No es la primera vez que me censuran. Ya me he acostumbrado, pero qué queréis que os diga, me duele como el primer día.
Esta vez ha sido a propósito de las declaraciones de Joan Tardà, parlamentario de ERC, que pidió la «muerte al Borbón».
Me parece que es más bien informativa. No veo el error, la verdad.
Sin embargo, mis jefes creyeron oportuno poner una imagen mucho más sosa, y no aceptaron mi propuesta, como ya viene siendo costumbre.
He perdido una batalla más y acepto mi derrota, pero la guerra está abierta… ja ja ja.