Después de un post en el que se me ocurrió mencionar que ya tenía la Wii y que ya estaban preparados dos mandos en mi casa para jugar con amigos, el puente más largo del año se ha convertido en un devenir de visitantes más o menos invitados ansiosos por probar la nueva consola de Nintendo.
Unos porque se han quedado sin ella y otros porque simplemente tenían curiosidad, el caso es que he podido comprobar cómo reacciona un heterogéneo grupo ante la consola, el mando, el sensor de movimiento y los juegos.
Esto me ha permitido elaborar un listado de aspectos positivos y negativos de Wii. Vamos a ver, que es una gran máquina pero, como todas, podría mejorar algunas de sus funciones.
Estas son las cosas que más me han gustado:
– Por supuesto, la forma de juego, intuitiva donde las haya. No hay nada más ‘natural’ que el propio cuerpo humano. Por tanto, que el protagonista del juego en cuestión se mueva hacia dónde tú mueves el mando propicia un sistema de juego sencillo y distinto a cómo estamos acostumbrados a jugar.
– Wii Sports (incluido de serie con la consola) y Wii Play (incluido de serie cuando se compra un mando adicional si se opta por esa versión) potencian la sociabilidad de los videojuegos. Aunque también es entretenido jugarlos en solitario, la diversión se multiplica exponencialmente cuando se juegan en compañía.
– La creación de ‘Miis’: Wii permite la creación de personajes propios a imagen y semejanza de los jugadores. Nintendo los ha llamado Mii (el mío es el de la izquierda) y una vez que se crean se pueden utilizar como personajes para jugar en varios de los títulos de la consola. Su creación es sencilla y divertida. Es interesante la idea de poder crear cientos de Miis y que, cuando la consola se conecta a internet, te puedan visitar Miis hechos por otros usuarios.
– Wii Sports (al igual que sucede con los Kinetic de PS2) es un juego en el que la forma física tiene su importancia. Aunque se puede jugar sin hacer demasiados esfuerzos, una tiende a creerse de verdad que está jugando al tenis, o boxeando, o bateando. Resulta positivamente llamativo el mensaje que aparece después de jugar unas cuantas partidas: «¿Por qué no descansas un poco?».
– El calendario de Wii: en las opciones de la consola, se puede ver cada uno de los días y si se ha jugado con la máquina o no, el tiempo que se ha empleado, en qué juegos, etc. Entre otras posibilidades, podría servir a los padres para controlar el tiempo que han pasado sus hijos jugando, aunque también para saber cuántas horas hemos jugado al día. Yo, a veces, pierdo la perspectiva.
– El tamaño de la consola: aunque ya se había dicho que era muy pequeña, aunque ya la había visto en la presentación, una cosa es verla y otra muy distinta tenerla en la mano, compararla con las distintas Xbox y la PS2.
– La conexión WiFi de serie: Xbox 360 también tiene posibilidades WiFi, pero es necesario adquirir un accesorio por separado. La Wii se conecta a la perfección sin que sea necesario configurar nada.
– La descarga de juegos y el listado de plataformas disponibles. Con Wii te puedes descargar juegos de NES, SNES, MegaDrive, N64 y TurboGrafx y jugarlos en la nueva consola. Aunque el catálogo es reducido por el momento, entre los juegos disponibles se pueden encontrar numerosas joyas, como el Zelda original.
Pero como no todo en la vida es perfecto, Wii también tiene puntos mejorables. Estos son algunos de ellos:
– Aunque los 512 MB de almacenamiento se pueden ampliar a través de tarjetas SD, Wii tiene dos puertos USB traseros, lo que me llevó a pensar erróneamente que podría conectarle un disco duro externo. Error. Por el momento, la consola no está preparada para aceptar discos duros, lo que esclaviza a las SD. Una capacidad de almacenamiento superior de serie hubiera sido bienvenida.
– Aunque los canales son otro de los aspectos más positivos de la consola, no están disponibles totalmente. Habrá que esperar entre uno o dos meses para que estén disponibles canales como Noticias o El tiempo (Canal Tiempo el 20 de diciembre y Canal Noticias el 27 de enero).
– Al comprar la consola, el mando incluye unas pilas, al igual que cuando se adquiere un mando adicional. Pese a que aún no puedo deciros cuánto duran las pilas cuando se juega diariamente, me hubiera gustado encontrarme con unas pilas recargables de serie.
– El sensor funciona a la perfección, creo que es algo que ya he comentado. Esto es así siempre que se esté en unas condiciones determinadas. En el caso de mi salón, en el que sillón se encuentra a 5 metros del televisor y la consola, me molesta enormemente no poder controlar el juego desde allí. Creo que este hecho puede estar provocado porque el sensor está situado en la parte superior del televisor (muy por encima de la perspectiva del sillón), lo que provoca que no me lo reconozca desde allí.
– El precio de los juegos descargables de otras plataformas es asequible, aunque un par de euros menos por juego sería de agradecer, más que nada porque se trata de vender juegos antiguos de los que ya existen emuladores. Los precios de los juegos disponibles son los siguientes: NES (5 €), SNES y MegaDrive (8 €), Nintendo 64 (10 €) y TurboGrafx (6 €).
De momento, eso es todo. Quizás a los aspectos positivos habría que añadir el catálogo de Wii, muy completo desde su lanzamiento y a los negativos que los gráficos de los juegos son absolutamente mejorables, aunque Nintendo siempre apuntó a que esta consola no competía en potencia gráfica. Y creo que poco más (el riesgo de que el mando se vaya volando al lanzar los bolos es fácilmente solucionable poniéndose la correa). Por supuesto, irán surgiendo muchos más aspectos positivos y negativos. Si se te ocurre alguno más, no dudes en decirlo en los comentarios.