La Copa de Europa podía haberse ido a Londres por lo mismo que vendrá a Barcelona. Para los aficionados al fútbol el partido fue intenso, incierto y emocionante. Los factores del triunfo son múltiples, como los del fracaso del Arsenal. Ganó el Barça, conforme al guión previsible y hoy es fiesta en Barcelona sin despliegue de lecturas complementarias y aburridas presuntamente políticas o sociológicas.
No incidiré en la épica del triunfo, hay piezas sobradas en todos los periódicos. Pero quizá merezca la pena imaginar ¿qué se hubiera escrito y comentado esta mañana si el tal Henry hubiera metido el segundo gol (su gol, como se lo hizo a Casillas) y el triunfo final se hubiera decantado hacia Londres? .
Una de las primeras víctimas de la decepción (alegría para algunos) hubiera sido el presidente Zapatero, reo del fracaso. Tampoco se hubiera escapado del banquillo Maragall (al que todo le sale mal) e incluso el propio Rey que suele ser testigo de más éxitos deportivos que de fracasos.
A González el fútbol no le interesaba demasiado y fue celoso de no trasparentar sus preferencias. Aznar es del Real Madrid de toda la vida, con carné y abono, y no dudó en echar una mano decisiva a favor del club de sus amores cuando fue menester.
Zapatero es uno de esos singulares aficionados mesetarios al Barça que fructificaron en una generación concreta, fruto de la televisión con partido dominical, pero que no han pisado un campo de fútbol, ni saben de la compleja materia más allá de las generales de la ley. Seguro que el presidente llamó a Rubalcaba y mortificó a Moraleda (madridistas confesos y apasionados) para restregarles que ya lo predijo, que solo se equivocó en un gol, pronosticó un 3-1. La reputación de Zapatero no ha sufrido en París, ganaron lo suyos, un tipo al que le sonríe la suerte. Si hubieran perdido no faltarían ahora chanzas a cuenta de gafes y cenizos.
Es verdad que el resultado marca muy mucho los comentarios posteriores.Si el Barça hubiera perdido seguro que más de uno llamaria gafe a Zapatero.Pero a veces lo importante no es tanto si lo que se dice es verdad o no, sino ¿Por qué ha decidido abordar la victoria desde este prisma?¿Es que no le gusta la victoria y prefiere hablar de la derrota (aunque en este caso sea imaginada)?o bien, ¿no le interesa la noticia y se la lleva a su terreno, la politica?
30 noviembre -0001 | 00:00
Pues yo no puedo opinar acerca del partido de ayer, opté por ir al cine a ver Hard Candy, peli que todo el mundo me había recomendado y la verdad es que seguro que lo pasé mejor que los aficionados. Esta peli es pura adrenalina!
30 noviembre -0001 | 00:00
¿Puedes demostrar una sóla línea de lo que escribes o es que te has entregado ya del todo al libelo?
18 mayo 2006 | 10:05
¿Qué es lo que tiene que demostrar en un mero ejercicio de predicción condicionada? ¿»Imaginar qué hubiera pasado sí…» es demostrable? ¿Tienes alguna especie de bola de cristal, Johny, donde puedas demostrar lo contrario?En cambio, creo que Urbaneja, igual que yo por ejemplo, puede tirar de hemeroteca y recordar, así, a bote pronto, lo que se dijo de Zapatero cuando Madrid no fue elegida ciudad olímpica… ¿Lo recuerdas? Yo sí. Y leyendo el post de Urbajena, he sentido revivir aquellos momentos…
18 mayo 2006 | 11:13
Un lerdo como yo, necesita de alguien que sepa expresarse como «Curioso futbolero» me evite la réplica.p.d.- que no defiendo al montruo leñe, que hablo de periodismo
18 mayo 2006 | 21:15
» Seguro que el presidente llamó a Rubalcaba y mortificó a Moraleda (madridistas confesos y apasionados) para restregarles que ya lo predijo, que solo se equivocó en un gol, pronosticó un 3-1.»¿Desde cuando los madridistas no nos alegramos de que gane España?Si no puede ser el Madrid, cualquier equipo peninsular mejor que «la pérfida Albión»
18 mayo 2006 | 22:58
Se está organizando una campaña para realizar un movimiento civil q haga llegar a todos los españoles el Manifiesto por la Constitución.Si estás interesado en colaborar, no dudes en ponerte en contacto en:odiseus48@wanadoo.esManifiesto por la Constitución(Reenvia a todos tus contactos de email)El respeto a la Constitución, y su defensa cuando es vulnerada, son la clave del sistema que nos permite convivir civilizada y pacíficamente. Marcan también la diferencia entre los pueblos libres y los que no lo son.En 1978, España se dotó de la Constitución más democrática y consensuada de su historia, basada en tres valores clave: la unidad de la nación, las libertades y la reconciliación final y oficial entre los vencedores y los vencidos de la guerra civil, ya lograda en la sociedad muchos años antes. Ninguna otra ley obtendría hoy tal consenso, y por ello tal valor para nuestra convivencia. Como toda obra humana, tiene defectos, y puede y debe ser reformada. Pero sus virtudes han traído al pueblo español una larga época de paz, libertad y prosperidad, que sería una locura poner en riesgo.Algunos partidos y políticos rechazaron la Constitución, abierta o solapadamente. Sus métodos los definen: el asesinato, en sus formas más cobardes, de cientos de personas, o la connivencia política con los asesinos; el ataque a los derechos ciudadanos, sobre todo en Vascongadas y Cataluña; el recurso a los antiguos odios mediante una propaganda de revancha, casi siempre falsaria, sobre la guerra civil; la terca corrosión de la unidad de España cultivando el agravio y el narcisismo regional, vieja técnica totalitaria.Esos partidos estuvieron siempre muy lejos de sus objetivos. Pero hoy el gobierno, en alianza de hecho o de derecho con ellos, procura con actos consumados y fraudulentos la quiebra de la Constitución, sacrificándola a una «paz» con los asesinos tan imaginaria como la «guerra» que vendría a detener. Mientras nuevos fenómenos, como el terrorismo islámico, aumentan la incertidumbre.Tal alianza ha transformado en su contrario el Pacto Antiterrorista y por las Libertades, y pretende reducir España a un inviable conglomerado de naciones inventadas, sin apenas lazos políticos o sentimentales entre ellas, mutuamente resentidas, irrisorias en el plano internacional y peones de los intereses de otras potencias. El plan se combina con una alianza internacional de dictaduras, llamadas pomposamente «civilizaciones», entre ellas algunas muy agresivas hacia España. Esta involución antidemocrática divide cada día más profundamente a la sociedad española, abocándola a una crisis de imprevisibles consecuencias.Frente a la involución, nosotros, españoles dispuestos a defender nuestra libertad, alzamos la bandera de una España unida y democrática, garantía de la única paz y estabilidad admisibles. Y llamamos a los ciudadanos y a sus asociaciones a impulsar un movimiento por la Constitución, que alerte a la totalidad de la población y restablezca el imperio de la ley. En las manos de todos está impedir un nuevo fracaso histórico de nuestra convivencia.Ciudadanos por la Constitución
19 mayo 2006 | 20:22