El anuncio de una usuaria de Facebook, que vende su casa pero «no el terreno» donde está ubicada, se viralizó de inmediato por la insólita oferta. O_O «La casa te la puedes quedar, pero la tierra…«, debió de pensar la mujer.
De acuerdo con lo que se lee la publicación, la propiedad está situada en la ciudad de Nuevo Laredo, en Tamaulipas (México). Lee el resto de la entrada »
Está muy lejos de ser una habitación, como reza el anuncio, pero la alquilan en Airbnb por 59 euros la noche. La ‘fastuosa tienda de campaña’ está anunciada por un anfitrión de Dublín (Irlanda), con un descuento de 10 euros.
Entre sus ‘grandes ventajas’ (entiendo que es una ironía) están: una cama y un baño, presumiblemente en la vivienda detrás de la cual se instala la ‘suite’, así como la posibilidad de dormir bajo las estrellas. ¡¡¡Todo un ofertón!!! Lee el resto de la entrada »
Un espabilado caballero mexicano, llamado Carlos Rocha y residente en Altamira (Tamaulipas), aprovechó la confusa descripción de una oferta de un supermercado para adquirir 235 botes de desodorante por 39.90 pesos, algo menos de ¡¡¡dos euros!!!. O-O Este tipo es un as de los negocios.
El texto de la fastuosa promoción decía: «Todos los desodorantes Axe 96, 112 g. varios aromas de 59.90 a sólo 39.90«. El cartel indicaba una rebaja de 20 pesos (50 céntimos de euro) en cada bote. De lo que no se dieron cuenta los empleados fue de la palabra que empezada la frase: «TODOS». Lee el resto de la entrada »
Con el descenso de la natalidad y la buena calidad del sistema de transporte público japonés, los jóvenes del país del sol naciente se sacan cada vez menos el carné de conducir. Esto significa que las autoescuelas andan más necesitadas de alumnos que un colegio en un barrio de nueva construcción.
En estos tiempos de recesión en la economía nipona, las academias tienen que ingeniárselas para atraer al mayor número de estudiantes, y podría decirse que ninguna de ellas se lo ha tomado tan en serio como Minoo Driving School, en Osaka. Lee el resto de la entrada »
«O la moto o yo«, le dijo ella a su esposo, harta de compartir las atenciones de su amado con una máquina de dos ruedas. Ella estaba convencida de que sería la elegida, pero él no lo tenía tan claro… Parece el inicio de una historia de coña, pero es tan real como la vida misma. Ha pasado en Virginia, Estados Unidos, donde un hombre, harto de recibir ultimátums de su mujer (¡qué craso error, señora!), decidió hacer someter a un referéndum popular la elección.
(FOTO: thehollywoodgossip.com)
Bob White, el marido al que pusieron entre la espada y la pared por dedicarle mucho tiempo a su Harley Sportster XL, puso un anuncio en el que vendía la moto… ¡¡y a su mujer!! 5.900 dólares por cada una. «Mi esposa me ha dicho: ‘o se va la Harley o me voy yo’. Vosotros elegís. Ambas están en excelente estado. 5.900 dólares cada una«. Así comenzaba el anuncio del señor White, que se iba gustando a medida que seguía escribiendo:
«Sportster: de 2006, en excelentes condiciones. Esposa: modelo de 1959, también en excelentes condiciones, teniendo en cuenta su edad«.
«Sportster: bien cuidada… y se nota. Esposa: caro mantenimiento… y se nota«.
«Sportster: ideal tanto para principiantes como expertos. Esposa: sólo para expertos«.
Y, por último, White dejó la enésima gracieta:
«Sportster: ven y date una vuelta con ella antes de comprarla. Esposa: ¡ni se te ocurra!«.
Dado que la trata de personas es un negocio ilegal en la mayoría de los países, el anuncio ha sido eliminado de la web y la policía de Virginia se ha puesto en contacto con la señora White por si quiere denunciar a su esposo, por gracioso.
Todos sabemos que las cosas raras, originales, únicas, no se sabe muy bien por qué, pueden llegar a tener un precio desorbitado. Y no me refiero a una pieza única de Van Gogh, a un lujoso Bugatti Royale o al Diamante Hope (de incalculable valor por su curioso tono azul), sino más bien a algo que jamás imaginaríamos que puede llegar a tener precio.
Ya fue increíble el caso del artista italiano Piero Manzoni, que en 1961 tuvo la original ocurrencia de guardar sus excrementos en una serie de 90 latas etiquetadas con la frase ‘Mierda de artista‘, y las vendió al peso teniendo en cuenta la cotización del oro. Por si esto no fuera ya una locura, 40 años después, un coleccionista pagó 124.000 euros por una de las latas. Como siempre se puede rizar el rizo, he tenido noticia de alguien que ha ofrecido ¡¡¡50.000 euros por un vómito!!! Eso sí, de ballena (que tiene más caché).
El afortunado receptor de esta oferta, me aventuro a afirmar que irrechazable, es Ken Wilman, que tuvo la suerte de encontrar en una playa de Morecambe (noroeste de Inglaterra) lo que parecía «una piedra grande«, según sus propias palabras. Y al final, si las pruebas de laboratorio lo confirman, puede ser un gran trozo de ámbar gris (una secreción biliar del intestino de un cachalote enfermo. En Román Paladino: vómito de ballena), muy valorado en perfumería como fijador o base de una fragancia.
El ‘pedrusco’, que según el señor Wilman «tiene un olor a almizcle, pero cuanto más lo olfateas, mejor huele«, puede llenar de libras la cartera de este jubilado británico, que salió a pasear tranquilamente con su perra por la playa, y se encontró un décimo de lotería premiado con forma de ‘canto pestilente’. ¡Mire usted qué cosa!
