Los fotógrafos abandonan el ‘photocall’

Me he sentido muy orgullosa de mis compañeros los foteros. Es cierto que a veces no hacen mucho caso a las indicaciones de las distintas organizaciones en los eventos, pero en este caso no fueron tratados como corresponde. Me refiero a la fiesta que organizó Dolce&Gabbana en la madrileña calle Ortega y Gasset. La ubicación no fue la más correcta para que hiciesen correctamente su trabajo y, tras sus quejas, los llevaron de un sitio para otro sin dar explicaciones. Tras expresar su inconformidad, las indicaciones que recibieron no fueron las más correctas. Como añadido fueron viendo como no todos fueron tratados de la misma manera. Hubo alguno con privilegios. Después de entrar las primeras celebrities los foteros decidieron de mutuo acuerdo largarse del evento y dejarlos vendidos. Fue la manera de reivindicar que están trabajando y que su trabajo es tan importante como el nuestro. Es el 50% de la crónica. Como diría la ex de Gran Hermano ¡Chapó por ellos! Disfruté mucho con la cara de tontos que se les quedó algunos cuando vieron a nuestros compañeros largarse.

No fue una noche muy especial, por allí se dejaron ver solo los enganchados a los photocalles como son Alaska y Mario, Juncal Rivero, Carmen Lomana, o Raquel Sánchez Silva.

Lo más gracioso fue que la ropa que le habían dejado a las muchachas vip eran casi iguales. Estefanía Luyk llevaba el mismo vestido que Raquel Sánchez Silva. Sería por eso que las pobres intentaron no coincidir en ningún momento. Les pasó algo parecido a Paula Vázquez y Berta Collado. En este caso al menos se diferenciaban en que el diseño de Vázquez llevaba mangas y el de Berta era palabra de honor. Con el mismo loock roquero que el día anterior en la presentación de la nueva tienda de Agent Provocateur vimos a Carolina Bang. En este caso se puso pantalón negro en vez de leggins.

Como veréis una noche movidita pero nada divertida. Se salvó la cosa gracias a mi amiga Ana García Obregón que nos contó sus nuevas aventuras en Estados Unidos y nos animó a todas a bailar y disfrutar de la noche madrileña. ¡Qué energía! Pero bueno, eso es ya otro capítulo. ¡Buen fin de semana!

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