El ser humano nunca entenderá los pequeños arrebatos de ira de un gato doméstico, algo sin una razón lógica aparente, como que se te muera un cactus o ser seguidor del Atlético de Madrid.
«Yo… he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán… en el tiempo… como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir«.
La dueña de Walter está conversando con un conocido fuera de su coche. El perro, que debe ser muy cariñoso, reclama su atención de inmediato de una manera muy especial. ¡¡¡Que estoy aquí!!!
Al llegar los oficiales al lugar, llamaron al timbre repetidas veces sin recibir respuesta, y siguieron escuchando los aullidos desgarradores en el interior del inmueble, por lo que tomaron la decisión de tirar la puerta con una maza. Lee el resto de la entrada »
El titular del post puede parecer un trabalenguas, pero pronto veréis que todo es culpa del amor. ¡Ah, el amor! En su nombre se han perpetrado algunas de las mayores barbaridades de la historia y también gestos cargados de sensibilidad y emoción. El que va a ocurrir en breve entre una pareja china no sé muy bien cómo calificarlo. No sé si es una aberración o una sublime manifestación de cariño.
Gang Zhao es un hombre de 32 años que enviudó hace tres años por un terrible accidente de tráfico. Su entonces esposa perdió la vida y él estuvo recuperándose durante más de un año en un hospital. Al recibir el alta, su familia le «presionó» -según sus propias palabras- para que encontrara una nueva esposa. Zhao, bien mandado, encontró otra mujer y se casó con ella, a cambio de un gesto inopinado. El caballero le pidió a su nueva esposa que se sometiese a una cirugía plástica para que su aspecto físico sea lo más parecido posible a su difunta mujer (WTF@!;!).
Su señora, elegida por Zhao precisamente por su parecido con la fallecida («me casé con mi nueva esposa porque se parecía a la anterior», aseguró a la agencia de noticias de Chongqing), se quedó anonadada ante semejante petición, ¡¡¡pero aceptó!!! Así, en breve, la joven pasará por el quirófano, aunque no muy convencida de ello. «Me siento un poco confundida. No quisiera convertirme en el reflejo de otra persona, pero tampoco quiero echar a perder la familia que formo con Zhao. Sólo espero que la operación no sea dolorosa ni quede muy fea», aseguró con resignación.
La pareja ya está en la lista de espera de la unidad de cirugía plástica del hospital de Chongqing, a pesar de las reticencias del director del centro, el doctor Zhang, quien ha pedido a la pareja que antes de la operación acuda a la consulta del psicólogo.
El vídeo tiene algún tiempo, pero el otro día lo rescataron del olvido @MirenM y @jmmartin20 y yo casi podríamos decir que me siento obligado a compartirlo con vosotros. Por ello, a todos los que os abalancéis sobre los comentarios diciendo «esto ya lo he visto, es viejo», toda la razón. No me queda más remedio que deciros… no haber entrado.
Antes de poner el vídeo en cuestión, os pongo en antecedentes, como suelo hacer. Durante los primeros años de este milenio, salió un grupo que terminó yendo a Eurovisión, Las Ketchup, pero que saltó a la fama con una extraña (y pegadiza) canción: Aserejé.
Pues bien, la cancioncilla, antes de que los españoles la aborreciéramos (no creo que nadie se atreva a volver a ponerla en la radio o en una fiesta) dio la vuelta al mundo y fue, como La Macarena, un éxito internacional (es una lástima que nos conozcan por los toros, Aserejé y La Macarena, pero qué le vamos a hacer… al menos tenemos la siesta y la paella).
¿Cómo? ¿No creéis que fuera un éxito? Mirad:
Pues bien, la mejor versión de todas, según mi opinión, es ésta, que supera incluso a la original (vale, no era muy difícil, pero lo hace):
Flipando me hallo aún.También hay una versión similar de Dragostea din tei , pero os la dejo sólo enlazada para no saturar el post, que luego ya sabemos que se cuelga y no hay dios que cargue el blog.