pista. Y lo que es peor, disfrazado de escudero de jugadores sin jerarquía, como Jordan Clarkson o Lou Williams.
El Kobe del tiro elegante es hoy un señor mayor con achaques, una megaestrella que se apaga y confiesa que su juego da asco. ¿Y cómo odiar a un caballero que reconoce su ocaso? Lo que queda de Kobe está en las antípodas de ese escolta feroz que taladró con 81 puntos el aro de los Raptors una noche de invierno de hace ya nueve años. Sus cinco anillos apoyado en las anchas espaldas de O’Neal y Gasol son sólo una cifra, no una amenaza para los seis de Michael Jordan. En sus suspensiones, años atrás asquerosamente celestiales, apenas si cabe el aire de un neumático pinchado y el aro inmenso que divisaba desde la cornisa del pabellón parece ahora el ojo de una aguja.
Quizá nadie pueda quitarle jamás a Kobe la corona de jugador con más tiros errados en la historia de la NBA, como quizá ningún tipo pueda llevarme jamás a ese nivel de desasosiego nocturno. El paso rápido del tiempo ha arrasado su brillo y ha dejado a los aficionados angelinos con la desazón de saber que ya han empezado a despedirse del jugador más decisivo de la historia de su equipo. ¿Pero quién se apiada de los haters de los Lakers? ¿Acaso vamos a odiar a Julius Randle? Bryant se nos ha marchado y lo que queda de Kobe ha transformado las madrugadas en un intercambio de canastas insulsas. Sin emoción. Sin odio. Sin nada.
A mi también me cae fatal Kobe pero no entiendo el odio a Magic, es el mejor, mejor que Jordan. Y por qué en la apertura del blog decís que vais a hablar de hombres y MUJERES que pueden volar? MUJERES EN LA NBA? os pasais de ir de buen rollo
05 noviembre 2015 | 10:55 am
Lo que tu sientes no es odio, es admiración y envidia, tendrás que vivir con eso toda la vida…
05 noviembre 2015 | 1:45 pm
Por mas que te joda, Kobe ha dejado su nombre escrito al lado de Magic Johnson y Michael Jordan. ¿Anillos apollados en la espaldas de Shaq Y Pau?
Echa un ojo, no solo a las finales de la NBA que ganó con Shaq, sino a las finales de conferencia y rondas anteriores y verás que era el 50% del equipo. Tu no has visto NBA en tu vida.
05 noviembre 2015 | 2:05 pm
Jode que triste y penoso eso de vivir con odio y encima justificarlo
05 noviembre 2015 | 3:31 pm
a continuación el resumen del «artículo»:
MIERDA
05 noviembre 2015 | 3:33 pm
Jijijiji! Que lamentables sois los seguidores de los Lakers! Kobe es un tio que cae mal y punto, como Lebron. Los años que no tuvo al lado a Shaq o Pau no ganó ni al parchís. Claro que ha sido una estrella de la liga, pero también es un jugador sobrevalorado por los fans de los Lakers, que sois tan cegatos que lo ponéis a la altura de Jordan. No tenéis ni puta idea. Y no sólo no tenéis ni puta idea, sino que tampoco sabéis leer. Si supierais, entenderíais que el post es una alabanza al Kobe que era bueno (no al de ahora). Os lo diré en lenguaje futbolero, que seguro que lo entendéis mejor, catetos: es como cuando los madridistas ningunean a Messi o los culés ningunean a Cristiano. Sin duda, hay algo de admiración en ese «odio». Nadie odia a los adversarios mediocres.
Que tontos sois coño!
05 noviembre 2015 | 3:46 pm
haters gonna hate. un poco triste ver la nba por odio, en el pecado llevas la penitencia
05 noviembre 2015 | 4:52 pm
que odio hacia el mejor Lakers de todos los tiempos ….. se ve que te duele pero kobe sera sañon de la fama eso no se lo pueden quitar …
05 noviembre 2015 | 5:21 pm
Tus palabras son las de un hater que disfruta ver a una megaestrella pasar por un mal momento. La espalda de Gasol no era tan ancha.. Gracias a Bryant Gasol es un campeón, Pau llego para ser un complemento en unos tiempos en que los Lakers apestaban tanto como ahora, aunque en sus filas estaba el mejor Kobe de la historia, el que podía humillar a cualquiera que se le pusiese al frente, pero ningún jugador se hace campeón sin ayuda, Gasol vino a terminar de ensamblar un gran equipo que se armo de piezas fundamentales. No creo en el fin de Bryant, creo que se recuperara esta temporada, pero obviamente tu fanatismo e ignorancia no te deja ver que es un veterano de 37 que viene de estar inactivo casi que las ultimas 2 temporadas, pero el talento esta alli y no cantes victoria, que el sexto puede llegar quizas no como aquel Kobe que lo hacia todo, pero si con un Kobe que complemente y guié a un Kevin Durant por ejemplo en un ultimo año bien merecido para el mejor jugador de la ultima década pesele a quien le pese.
Bryant dejo su talón de aquiles en cancha gracias al amor a este equipo, al amor a este deporte terminando asi con una grandiosa temporada, lucho hasta el ultimo instante para llevar a esos Lakers a Playoffs en un equipo con un Howard lisiado y débil y un Gasol flojo y perezoso. Todo su esfuerzo no sera en vano, Bryant es historia viva y el final de una era en la que los jugadores eran mucho más fuertes y talentosos que ahora, eso sera recompensado y este no sera el final que Lakers le de.
06 noviembre 2015 | 3:32 am