Ahora por fin también puede ser estratosférica, como su marido. No es una inocentada, lo publica el Daily Star: Victoria Beckham interpretará el papel de novia extraterrestre de Tom Cruise en una película de ciencia ficción, como ya hiciera Lara Flynn Boyle en Men in Black. El guión está inspirado en la doctrina ciencióloga, la religión que profesa Cruise. Las últimas fotos de la señora Beckham de paseo por Londres parecen delatar que ya se está preparando para su papel en la película: sin abandonar sus gafas de hormiga atómica, ha sido fotografiada en Londres con un busto de tamaño espacial dada su constitución, producto de los sujetadores hinchables o bien de la cirugía.

Gangas Vip. La escena era de risa. Barrio obrero, zona industrial y casi un hectómetro de cola de señoras vipííííííísimas con sus egregios abrigos de pieles, preparadas para comprar perfumes y cremas a precio ‘vip ganga’ en el mercadillo de una firma de postín. Los diálogos de las damas discutiendo por quién se había colado eran dignos de una verdulería zarzuelera o de una película de Berlanga. Todo sea por aligerar las cuentas en la festividad de Reyes.

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Antes estaba mal visto entre los actores y actrices de relumbrón usar pieles, ahora no se quitan los zorros de encima. Y después de lo de Kate Moss, forrada gracias a sus esnifadas kilométricas, lo más chic es presumir de la afición a la botella. Lo último de lo último han sido las declaraciones de Sienna Miller, quien para su nuevo filme, Factory Girl, ha seguido una dieta muy especial. l En la película, Sienna, pareja intermitente de Jude Law, viste la tralla 34. Para conseguir adelgazar optó por el vodka, afirma, porque tiene menos calorías que el vino, y ayuda a perder kilos. También recomienda las tortillas sin yema. Todo sea por promocionar el personaje al que da vida, Edie Sedgwick, que murió de sobredosis con un historial de graves problemas alimenticios.

Fran Rivera no se contiene _ni cuando está frente a su hermano, el guapísimo Cayetano. Durante una reciente comida con éste y su novia, Blanca Martínez de Irujo, en un restaurante chino, no cesó de acariciar las rodillas de su chica.

El triunfito Sergio Rivero presenó anteayer su nuevo álbum, Contigo, en la sala Pachá de Madrid. La discoteca estaba repleta de fans, y también de caras conocidas, como sus amigas Edurne y Soraya, que no quisieron perderse el acto, en el que Sergio interpretó siete temas en directo para un público entregado que aplaudió especialmente su interpretacion de Contigo. Hugo gente que se quedó incluso en la calle por problemas de aforo. El look del cantante canario, muy alejado del estándar que describe Risto: una sencilla camiseta yu vaqueros. Lorena, de OT, hizo con el el dúo de la canción Como eres, y ambos fueron muy aplaudisos. La versión de Bajo el sol, con la que triunfaron Juan y Júnior en los setenta enfervorizó a las mades de los jóvenes fans que llenaban el local. Sergio se ha convertido en un artista para todos los públicos.

Tranquilo, rasgaba a la hora de la siesta en batín las notas de aquella guitarra que tocaba estupendamente. Lo hacía bajito, sin grandes ruidos, como condujo su vida. Antonio González enseñaba a a su hijo Antonio a tocar la guitarra entre trago y trago de botellines de cerveza. Tuve la suerte de estar con ellos una tarde en su casa de María de El Pescailla y era a Lola, ante quien rendíamos pleitesía el fotógrafo y yo cuando entraba brvemente saludar, erguida como una columna y perfumada como una Diosa. Antonio González pasaba inmediatamente a un segundo plano.

Lo que hacía y dejaba de hacer por aquellos tiempos no le importaba nadie. Vivía y dejaba vivir, y por ello merece un respeto. Dicen que a Carmelilla Santos le están ofreciendo cifras millonarias, casi un cheque en blanco por cerrar un pack para aparecer en diversos programas de y contar su historia en primera persona. Merece la pena, dadas la colosal audiencia que cosechó el martes el programa.

Abundan los hijos secretos de personalidades mucho más importantes que el Pescailla y Alejandro Sanz. Y saldrían a la palestra sin necesidad de que ningún mayordomo largón, una cadena de televisión o una agencia amenazaran o quisieran comprar su intimidad. Sólo haría falta que se les ante una buena oferta, o tal vez si les ofrecieran un programa no de TV, sino de protección de testigos como los que ofrecen a los mafiosos en la serie «Los Soprano”. El problema es que sus importantes padres están vivitos, y sus coletazos pueden ser tan letales como los de Moby Dick.