Archivo de mayo, 2012

Expulsan del colegio a un niño de 6 años por cantar ‘Sexy and I know it’

Ser niño en el colegio es duro y la música de hoy en día no lo hace más fácil. Cuando yo era pequeño lo más transgresor que podías cantar era eso de Me duele la cara de ser tan guapo y Devuélveme a mi chica, pero ahora tenemos cosas como el reggaeton y Michel Teló que nos llevan a momentos extraños en el patio de colegio en los que una chiquilla puede estar gritando «Yo soy tu gatita, tu gatita…» o varios niños preparan una pelea mientras susurran Ai se eu te pego.

Pues en este contexto ha sido expulsado un niño de 6 años en un colegio de Colorado (Estados Unidos) cuyo delito fue cantar Sexy and I know it, de LMFAO.

A ver, que yo soy el primero que prohibiría este tipo de música antes de las dos de la madrugada, pero hombre, igual escuchar cómo D’Avonte Meadows, una criaturilla de seis años, le canta a una amiga «I’m sexy and I know it» («Soy sexy y lo sé») no es motivo suficiente para expulsarlo tres días, ¿no?

No piensan lo mismo en su colegio, donde consideraron que este acto infantil era «acoso sexual» y decidieron que no expulsarlo conllevaría efectos negativos con el resto de compañeros. Viene a ser una forma de dar ejemplo, vamos. Igual así consiguen que en los colegios vuelvan a cantar canciones de Perales y salimos todos ganando.

El niño explicaba a la televisión estadounidense que él «solo estaba cantando la canción». Es evidente que si D’Avonte ignora de dónde vienen los niños… mucho menos tendrá alguna intención oculta recitando la letra.

La madre del crío, Stephanie Meadows, no da crédito a lo que ha pasado y dice que comprendería que a su hijo lo acusaran de acoso sexual si estuviera acariciando a su compañera, si observara su falda o intentara mirar dentro de su camisa (recuerdo que tienen seis años, por si acaso a alguien se le ha olvidado), pero que el hecho de que miren a su hijo como un pervertido por cantar una canción no le parece justo.

Según contaba Stephanie, el mes pasado D’Avonte se metió en otro lío por la misma canción, cuando le dijo a la misma chica algo así como «mueve su culito»… otro trozo de la conmovedora obra de LMFAO. La madre del chiquillo ha prometido una conversación con la criatura para averiguar si él conoce el significado de lo que canta. Probablemente no, pero no estaría de más borrar la MTV de su televisión, porque lo mismo ahora solo ve videoclips, pero cualquier día se topa con Embarazada a los 16 y ya tenemos lío.

Ya veréis como al final D’Avonte termina cantando reggaeton.

PD: ¿Pasaría lo mismo en España con La madre de Jose, de El canto del loco?

PD2: ¿Recordáis qué canciones cantabais cuando teníais seis años? Yo era muy de «Algo se muere en el alma cuando un amigo se va».


Una cita que ninguno de ellos dos se esperaba

Nos pasamos la vida buscando a alguien que generalmente está sentado a nuestro lado y encontrarlo merece una recompensa. Perdón por este comienzo tan místico, pero es que he leído que la primera frase de cada artículo tiene que ser la más importante de mi vida  y yo las cosas me las tomo muy en serio. Es por eso que, después de tirar por la borda 1.542 primeros párrafos (uno por cada post publicado) he hecho propósito de enmienda: a partir de ahora mis arranques serán grandiosos, mis textos, pura leyenda y… bueno, no. La verdad es que por mucho que me esfuerce solo voy a conseguir la misma basura de siempre, así que casi mejor voy al grano.

Y empiezo hilando la historia de hoy con la primera frase. Muchas veces la persona especial está junto a nosotros y eso merece un premio. Quizás por eso los muchachos de Improv Everywhere (esos chicos que montan escenas multitudinarias en un momento) decidieron regalar una cita especial a una pareja anónima que estaba sentada en un banco cualquiera de Central Park, en Nueva York (Estados Unidos). ¿Cómo de especial? Pues bueno, son más de 270.000 personas en su comunidad de Facebook (¡¡nosotros casi 2.400!!)… imaginad lo que dan de sí tantas cabezas pensando a la vez.

