Aunque parezca un guion de una película de humor negro, muy del estilo Alfred Hitchcock Presenta, este macabro suceso ha sucedido en realidad. Algunas cabezas son merecedoras de un profundo estudio porque posiblemente contengan una gran cantidad de serrín, o quizá mucha necesidad.
La ‘siniestra idea’ se le ocurrió a un empresario taiwanés que pasará diez meses en prisión, y lo más impactante, sin una mano el resto de su vida por tratar de engañar al seguro contándosela.