Tamara Falcó se ha rodeado de algunos de los que mejor que la conocen y la han visto crecer para celebrar su 35 cumpleaños. Con una sonrisa inmensa y un outfit de estar por casa, la hija de la Presyler nos ha mostrado su lado más natural al lado de los empleados de ‘Villameona’, la mansión que su madre compartió con Miguel Boyer y donde ahora vive con Vargas Llosa.
La primera por la izquierda es su abuela materna y el resto de comensales son el staff que se ocupa de que cada día la casa de Isabel esté tan perfecta como su anfitriona. Tamara ha cenado y soplado las velas sin remilgos, en la cocina de servicio, sin vajillas de porcelana, ni cubertería de plata y sin flores por doquier, porque ella ni es ni quiere que ser como su madre, pese a quién le pese, Preysler ya hay una.
Tamara recibió los 35 con optimismo a pesar de que le han llovido las críticas, crueles y retrógradas, durante las últimas semanas por su aumento de peso, que como ella ya ha aclarado es una cuestión de salud: «tengo un problema de tiroides que, aunque estoy poniendo todo de mi parte para solucionarlo, es largo y pesado. En un primer momento me agobió pero luego he aprendido a amar las curvas fememinas», contaba la ahora diseñadora de su propia línea de moda a la prensa hace unos días durante los premios de la revista Marie Claire en Madrid, mientras posaba con un vestido de su colección, rosa de terciopelo, que también fue objeto de las peores críticas de la fiesta.
Por suerte Tamara está acostumbrada a que la comparen con su madre y parece afectarle muy poco lo que los demás piensen de ella. Así que la mediana de las hijas de la Preysler sigue siendo fiel a sí misma, a su sentido del humor y a sus buenas maneras y execlente educación cada vez que antiende a la prensa, que yo también celebro desde aquí y de las que podían aprender otros muchos famosos.
**Fotos: Instagram y Gtres
Pues la chica está mejor así que flacucha…..
22 noviembre 2016 | 11:22
Pues está mucho más guapa ahora que antes, que estaba en los huesos. Y me alegro de que haya dejado de intentar parecerse a su madre, Tamara es única.
22 noviembre 2016 | 12:41
JAJAJAJAJA,Tamara eres única,la mejor de esa familia.
22 noviembre 2016 | 13:54
Me encanta esta chica, si es real todo lo que demuestra gana muchos puntos con respecto al resto de su familia materna. Además de guapa demuestra ser inteligente y con los pies en la tierra, cosas de las que no pueden presumir sus hermanas.
Olé! por Tamara.
22 noviembre 2016 | 14:26
La primera discriminación hacia ‘las curvas’ es precísamente no llamarlas por su nombre y la segunda achacarla a problemas de salud. Que los gordos sean felices sin necesidad de excusarse por ello ni cambiarle el nombre a las cosas como si fuera un tabú.
22 noviembre 2016 | 15:50
Esta muy guapa pero como diseñadora se moriria de hambre. Que vestido mas feo y poco favorecedor
22 noviembre 2016 | 21:06
La más natural, la más simpática, la más sincera, la más humilde, la más amable, la más lista, la más humana y la más guapa de la familia.Tamara (y si me apuráis añado a Julio José) es lo mejorcito de la familia, una chica emprendedora, sencilla y nada engolada como la momia de su madre o la «intelestual» de su hermana Ana. Tamara, sigue así, nos encantas, estabas guapa antes y estás más guapa ahora.
23 noviembre 2016 | 00:38
La mother estará demasiado ocupada desplumando al Vragas Llosa y atiborrándole a Viagra. Tamara, te deseamos que celebres todos tus cumpleaños con esa «familia», que seguro que te da más cariño que la «oficial», a la que parece que solo les interesas para la pose del anuncio de Porcelanosa. No es que pases tu de ellas, cariño, es que lamentablemente ellas pasan de ti, pero no te preocupes que tienes mucha gente que te quiere y de verdad, por lo que tú eres. Sigue así, guapetona.
23 noviembre 2016 | 00:49
@ comentario 8
Está la Presyler como para que la empotren, una cosa es la fachada y otra la maquinaria. Tamara tan estupenda como siempre.
23 noviembre 2016 | 21:57