BecConsejo: «No mires abajo… por si las moscas»

Hay una frase que usamos mucho en nuestra redacción: «Todos tenemos problemas». Se la puedes decir a tu jefe cuando te abronca (según como sea la bronca), a un compañero que te pide un favor algo puñetero (si se lo dices de cachondeo) o, como hago yo, cada vez que alguien viene a hablarme. «Oye Bec… (en la redacción no me llaman así, pero ya di una pista de mi nombre, así que por ahora no hay nada más), ¿qué tal si…?» y yo respondo: «Olvídame. Todos tenemos problemas» (sí, soy un primor).

Esto no viene a cuento, o quizás sí, porque lo que hoy os traigo es a un hombre jugándose la vida por una estupidez cosa muy particular:  tener los cristales limpios.

El post podría acabarlo aquí, porque lo que más vale es la foto. No obstante, para seguir el sinsentido de que un día os hable de mi relación a través de Twitter con una mujer a la que no conocéis y al día siguiente de un señor encaramado a 122 metros de altura, os voy a explicar la historia.

Había una vez un diario británico que daba muchas informaciones al becario. Se llamaba Daily Mail. Pues bien, este diario nos contó brevemente la vida (esperemos) de un señor que limpiaba los cristales agarrado a la ventana… a 122 metros de altura, en un piso 34, en Dubai.

Hasta la foto da vértigo.

Desecho la opción de que el señor sea el dueño de la casa, fundamentalmente porque hay que ser muuuuuuuu tonto para comprarse ese pisito para luego jugarse la vida como si fuera un turista en un hotel de Baleares. No os engañéis, abajo quizás hay piscina, pero me da que no amortiguaría el golpe.

Habitualmente estos trabajadores suelen llevar medidas de seguridad, pero en este caso, como podéis ver, no había ni casco, ni arnés, ni… por no haber no había ni zapatillas.

Entiendo que el hombre no tendrá vértigo y que le hará mucha falta el trabajo… pero es que si se resbala nada de eso le va a importar.

PD: Para compensar la locura de estos días he hecho un vídeo. Aquí os lo dejo.