Aunque ahora veréis el vídeo, os lo resumo: la pareja está sentada en un banco cuando es elegida por los locos de este grupo. Entran en escena dos señores vestidos de camareros que ponen una mesa a los tortolitos y les sirven dos copitas para que brinden. Poco después, el camarero vuelve con algo de picoteo mientras todos flipan; los protagonistas no se creen que les esté pasando, los viandantes no se esperaban encontrar eso en Central Park.

Como habéis visto, el camarero les da unas entradas para un concierto que se produce allí mismo instantes después, cuando llegan varios músicos con sus instrumentos y sus atriles. Todo ello después de que un señor disfrazado de acomodador corte sus entradas, como debe ser. La pareja disfruta del concierto y en menos de lo que canta un gallo recogen todos los chismes (menos los atriles) y dejan a los enamorados con la boca abierta.

¿Sabéis qué? A mí estas historias me gustan. Es una forma de demostrar que se pueden hacer cosas espontáneas y divertidas sin que te tengas que reír de los demás. Eso, en un tiempo donde gran parte del humor consiste en chistes de Falete, se agradece. Además… ¿os imagináis que os pasa a vosotros? Ahí, sentaditos en el banco del parque de vuestro pueblo o ciudad, mirando al infinito… ¿y empieza a llegar gente que os da champán (champín si sois menores) y caramelos con droga un platito con jamón?

No sé vosotros, pero me me llega a pasar eso a mí cuando estuve en Nueva York y empiezo a escudriñar las caras en busca del Homo APM. Desconfiadillo que es uno.

PD: Cita instantánea lo llaman. Con lo que cuesta montar un ratito romántico con la pareja y estos te lo organizan en diez minutos. ¡Qué envidia!

Llevaban a su nieta atada a su 4×4 en un coche de juguete

Ver a Maggie conduciendo el coche de Los Simpsons puede resultar simpático, pero la cosa cambia cuando la criatura no es un dibujo animado y las cervezas del padre no son Duff. Lo digo por la historia de hoy, patrocinada por la película Carné de padres… ¿para cuándo? y protagonizada por dos abuelos que conducían borrachos un todoterreno y llevaban enganchada a su nieta, que conducía un cochecito de juguete.

La pareja, formada por Paul Berloni (49 años) y Belinda Berloni (47 años), decidió que era una idea estupenda enganchar el cochecito de su nieta, de 7 años (la niña, no el cochecito), a su 4×4 y enseñarle qué se siente al volante, con la brisa dándote en la cara, olisqueando el culete del coche de delante. Una iniciativa que no gustó a la Policía de Sarasota, en Florida (Estados Unidos), que detuvo a Paul y Belinda, quienes dieron positivo en el control de alcoholemia.

Aunque conducían a una velocidad que no superó en ningún momento los 16 kilómetros por hora, entenderéis que llevar a la niña en el cochecito, remolcada, atada con dos correas de perro unidas entre sí, sabiendo que si hubieran frenado la mandaban a Perales de Tajuña… pues hombre, seguro lo que es seguro… no parece.

El abuelo Paul es reincidente en esto de conducir alegre. Además de esta vez, que llevaba una caraja bastante interesante, fue detenido tres veces… y le retiraron el carné. ¿Que a qué me refiero con una caraja importante? Bueno, pensad que, antes de que le hicieran el control de alcoholemia, la Policía reflejó en el informe que Paul tenía los ojos más rojos que Chimo Bayo en Nochevieja y que la voz le temblaba al hablar. Ya sabéis, de eso que estás borracho e intentas hablar despacito, haciéndote el sobrio, aunque nunca cuela.

La abuela, que es de traca, dijo a los agentes que era consciente de que eso de remolcar al coche resultaba peligroso, pero que solo estaban pasándolo bien y que lo habían estado haciendo todo el día. «Lo hemos estado haciendo todo el día»… en plan atenuante. Madre de Dios, desde la suegra del chiste del coche robado no se había visto un coche igual.

Cuando llamaron al padre de la niña y el pobre hombre vio la que habían formado con la criatura, montó en cólera y le echó la bronca a los abuelos, según la prensa local. Ahora bien, lo mismo conociendo los antecedentes de papá y mamá ellos dos no eran los más adecuados para hacerse cargo de la cría.

PD: Enhorabuena a los premiados. Ya nos iba tocando 🙂