Comprar libros usados o antiguos es una actividad común, ya que abundan las librerías de segunda mano que los ofrecen. Sin embargo, existe un riesgo de salud con algunas ediciones antiguas, sobre todo con aquellos cuyas portadas son de un color muy particular: verde esmeralda.
¿A qué se debe esto? En la era victoriana, para lograr este pigmento tan solicitado en las clases altas de la sociedad, era necesario generarlo a partir de arsénico y luego pintar la cara exterior del libro. El resultado era una tapa que se desgrana en escamas al contacto con los dedos y cuya ingestión accidental puede ser fatal para la persona que manipula el ejemplar, incluso en dosis bajas. O_O ¡¡¡Cuidadín, cuidadín!!!
¡¡¡No puede ser!!!
La descubridora de esta peculiaridad fue la Dra. Melissa Tedone, catedrática de la Universidad de Delaware y jefa de laboratorio para la conservación de libros y materiales de biblioteca en el Museo, Jardín y Biblioteca de Winterthur. Tedone estaba restaurando un ejemplar del siglo XIX, cuando se dio cuenta de que este metal pesado podría formar parte del pigmento que decoraba la portada, indica U24.
La investigadora también comprobó que un solo libro verde puede matar a 3 o 4 personas, si se llega a realizar una ingesta accidental y prolongada de las escamas del pigmento que se impregna en los dedos.
Alguno de vosotros se puede preguntar de qué forma podría suceder algo así, pero la respuesta es muy sencilla: pasar las páginas ensalivando un dedo es suficiente para entrar en contacto con el arsénico de forma no letal, pero que generará un vertiginoso deterioro de la salud, y al repetirse continuamente puede ser fatal. Como sucede en El nombre de la rosa, la famosa novela histórica de misterio de Umberto Eco.
«No conocemos ningún caso de alguien que haya enfermado gravemente por manipular un libro como este», dijo Tedone en una entrevista. «Solo queremos concienciar a la gente sobre los peligros potenciales para que podamos evitar cualquier tragedia que ocurra con uno de estos libros, añadió.
(Foto: Museo Winterthur)
« Este verde acabó matando al sublime actor, dramaturgo y director de teatro Jean-Baptiste Poquelin, conocido como Molière ». La razón sería que el tinte verde del siglo XVIII tenía como base el arsénico.
21 diciembre 2023 | 16:41
Se refiere a la cubierta y no a la portada
24 diciembre 2023 | 9:56