¿Os lo podéis creer? Me cuenta un amigo que en el 56 cumpleaños de Madonna, celebrado hace unos días en su Villa de Cannes, sólo se escucharon canciones de ella. Años de carrera y discos tiene suficientes como para haber pasado toda la noche escuchando sus canciones sin repetir, pero aburrido debió ser tela. Quien me lo confirma es un conocido estilista que dice haber sido como un hijo para Lauren Bacall. Quiero decir con esto que, por muy bien que me caiga y por mucho que me ría, es de dudosa credibilidad. Aún así quería comentároslo porque me parece maravilloso que hubiese sido como él cuenta. Lo que sí es cierto es que estuvo en la fiesta porque nos ha enseñado las fotos y ahí no había Photoshop como en la postal de Bustamante por su aniversario.
A la fiesta fueron invitados modelos y gente guapa, lo que a ella le gusta. Destacan su amiga Nelly Furtado, la modelo Kate Moss, Bono, David Blaine y los diseñadores de DSquared2, Dean y Dan, que se han hecho inseparables de la diva.
La ambientación era años 20 y todas estaban favorecidísimas. Tenemos que agradecerle a Madonna que nos haya colgado miles de fotos en su cuenta de Instagram porque así una se siente como si hubiese estado.
Nadie sabe cuánto ha costado dicha celebración. Pero si a Kate Moss le ha pagado un vuelo en primera para que volase desde Ibiza para asistir y había unas 100 personas invitadas que venían de diferentes partes del mundo… echad cuentas.
De sus hijos y su novio Timor Steffen no hemos visto fotos pero estar, estaban. Según dicen el joven bailarín, le regaló una coreografía diseñada por él mismo y al gusto de su señora novia. ¡Qué suerte, hija! A mí ya me haría ilusión el mero hecho de encontrármelo delante mía en la cola del supermercado, por lo que no quiero ni imaginarme lo que me produciría que me bailase en la intimidad. Yo le hubiese pedido que me bailara la Mayonesa. ¡Qué gusto!