Todo empezó el martes, 24 de noviembre de 1992, cuando me dirigía al Pirulí para trabajar en mi programa semanal «Economía en la 2».
Fiel a mi vieja costumbre de comparar las primeras páginas de los diarios del mismo día, me detuve junto a un quiosco de prensa para contrastar los titulares de El País y El Mundo.
Ambos habían elegido la peseta como sujeto de la noticia principal.
Era económica y recogía la reacción del mercado en el primer lunes después de la devaluación del fin de semana.
Titulares muy apropiados para el aperitivo de negocios que yo dirigía y presentaba entonces en TV-2.
Gobernaba, a la sazón, Felipe González, por lo que no me sorprendió demasiado la finura de mis colegas a la hora de unir el sujeto (la peseta) a verbos y tiempos tan dispares para la misma noticia y en el mismo día.
El País tituló:
«La peseta resiste con su nuevo cambio en un mercado inestable»
El Mundo tituló:
«La peseta sigue cayendo a pesar de la devaluación y el alza del tipo de interés».